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Debut en la dirección de uno de los directores alemanes dedicados al gore más prolíficos de los últimos años, Timo Rose, que en esta ocasión compartió las labores de dirección con su colega Marc Fehse... Tras un prólogo un tanto largo y aburrido, la película entra en acción por medio de una trama confusa y algo descoordinada, que si bien no resulta demasiado original, al menos consigue divertir. El estilo visual es ya el propio de Timo Rose: como una especie de viodeoclip casero que palia la falta de medios con una cierta inventiva visual, que le da un aire moderno a la cinta, aunque un poco recargado. Todo ello ayudado por los eficaces efectos visuales generados por ordenador marca de la casa de Timo Rose, creando algunas escenas bastante vistosas... Por lo demás, poco más que decir, aparte de la aparición de otras “estrellas“ del gore alemán como Andreas Schnaas o Andreas Bethman en pequeños papeles, y destacar la apropiada banda sonora. Así que nada, una película recomendable para amantes del gore que busquen un estilo visual difrente y moderno, pese a que la película ya tiene sus años.

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