Aceptable giallo de la mano de darío argento , en la que nuevamente nos presenta a un asesino sin escrúpulos, un depredador sexual que viola y asesina sin compasión alguna a sus víctimas , la historia está protagonizada por asia argento interpretando muy bien su papel de policía la cual sufre un trastorno de estrés postraumático ante una amarga experiencia vivida por dicho psicopata , la película tiene unas actuaciones notables y un crudo dramatismo en las escenas violentas , sorprendiéndonos un poco al final y colocándose como otro giallo destacable dentro de la filmografía del maestro argento
Que conste que soy fan de Dario Argento, pero a pesar de que aquí había buenas ideas, Argento no estuvo demasiado inspirado. Se agradece el intento de hacer algo un poco diferente (esos toques surrealistas y casi fantásticos son tan curiosos como acertados), pero no se entiende cómo Argento después de ofrecer un interesante inicio, alarga innecesariamente el argumento, con lo que a ratos se hace pesada, cansina, y rutinaria. Y eso no es muy normal en este director, si bien es de suponer que se trata de un film muy personal, y se nota. Eso sí, la ambientación es excelente, incluso sofisticada.
En cuanto a las interpretaciones... bueno, la verdad es que es un festival total de Asia Argento, ya que ella es el centro de toda la película. El resto del reparto es bastante mediocre y parece que solo hagan de comparsas alrededor de Asia. También hay que decir que en algunos momentos me ha recordado bastante a ¨Terror en la ópera¨, sobretodo en la relación entre el asesino y la protagonista.
En fin, que a pesar de sus baches narrativos y de un ritmo algo irregular, yo la doy por buena, pero no se puede decir que esté entre las mejores películas de este director. Aún así merece ser vista, aunque sea solo una vez en la vida.
Puntuación : 6`5.
El ¨Síndrome de Stendhal¨ podría haber sido un elegante y memorable Giallo noventero si no hubiese sobrepasado su bienvenida.
Esta película tiene una trama simple con conceptos sofisticados, buena cinematografía y un puñado de escenas sólidas, particularmente aquella en la que ¨se da vuelta el marcador¨.
Dicho esto, este film se torna muy aburrido.
Esto se debe a que los productores decidieron estirar una narrativa simple hasta el punto en que se volvió insoportable y repetitiva, solo por construir un nuevo giro que ni siquiera valió la pena, ya que no fue una sorpresa ni le hizo falta semejante anticipación.
Literalmente podrían haber cortado de 20 a 30 minutos y hacer el mismo metraje con exactamente la misma trama.
Se nota que Asia Argento dio lo mejor de si, teniendo una muy buena actuación en una historia donde ella es siempre el centro de atención. Es una pena que para el final del rodaje yo ya estaba harto de su personaje por lo tediosa que se vuelve la cinta.
El descenso a la locura de una mujer nunca se ha visto tan bien reflejada cómo en esta película. Asia Argento hace el mejor papel de su carrera, recordando en escenas a la pelicula Vértigo de Hitchcock. La música y la fotografía también merecen especial mención. Una de las películas menos valoradas de Argento, para mí, su última buena película. Recomendada.
Es increíble después de ¨Opera¨ el bajón brutal que pega Argento en todo lo que hizo después.Esta me ha parecido un coñazo insoportable de dos horas que parecen mas.
La historia un sinsentido total en la que hay que hacer malabarismos para verla entera,uno de los problemas es el terrible casting,Asia Argento haciendo de policía esta totalmente superada e incapaz de darle una mínimo de credibilidad a un personaje protagonista y aparte es que es muy mala actriz.
Hay alguna escena que parece que puede estar bien pero es que ni eso,no hay ni rastro de la maestría que tuvo una vez este hombre que con poco era capaz de mostrar su talento.
Para mi esta película no existe en su filmografía.
Película en la que Argento intenta despegarse de algunos de sus clásicos leitmotivs para concentrarse mas en el retrato psicológico de su protagonista, intento fallido a fin de cuentas. De ritmo cansino, con un medio acto que se hace eterno, el descenso a la locura del personaje de Asia Argento está pobremente ejecutado. Sí posee fuerza en sus escenas alucinatorias, la secuencia inicial debe ser de las mas logradas en la filmografía de Argento.
Absolutamente turbia y de actuaciones teatrales como le gusta a Argento. El juego del gato y el ratón se mueve en un paisaje de arte con personajes muy marcados y salvajes en sus obsesiones.
