Steve Lawson, conocido por películas como “Jekyll and Hyde“ y “The Haunting of Alcatraz,“ nos presenta su secuela, “Ripper’s Revenge,“ la continuación de “Ripper Untold“ del 2021. Lawson es reconocido por sus producciones ambientadas en épocas pasadas, con abundantes diálogos en escenarios interiores y una escasa presencia en exteriores.

La historia retoma un año después de los eventos de la primera parte, con Stubb (interpretado por Chris Bell), quien ha caído en desgracia desde la desaparición de Jack el Destripador, su fuente de historias. Comparte su vida con Iris (Rachel Warren), una trabajadora sexual que no está contenta con su disminución de ingresos ni con su incumplimiento de la promesa de matrimonio. Aunque vemos a un individuo con guantes negros tomando una copa en una elegante casa antes de tomar un cuchillo, el número de prostitutas que aparecen muertas al amanecer es bastante reducido. Estos asesinatos resultan bastante monótonos, ya que el espectador solo escucha gritos y ve un poco de salpicaduras de sangre, y tal vez el cadáver. Aproximadamente a la hora de metraje, “Ripper’s Revenge“ comete un grave error al revelar la identidad del asesino, lo cual no era difícil de adivinar. A partir de ahí, la película se desmorona rápidamente con una serie de giros y revelaciones poco sorprendentes que siguen un curso predecible hasta los créditos finales. La cinta no logra ofrecer el suspense y terror que promete, y su trama se torna predecible hacia el final, dejando al espectador con una sensación de insatisfacción.

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