De Palma pertenece a una generación que transformó y modernizó el cine, caracterizada por la rigurosa formación cinematográfica de sus componentes, cinéfilos que homenajean a través de sus películas, y de distintos modos, a los grandes directores anteriores a ellos. Lo que desgraciadamente ha sido aprovechado por los detractores para llegar a catalogarlo como un mero imitador de Hitchcock. Nada más injusto y alejado de la realidad.
De Palma sabe manejar el virtuosismo estilístico, así como la potencia descarnada de las escenas de violencia y el sexo. Porque De Palma llega incluso a alardear de su fino dominio de los recursos del lenguaje cinematográfico, del manejo de largos planos secuencia, de la inteligente utilización del montaje, los zooms, la pantalla dividida, la cámara lenta y la profundidad de campo.
Y ya conocemos la fascinación del director por el voyeurismo, las apariencias engañosas, las dobles personalidades, los deseos sexuales reprimidos, el crimen, o las dualidades y conflictos morales. Fascinación (1976) puede ser considerada un film arquetípico del estilo más personal de De Palma: la elegante puesta en escena, las imágenes de cierto onirismo, la maravillosa banda sonora, un excelente montaje, un memorable uso de la cámara y la consabida utilización de las referencias cinéfilas.
Es verdad que la historia, escrita por De Palma y Paul Schrader, puede resultar alocada y poco creíble, (y es que hay de todo: reminiscencias a “Rebeca” de Hitchcock, crimen, traición, confusión e incluso incesto), pero estamos ante un film bastante perturbador, de sabor clásico, y que gracias a la música de Bernard Herrmann, la fotografía de Vilmos Zsigmond, la actuación de Geneviève Bujold, y por supuesto la dirección de Brian de Palma, se ha convertido en un indispensable thriller psicológico.
Con un argumento de los más rebuscado De Palma continúa imitando al maestro Hitchcok. Esta vez le toca el turno a Vértigo. La historia resulta absurda y por ende imposible de creer. Lo único que se puede destacar de esta sobrevalorada película es su gran banda sonora, una de las últimas del genio Bernard Herrman. Lo demás sobra, Cliff Robertson no actúa, se limita a poner cara de pánfilo todo el tiempo y su compañera de reparto no lo hace mal, pero su papel es tan complejo e increíble que resulta imposible interpretarlo.
Si no la has visto deja de leer ahora mismo por que te reviento el final en la siguiente línea.
Que sea la propia hija la que se preste a estafar a su padre llegando incluso a casarse con él no se lo cree nadie.
En cuanto a John Lithgow, tiene cara de malvado, por eso en cuanto aparece ya sabes que es el responsable del secuestro.
Nunca un título le vino tan bien a una película de De Palma y es que es precisamente eso lo que logra provocar este film, a pesar de sus errores y carencias, que los tiene.
Fascinación por lo cuidado de su fotografía, su montaje, los sensacionales planos-secuencia y su poder visual. Todo ello acompañado por una banda sonora, a cargo de Bernard Herrmann, absolutamente magistral y grandiosa y siendo una de las últimas que compuso antes de morir.
El film de ritmo muy pausado y de desarrollo bastante lento, es claramente una reinterpretación de los famosos films de Hitchcock ¨Vértigo¨ y ¨Rebeca¨, con un nuevo enfoque por parte de De Palma, que aporta detalles de calidad enormes.
Un film único, inverosímil y lejos de ser una obra maestra, pero que como otros films en su filmografía, no desmerecen un visionado por parte de todo buen cinéfilo.
Interesante film que junta el talento de Bryan de Palma con la música de Herrmann, elemento indispensable en toda la obra.
Una historia bien montada con tintes de drama, de locura colectiva incluyendo a los secundarios del film y de romance más que creíble hasta los últimos segundos del film.
Unas localizaciones exquisitas fortalecen la trama con esos bellos parajes italianos y esa fluidez en la cámara de De Palma que nos introduce de lleno en la historia.
Personajes que en todo momento parecen tener doble personalidad o motivos oscuros, verdaderos momentos de film de mafia italiana y también acertadas pausas en la vida de las altas esferas forman la mezcla que acaba en un gran final, previsible quizás minutos antes del final pero igual de ingenioso.
Palma trató de evocarnos momentos del gran Hitchcock y a veces sin duda que lo consigue. Una gran obra a seguir aunque sea solo fuera por la banda sonora.