El Síndrome de Sthendall es el Dario Argento mas maduro de todos y mostrando todos sus defectos transformándolos sin querer en sus mas grandes virtudes
Es un film extraño de Dario Argento, si bien tiene una historia con un guiño creativo como lo es utilizar una enfermerdad poco conocida y extrañisima como el Sindrome De Stendhal, la verdad es que el film aburre, buena actuación de Asia Argento pero la película te deja un mal sabor de boca, sólo para completar la filmografía de Argento.
Quizá si uno la analiza como obra cinematográfica, comparándola con las cintas más clásicas de Argento de su mejor momento (los 70’s) podríamos concluir que SINDROME no alcanza la madurez y ejecución de sus antecesoras, pero les digo, el brillo hipnótico de la película radica más en la esencia de lo que plantea y en la degradación mental del personaje principal, genialmente interpretado por la mamacita Asia Argento, que ya de por sí es una obra de arte.La música es otro aspecto que quiero recalcar… Ennio Morricone se luce con una partitura que enloquece (me recuerda mucho el notable trabajo que hizo en COSA AVETTE FATTO A SOLANGE de Massimo Dallamano) y la tratamiento estético del filme también es un punto que suma al producto final.
pelicula con bastante suspenso e intriga, una historia bien contada con giros inesperados durante toda la pelicula y unas interpretaciones perfectas sobresale asi argento impecable en su papel el final predecible pero excelente.
A mi si me ha gustado la peli.Lo que esta claro es que ya desde el principio se nota que la protagonista,la inspectora Anna Manni,excelentemente interpretada por Asia Argento,esta totalmente ida de la cabeza.Para mi esta peli tiene dos partes.La primera es cuando actua el psicopata violador(Alfredo),hasta que la poli lunatica lo mata,y la segunda parte ya honda en lo mas profundo de la mente de esta esquizofrenica mujer.En resumidas cuentas,una buena y entretenida peli que casi nunca se hace lenta y que te mantiene en vilo en casi todo momento.La recomiendo
Aceptable aunque el guion no tiene mucha credibilidad.Las interpretaciones de Asia y Kretschmann lo mejor del film.Se la recomiendo a los que quieran ver completa la filmografia de Dario Argento aunque este film es un poco diferente,pero no es una mala pelicula.
me gustaron las muertes y el ambiente que el argento crea, un poco distinto a otras peliculas que he visto de el... solo eso.
A mi no me ha gustado nada, no se si porq no la entendi o porq me dormi a mitad peli.. LÑo siento pero yo no la recomiendo
PARA MI ES UNA CORRETICIMA PELICULA DE ARGENTO,LA RECOMIENDO,
SE QUE MI CRITICA NO ES MUY ARBITRARIA POE QUE AMO TODO LO QUE REALIZOESTE DIRECTOR.
Puede que resulte un poco floja para los fans del director, pero la historia no está nada mal a pesar de saber quien es el asesino casi desde el principio jeje. La única y gran pega que le pongo a esta peli son los ridiculos efectos por ordenador con los que nos deleitan en un par de escenas, que sobran, ya que no están a la altura de superproducciones estadounidenses.
Menudo resumen de argumento que le han hecho xDDDD. Una película muy emparanoyante, con asesinos en serie, dobles personalidades, trastornos psicológicos... es entretenida, con algunas escenas muy violentas, pero poco más.
