El hombre es un lobo para el hombre.
Estamos ante una sorprendente obra del director Hiroyuki Okiura, que partiendo del drama, y con el marco de los conflictos políticos y sociales, toca el tema del dolor, los temores y la violencia del ser humano. Además que engarza el cuento de Caperucita Roja de una manera original e inteligente con la trama general del film.
El guión fue escrito por el genial Mamuro Oshii, que se ganó mi admiración con su guión para Ghost in the Shell. Por algo Oshii se ha ganado el León de Oro y la Palma de Oro por su labor como escritor y director.
Jin Roth es una película anime diseñada para público adulto, melancólica y densa por momentos, triste y lenta en otros, que remata con un final duro y trágico. Aquí no hay “buenos” ni “malos”, solo seres humanos actuando guiados por sus instintos, ya sean el amor o la violencia, prefiriendo ser el que devora antes que ser el devorado.
Un film de animación de un nivel artístico muy elevado, que la vuelve absolutamente recomendable.
Una pelicula que visualmente impacta al espectador. La trama te atrapa al principio, pero a mi gusto le falta algo a la historia.
El final es inquietante y diferente, ademas de contar con una buena banda sonora.
Excelente guion, dibujo e historia. Una de las obras de arte del anime sin duda. Se las recomiendo.
Pero si eres como ¨Tallero¨, que criticó como aburrida y con falta de escenas de accion dedicate a ver peliculas de Schwarzenegger donde haya cientos de explociones sin contenido... esta no es para ti.
Pues sí que hay que ser muy, pero que muy pacientes con la peli, porque es algo aburrida a mi parecer, se salvan algunas escenas de acción, pero es que es tremendamente lenta, ahonda demasiado en el drama de los personajes.
Ke paliculon, muy lenta eso si, y accion con cuenta gotas, pero vaya historia, grandiosa, elocuente, filosofia sobre el ser humano en estado puro. El final devastador. Eso si sed pacientes y disfrutad del dibujo que es muy bueno.
Críticas: 6
elalfon
6
Ambientación genial, una historia elaborada que va puliendo sus detalles con precisión, unos diálogos brillantes y animación decente que a pesar de no estar a la altura de otros grandes títulos no deja de ser decente, entonces, ¿qué puede fallar? tenía que ser el ritmo.
Porque bien es cierto que el ritmo puede acompañar bien a una historia que se torna melancólica en el que los silencios y las confesiones van puliendo poco a poco las características que he nombrado al principio en una versión alternativa de Caperucita Roja muy inteligente (Tomen nota los que producen las versiones de cuentos que últimamente inundan las carteleras).
Jin-Roh es una pequeña joya del cine que no me ha terminado de entrar no porque no fuera paciente, que de por sí es necesario como lo ha sido toda la vida el cine nipón desde la época en la que se parieron las mejores películas de su historia, todas igual de pacientes en su narración, sino que el ritmo hace que desconecte de la película y no termine disfrutándola, eso sí, sea como sea la forma en la que se llegue al final merece mucho a pena porque contiene un desenlace amargo y que realmente es una conclusión que encaja a la perfección con lo visto anteriormente.
Una lástima que no me permitiera disfrutar del todo por culpa de una lentitud que agota demasiado a pesar de que lo que se está viendo no desvirtúa, pero las cosas son así y le quita muchos puntos.
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