Mejor de lo que esperaba esta película de la siempre bizarra Crown International, una de esas que ves solo por lo absurdo de la idea y para disfrutar sin pensar.

Sin las escenas adicionales añadidas entre 1968 y 1976 (no se sabe con seguridad cuando se filmaron), esta película fluye mucho mejor de lo esperable. En el reparto destacan Nestor Paiva, secundario habitual de la Universal - aunque no con un papel muy lucido - como el intrigante jefe de polcía Alaniz, y un tipo llamado Bill Freed como la famosa cabeza de Hitler. Freed roba todas las escenas donde sale con absurdas muecas, grititos en alemán macarrónico y aspavientos. Dirige, con cierta desgana, David Bradley, nada menos que el hombre que descubrió a Marlon Brando para el cine.

Peter Miles, un actor de reparto poco conocido, escribió el absurdo guion. Si bien la historia es bastante directa, hay muchas cosas que solo se explican por encima, y por tanto, la película resulta confusa, especialmente un par de personaje sy su correspondiente subtrama (y no, no me refiero a Toni y el tío del bigotazo de la versión posterior).

Hay que decir que técnicamente es una película más digna de lo que se pudiera esperar. La efectiva fotografía fue a cargo del dos veces nominado al Oscar Stanley Cortez, uno de los grandes maestros del cine en blanco y negro, y debe decirse que la cabeza de cera de Hitler que se usa de lejos y en el clímax es una estupenda obra de artesanía, más parecida al genocida alemán que el Sr. Freed.

Lástima de guion confuso. Francamente creo que es bastante entretenida y mejor realizada de lo que podía imaginarme, pero lo deja a uno con ese regusto amargo de ¨Entonces... Ese... ¿Por qué? Y esa titi, ¿de dónde coño ha...?¨ para concluir con un ¨Po bueno, po fale, po así ha salío la cosa¨. Ahora bien, a poco que os vaya el cine cutre (y muchos usuarios estamos aquí porque lo adoramos) os va a gustar mucho. ¡Si incluso hay escenas en las Bronson Caves!

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