Bien, despues de tanto intentar llegar al mercado americano y no conseguirlo, Dario decidió irse de nuevo a Italia y rodar El sindrome de Stendhal, una película que a pesar de no estar nada mal, enfureció a más de uno saber quien era el asesino desde el principio. Dario nos lo presenta sin más ni más a cara descubierta, siendo este un violador y además un asesino de jovenes mujeres, además de una escena en la que Asia además es violada, más de una vez por este asesino, cuando estaba a punto de cumplir los 18 años, algo que algunos interpretaron de incesto. Digan lo que digan, la película, que a veces puede hacerse un poco larga (dura 1 hora 51 minutos, si mal no recuerdo) es en cierta forma el regreso de Dario, pero a Italia, no al giallo. La película en España se conoce por un título que da asco, "El arte de matar" (no señores, no la comparemos con esa bazofia española llamada "El arte de morir", bazofia claro está, ante esta, dado que no era tan mala, pero no está a la altura de esta, jeje) La película se puede dividir en dos partes: El acoso del violador a Anna Manni, hasta que esta cree haberle matado; y una segunda parte, donde parece que todo está bien, hasta que se comete un nuevo asesinato, y Anna recibe llamadas de su violador, obsesionado con ella... mejor no cuento más, pilladla y verla. La trama: Anna Manni, una bella agente de policia, sufre una extraña enfermedad llamada el sindrome de Stendhal, la cual la hace tener alucinaciones ante pinturas y obras de arte, además que puede hacer que se cause autolesiones y puede desarrollar una doble personalidad. Le encargan capturar a un violador y asesino de mujeres, pero este, al saber de su enfermedad, se obsesiona con ella de un modo inhumano, llegando incluso a violarla y a hacerla testigo de unos asesinatos. Una noche, este la rapta y la lleva a una cueva, donde continuan las violaciones, los golpes, y los juegos con su hojilla de afeitar, pero Anna consigue liberarse y lo ataca con todo lo que puede. Arrastrandolo hacia un rio, lo tira, pensando que al fin su pesadilla ha acabado. Pronto verá que no es así... Los momentos en la galeria de arte son asfixiantes, al igual que algunas veces las violaciones, no perderse la escena con la hojilla de afeitar. El final, bastante bueno...
Críticas: 19
mahotsukai
7
Atípico, pero interesante neogiallo, con tintes más bien de thriller psicológico, a cargo del maestro del horror italiano Dario Argento.
Un peligroso psicópata viola y asesina a jóvenes mujeres impunemente en Roma. La inspectora Anna Manni se hará cargo del caso, sin embargo, durante la investigación terminará en la Galería degli Uffizi, experimentando un fuerte episodio del llamado Síndrome de Stendhal, que la hará perder el conocimiento y la memoria.
Tras las críticas mixtas, aunque mayoritariamente positivas de “Trauma” (1993), el legendario director italiano Dario Argento decidió quedarse un tiempo en Nueva York, para tomar un descanso y planificar su siguiente film. Por aquel entonces, el director de “Suspiria” (1977) no tenía intenciones de volver a rodar completamente en Italia, a pesar de haber filmado parte de “La Setta” (1991) de Michele Soavi, en la cual fungió como productor, en los Incir De Paolis Studios en Roma. Recordemos que la fuerte crisis del cine de horror italiano a fines de los 80s y principios de los 90s lo había llevado a moverse a Estados Unidos, mientras algunos de sus colegas intentaban adaptarse y/o sobrevivir filmando películas para la TV con presupuestos más bajos aún, como Lamberto Bava, por ejemplo. Por tanto, el relativo éxito del díptico “Due occhi diabolici” (1990) con George A. Romero y “Trauma” (1993), lo llevarían a creer que estaba logrando establecerse en Estados Unidos. En este contexto fue que se encontró con un libro llamado “La sindrome di Stendhal” (1989) de su coterránea, psiquiatra y escritora Graziella Magherini, acerca del desequilibrio psicosomático que algunas personas sufren al exponerse a obras de artes.
Dicho trastorno descrito por primera vez por el escritor y teórico psicológico francés Marie-Henri Beyle, mejor conocido como Stendhal en el siglo XIX, le hizo recordar una experiencia que vivió en su preadolescencia, cuando sufrió una descompensación la primera vez que vio el Partenón, durante unas vacaciones en Grecia. Investigando sobre el tema, se enteró de las indagaciones y referencias del síndrome en la obra de Stendhal “Nápoles y Florencia: un viaje de Milán a Reggio” (1817), el cual recogía algunas de sus experiencias, en concreto cuando se sintió abrumado por una profunda emoción al visitar la Basílica de Santa Croce, donde descansan los restos de Niccolò Machiavelli, Michelangelo y Galileo Galilei. Hasta ese momento, Argento seguía con la idea de rodar en Estados Unidos, pero poco a poco se fue convenciendo de que sería mejor hacerlo en Italia cuando no encontró ningún monumento lo “suficientemente representativo” para abordar el trastorno en el film ni tampoco a la actriz protagónica adecuada tras sondear a Bridget Fonda (“Army of Darkness”, 1992), Daryl Hannah (“Kill Bill”, 2003-2004) y Jennifer Jason Leigh (“eXistenZ”, 1999). Finalmente, optó por regresar a Italia y rodar específicamente en Florencia y reclutar a su propia hija Asia Argento, quien ya había protagonizado “Trauma” (1993).