Antes de empezar la crítica me gustaría decir que a finales de los años 60 y durante la década de los 70 aparecieron una serie de directores que cambiaron la forma de ver el cine. Esta generación venían de mamar el cine clásico por excelencia y eso lo tenían muy metido en sus cabezas. La mayoría de ellos son hoy directores de culto y viven de las rentas del pasado y de los frikis que les adoran. De hecho, a fecha de hoy (28-08-2010) revolucionaron el cine y son los únicos que siguen haciendo buen cine. Estos son algunos de sus nombres: francis ford coppola, steven spielberg, oliver stone, martin scorsese, paul schrader, george lucas, philip kaufman, john carpenter, john millius, walter hill, george a. Romero, dario argento, john landis, tobe hopper, wes craven y brian de palma entre otros. Estos directores se consideraban cinéfilos y querían dar una vuelta de tuerca al mundo del cine. Todos los directores escritos antes tienen uno, o dos exitos mundiales que les hicieron de culto. Yo no pienso hablar de todos ellos, sino que me centraré en brian de palma y en su película ¨fascinación¨. Brian es un director amado y odiado a partes iguales. Se le ha criticado que plagia, que homenajea o que revisiona los títulos de alfred hitchcock. Yo me inclino por lo tercero. Lo que en verdad hace brian de palma es coger los grandes films de hitchcock y revisionarlo a la actualidad, sin considerarse un remake. En toda su filmografía esta patente dicho amor hacia al ¨maestro del suspense¨. ¨fascinación¨ y ¨los intocables de elliot ness¨, son sus mejores películas. De eso no hay lugar a dudas. ¨fascinación¨ es una revisión de ¨vertigo¨ desde el principio hasta el final. Nunca en toda su carrera una cámara se había movida con tanta delicadeza; nunca otra película ha tenido una fotografía tan colorida y preciosa como esta; nunca en un film de brian tuvo una bso tan misteriosa, romántica y melodramática; yo no recuerdo a unos personajes tan bien definidos, a unos actores actuando bien y a una historia que aunque no parece que pase nada, la música nos dice lo contrario; y nunca el las películas de este director consiguió un montaje como en esta. Todo en fascinación, es tan precioso que hay que verla con delicadeza. A mí me encanta desde el minuto uno, hasta el último segundo. Es verdad que uno puede pensar que la trama está muy forzada y que no es creible. Pueden que tengan razón, pero aún así, le pongo un ocho. .
Sin dudarlo: de lo mas flojo e insipido que ha hecho Brian De palma. No digo que el argumento este exactamente mal planteado, pero !joder! al menos que tenga un minimo de interes, no? El irregular reparto hace lo que puede para poder dar el pego, y salvar la historia; la cual se va hundiendo gradualmente, al mismo tiempo que el espectador se va hundiendo en su butaca. Para colmo, el ritmo es lento, pesado, languido... o sea: un aburrimiento absoluto. La pomposa historia que nos cuentan se va haciendo laaaarga... interminaaable... y al final pues ZZZZZ... Eso es lo unico que consigue: Hacerte dormir durante unas cuantas horas. PELICULA IDEAL CONTRA EL INSOMNIO. Punt: 3.
No esta mal,buena atmosfera y actuaciones.Lo mejor el final.La parte central del romance es un poco aburrida pero consigue mantener el suspense.
buena peli de brian de palma con reminiscencias claras de vertigo1958 esta bien interpretada por clif roberston y genieve bujold entre otros
Fascinante pelicula muy intrigante de brian de palmaUn acaudalado hombre de negocios pasa por un mal trance.Su mujer y su hija son raptadas y mueren cuando el plan de los raptores se complica. Varios años después,durante un viaje a Europa conoce a una jóven que posee un parecido a su anterior esposa. Gran suspenso a lo Hitckock.
Interesante thriller que bebe de la influencia de Hitchcoock, algo muy común en el cine de De Palma cuando se trata de películas de esté estilo.
Con un reparto bastante conocido, se nos presenta una historia agobiante y con un ritmo adecuado para mantener constante el suspense de la trama.
Lo cierto es que me esperaba otra cosa y bastante más. De todas formas para seguidores de De Palma, es toda una obra de culto.
Críticas: 11
Mad Warrior
6
Recuperar al ser amado que ya se ha ido es algo imposible, algo que sólo podría suceder en nuestras más profundas fantasías y sueños, porque segundas oportunidades no llegan en el cruel mundo real.
Pero, ¿y si llegaran? Brian DePalma nos va a desvelar este misterio...
Después del experimento ¨kitschtrópico¨ que significó la excesiva ¨El Fantasma del Paraíso¨ y antes de dar vida, de una manera apabullante, a la primera novela de Stephen King (¨Carrie¨), el nativo de New Jersey volvió a hacer gala de sus obsesiones cinéfilas (como la inmensa mayoría de los directores de su misma generación) cuando se alió con el aún no muy conocido Paul Schrader y se propusieron construir un drama fuertemente inspirado en una de las joyas de su mentor Hitchcock: ¨Vértigo¨, ciertamente una de las obras del inglés más imitadas (hasta la saciedad...).
El segundo elabora una historia compuesta de tres actos muy complejos y extensos, cuyas acciones se desarrollan en un pasado (1.959), un presente (1.975) y un futuro (1.985), lo que no gusta al director por motivos narrativos y presupuestarios y decide entonces acortar y condensar lo que aquél consideraba uno de sus mejores guiones jamás escritos; a partir de este momento no se volverían a dirigir la palabra y Schrader expondría un amargo disgusto con el proyecto. La historia final empieza presentándonos lo que parece ser una familia feliz, con un marido (Michael) enriquecido gracias al negocio de la construcción.
