Como secuencia inicial de unos aproximados diez minutos, tenemos al líder de una corporación, el inescrupuloso Dr. Q, rodeado de un dúo de bellas guardaespaldas. Entre laboratorios sofisticados, experimentos genéticos con reptiles e incursiones de grupos armados, todo sale esperadamente mal y todo animal reptante se fuga, entre ellos una serpiente demasiado enorme.

Inmediatamente se pasa al nudo central de la película temporalmente un año después de los hechos de la apertura y situado en un gran crucero con fiesta y pasajeros de variado interés para el espectador.
Entre ellos se encuentra el rapidísimo (física y mentalmente exagerado) héroe Qin Yu y poco después comienza el caos, con decenas de reptiles en el barco y el ataque de la super gigante serpiente a la que se da por exterminada junto al héroe. Los pasajeros van cayendo en número y van quedando personajes variopintos asiáticos, como dos bellas chicas, el abuelito y su pequeña nieta, un misterioso melenudo con gafas
(importante minutos más adelante), un occidental excéntrico para el alivio cómico y personajes secundarios que sirven como carne de monstruo cuando llegan a una isla.
En la isla hay gusanos chupa sangre, gigantes arañas patonas y, en este escenario, se producen todo tipo de aventuras y acción.

No falta el momento de relax lacrimoso, las traiciones y demás clichés. Las interpretaciones son aceptables y la ambientación, atmósferas y efectos son buenos.

Filme chino nada novedoso y repetitivo en la abundante nueva ola de ¨Monsters Movies¨ chinas. Entretenida con lo justo.

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