Mientras seguía recopilando información sobre el síndrome de Stendhal en Italia, específicamente en Florencia, Argento se enteró también que el personal del hospital Santa Maria Nuova estaba acostumbrado a recibir turistas que sufrían mareos, desorientación y abrumación después de observar obras de artes de la ciudad toscana, como el David, las de la Galería de los Uffizi y otras más. Por tal razón, no es extrañar que Argento filme el prólogo en la mismísima Galería de los Uffizi, cuando una desconocida y confundida mujer, que después sabremos se trata de la agente policial Anna Manni, ingresa a la galería y sufre una serie de traumáticas experiencias tras observar las obras expuestas en el lugar. Hasta la fecha, el director de “Tenebrae” (1982) sigue siendo el único director al que se le ha permitido rodar allí. En dicha secuencia, Argento introduce dos obras muy reconocidas, “Landschap met de val van Icarus” (“Paisaje con la caída de Ícaro”, 1560) del pintor flamenco Pieter Bruegel el Viejo y “De Nachtwacht” (“La Ronda de Noche”, 1642) del pintor neerlandés Rembrandt van Rijn, expuestos actualmente en el Museo Real de Bellas Artes de Bruselas y en el Museo Histórico de Ámsterdam, respectivamente.
En “La sindrome di Stendhal” (1996), como nunca, se podrá apreciar la priorización de la forma por sobre el contenido en el film, una premisa irrenunciable en el cine de Dario Argento. Ello se deberá, por supuesto, a la fuerza de las imágenes reales, oníricas y surrealistas que abundan en la trama. Desde luego están las secuencias en la Galería de los Uffizi con la protagonista sufriendo los embates del llamado síndrome de Stendhal a manos de las obras concretas que mencioné y otras del Bosco, Caravaggio y/o Boticelli, que cobran vida visual y auditivamente de gran forma con la fotografía de Giuseppe Rotunno (“Amarcord”, 1973), pero también en otras como el bizarro sueño o la bizarra pesadilla (según como se le vea) de Anna en la galería sumergida en el mar y siendo besada por un pez mero antropomórfico y aquella en la que vemos transitar por su esófago unas pastillas que acaba de tomarse. Otras escenas donde el director de “Inferno” (1980) construye sus propias imágenes y donde la violencia no puede estar ausente, las advertimos en el asesinato de la mujer violada que está al lado de una Anna inconsciente y por cuya mejilla el asesino dispara para hacer pasar la bala hasta la otra mejilla; y aquella en el refugio urbano de Alfredo en donde abusa sexualmente de una Anna amarrada sobre un sucio y repulsivo colchón roto, con un fondo sórdido de paredes llena de dibujos y formas grotescas y bizarras, en un radio de 30 metros grafitados por encargo de Argento. En todos los casos, combinando la fuerza de las imágenes con el uso del CGI, siendo la primera película italiana en hacerlo.
Desde un punto de vista narrativo, la película tiene algunas incongruencias típicas del guion argentiano, pero con todo resulta interesante, primero, por la estructura tríptica de su protagonista Anna Manni y la inclusión de varios elementos hitchcockianos fácilmente identificables y otros más bien tácitos. Cuando hablo de una estructura tríptica me refiero a que la protagonista parece transitar por una experiencia transformadora de tres fases, que incluye por supuesto su propio viaje a los infiernos. De esta forma, en la primera nos encontramos a la detective amnésica que se mete a una galería de arte buscando no sabe qué o a quién, sufriendo convulsiones y desmayos entre obras de arte (la escena con el pez mero antropomórfico), y que después es abusada y violada por un maniático, quien se percata de su debilidad y aparentemente encontró la clave para dejarla fuera de acción. Sin embargo, Anna se las ingenia para liberarse, atacarlo y supuestamente darle muerte. Esta primera parte de su transformación es ciertamente onírica especialmente por la secuencia del síndrome de Stendhal, pero al mismo tiempo es muy violenta y pesadillesca.
