Uno de los recuerdos de infancia más prístinos que guardo de este personaje, es un rocambolesco baile que se marcaba con la sensual y malvada princesa Ardala, todo muy pulp y ochentero que siempre me dibuja una sonrisa cachondona... Y es que la sexy princesa no se merecía menos.

Pues bien, desconociendo yo que había un episodio piloto de hora y media que había visto incluso pases en cines me dispuse a buscarlo, verlo y recordar aquellas añoradas secuencias. Y lo que encontré es digno de perplejo visionado, las bizarras y vetustas andanzas de este James Bond cósmico de «patacón» solo inducen a la risa estertorea al comprobar la gran cantidad de licencias y plagios baratos que se toma en pos del entretenimiento banal y despreocupado en medio de una cascada de televisivos efectos de 1979 a cada cual más esperpentico y que dio como resultado una tele serie de dos temporadas.

Pero no nos llevemos a engaño, el Rogers del bueno de Gil Gerard tendrá sus décadas encima pero cae entrañable, por cierto carisma y sorna, por sus partenaires, la mencionada Ardala, una estupenda Pamela Hensley, la no menos estupenda Erin Gray como Wilma Deering y alguna otra que salia por ahí adelante. Caía simpática por sus naves de cartón, sus melodías psicodelicas y su galería de personajes, que incluía pintorescos amigos, enemigos y robots en clara alusión a la «sci-fi» que mandaba en la época... Hay señor Lucas cuanto daño ha hecho su Guerra Galáctica.

En fin, que se lleva un dos que esconde más cariño que el frío dato estadístico pues el primer recuerdo siempre es el que queda pero que siendo sincero con uno mismo no se merece más!!

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La verdad esta pelicula es el piloto de una serie con un presupuesto algo estrecho, no es particularmente destacable, una serie del monton.

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