Este tramo de júbilo en una fiesta de aniversario, además de darnos pistas (sin querer, se entiende) sobre algunos de los más importantes secretos de la película, pone de manifiesto el estilo que lo marca hasta el final; con esa Elizabeth en su epicentro cual etérea figura de esposa ideal que se desliza (atentos a este detalle), DePalma modela un escenario tocado por la atmósfera de lo onírico para acariciar la superficie del melodrama más grandilocuente y profundo que se pueda imaginar. La mano maestra de Vilmos Zsigmond lo envuelve todo en una fotografía vaporosa, como si la realidad fuera observada a través del translúcido cristal de una fantasía soñada.
Unos colores apagados pero no por ello menos intensos que nos trasladan a la época de Douglas Sirk o Victor Fleming acompañados de la enorme música de Bernard Herrmann (¿qué mejor que ¨homenajear¨ a tu cineasta favorito contando con uno de sus mayores compositores?); el efecto, como siempre ha buscado DePalma en sus obras, es embriagador. Pero el sueño se rompe en mil pedazos por culpa del repentino secuestro de Elizabeth y la pequeña Amy, donde aquél logra altas cotas de angustia y tensión (si bien todo parece ser un simple remedo de ¨El Infierno del Odio¨ de Kurosawa, con momentos calcados...).
Y tras la tragedia, acontece la primera gran elipsis; 16 años después, Michael sigue viviendo en un mundo real estéril y aciago sin renunciar a su pasado, que aún late con vida dentro de su alma. Y como si se tratara de un viaje de expiación a través de los recovecos del tiempo y el espacio, se nos brinda un reencuentro maravilloso entre la magnificencia de la arquitectura de Florencia (aquí la destreza del director y la fotografía de Zsigmond elevan la ambición estética a la belleza pictórica); impregnado del espíritu de Poe y Fritz Lang, el de Scott y Judy en ¨Vértigo¨ hacía brotar la perturbadora sombra del pasado sobre una realidad ya difusa y engañosa.
El de Michael y una reaparecida Elizabeth bajo el nombre de Sandra no aparta ese sentimiento, y al igual que le sucedía al personaje de Stewart, aquél hará lo posible por rescatar a su amada transmutándola en su joven reencarnación; un gran tema que Hitchcock heredó de Lang, Ulmer y DeMille, y que DePalma a su vez (como las sucesivas reencarnaciones) hereda de Hitchcock. Pero en el transcurso (traducido en un viaje de retorno a casa) se vuelve al conflicto con la presencia de la esposa muerta de ¨Rebecca¨, sin embargo sustituyéndose el pavor de su protagonista por la extraña fascinación de Sandra, que más de una incógnita despierta.
Con dicha intromisión del pasado en el presente, Michael continuará alejándose de la realidad terminando por verse frente a Elizabeth, renacida físicamente, brindándole otra oportunidad de demostrar su amor; secuencia que es el punto culminante de las intenciones de DePalma y la película, haciendo de la previa sensación de onirismo el motivo de su relato hasta alcanzar un apabullante sensación de autenticidad. Otro sueño que se viene a romper cuando descubre (como Scott) que no se halla en un cuento romántico de fantasmas sino una retorcidísima intriga de cine negro.
Pero Hitchcock, maestro del suspense, sobrecogía con sus revelaciones y giros; su pupilo desvela sus claves muy pronto y descaradísimamente mal, por lo que no hace falta esforzarse mucho (al menos en opinión de un servidor...) para saber lo que nos aguarda esa ¨sorprendente¨ resolución (que tan poca gracia hizo a los más conservadores censores de la época). Y mientras Geneviève Bujold nos ofrece una interpretación soberbia (debido a la complejidad de su triple papel), Cliff Robertson, con el cual a DePalma se le hizo imposible trabajar, desfila todo el film en un estado de recalcitrante hipnosis como si se hallara paseando por la estela de un sueño interminable.
Si se hubieran seguido las indicaciones de Schrader, ¨Fascinación¨ sería muy diferente, más densa y elaborada, mucho mejor. DePalma prefiere dejar de lado las coherencias y lógicas narrativas en pos de hechizarnos con su maestría visual, lo que desde luego consigue.
Por tanto, pese a no satisfacer a muchos críticos e incluso enfurecer al mismísimo Hitchcock, su obra, magnificada por sus portentosas virtudes técnicas, funcionó bastante bien en taquilla, convirtiéndose en su primer éxito comercial. Pero no nos engaña, como quizás pretendía, ni nos satisface en su vibrante clímax; en lo que a mí respecta nos sigue debiendo un disparo...no un ñoño abrazo.
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