En la segunda de estas “fases”, Anna ha recuperado la memoria, pero se ha puesto más agresiva y ha adquirido ciertos aspectos masculinos que podrían parecer naturales después de una experiencia traumática (la escena en que se pinta todo el cuerpo), pero que desconciertan: se ha cortado el pelo, se viste como hombre y toma la iniciativa en los juegos sexuales con su amante, al cual incluso somete como si fuera a violar. Contrariada y asustada por lo que le está pasando, intenta encontrar cobijo y compresión en su familia, compuesta por su padre y sus dos hermanos, la cual vive fuera de la ciudad. Sin embargo, el intento fracasa estrepitosamente. De esta manera, en esta parte del desarrollo del personaje es cuando más se advierte la violencia de género, ya que no sólo debe lidiar con un pasado tormentoso reciente, sino que no encuentra apoyo ni en su pareja, ni en su familia ni en su psicoanalista, todos hombres. Con todo, Anna entiende que necesita de una catarsis para poder volver a empezar y da el paso. Rítmicamente es el segmento que tiene más altibajos.
Finalmente, el personaje ingresa a una fase en la que aparentemente se ha recuperado, dejando atrás su forzado carácter andrógino y recuperando su femineidad. Conoce a un pasante de arte francés que la hace olvidar su traumático pasado y pensar en un futuro prometedor de felicidad y amor. Sin embargo, no tardará en percatarse en que la sombra del psicótico la ha marcado para siempre y que no la dejará ser feliz (la escena del taller con decenas de réplicas de estatuas romanas amenazantes). Hasta esta parte aún no se ha definido qué pasó con Alfred si está realmente muerto o no y Argento ofrece por supuesto un ramillete de sospechosos tras el asesinato de Marie, pero también introducirá algunas claves hitchcockianas que recuerdan a “Psycho” (1960) y que llevarán al espectador a sacar sus conclusiones sobre las ambigüedades presentes en la personalidad de los personajes.
El film tiene en Asia Argento a su gran pilar, siendo probablemente la mejor interpretación en las seis películas de su padre que ha protagonizado, hasta la fecha. Argento logra transmitir la fuerte sensación de confusión y desconcierto que asalta a su personaje, echando prácticamente todo el peso del film encima. El alemán Thomas Kretschmann (“The Pianist”, 2002) encarnó a Alfredo Grossi, el violador y asesino que Manni persigue y del cual se convierte en víctima, también. Marco Leonardi (“Cinema Paradiso”, 1988) como Marco Longhi, Luigi Diberti (“El misterio de Oberwald”, 1980) como el inspector Manetti, Paolo Bonacelli (“Salò, o los 120 días de Sodoma”, 1975) como el Dr. Cavanna, Julien Lambroschini (“Sink or Swim”, 2018) como Marie Beyle, entre otros, completaron un reparto más bien discreto.
La banda sonora estuvo a cargo del legendario Ennio Morricone (“Cinema Paradiso”, 1988) quien realizó un interesante e innovador ejercicio musical con la espeluznante partitura que escribió para el film, reproduciéndola hacia adelante y hacia atrás constantemente.
La película fue rodada entre el 17 de julio y el 15 de septiembre de 1995 en Florencia, Roma y Viterbo. Se estrenó el 26 de enero de 1996 en la capital italiana, en marzo del mismo año en el Brussels International Festival of Fantasy, Thriller & Science Fiction Films de Bélgica, el 23 de abril en el Amsterdam Fantastic Film Festival y el 26 de abril en Estados Unidos. En Italia se convirtió en un éxito comercial y de crítica, recaudando 5,4 millones de liras italianas, unos US$3,8 millones.
La versión italiana contiene dos escenas que la versión internacional no incluye, una donde Anna llama al esposo de una de las víctimas de Alfredo y otra donde conoce a la madre de Marie, interpretada por la actriz rumano-italiana Veronica Lazar (“Inferno”, 1980).
Argento planeó filmar una secuela de “La sindrome di Stendhal” (1996) con la detective Anna Manni investigando otro caso. No obstante, Asia no estaba disponible en ese momento por involucrando “The Heart Is Deceitful Above All Things” (2003), cruda película que dirigió, guionizó y protagonizó. En su lugar, el director de “L“uccello dalle piume di cristallo”, 1970) cambiaría al personaje y a la protagonista por Stefania Rocca para “Il cartaio” (2004).
En resumen, una película interesante e innovadora en muchos aspectos, que aprueba principalmente por su concepto visual y la construcción de su protagonista, y que da cuenta de un director preocupado por ampliar su campo creativo y salir de su zona de confort. La evalúo con un 7.5.
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