Luego del éxito de “The Lodger”, el director John Brahm y Laird Cregar unieron fuerzas una vez más para “Hangover Street “, basada en la novela negra de Patrick Hamilton, convirtiéndola en un brillante thriller psicológico sobre un compositor del Londres de principios de siglo cegado por el amor y que sufre una rara condición que lo hace deambular en un estado parecido a un trance, a veces durante horas, después de lo cual no recuerda nada de lo que sucedió. Pero es lo que hace durante estos lapsos psicóticos lo que hará que Scotland Yard tenga que intervenir.

Brahm logra contar la historia de una manera visualmente espectacular. En la escena inicial, somos testigos del asesinato del dueño de una tienda desde la perspectiva del asesino, observando cómo la víctima, que lucha por liberarse, es apuñalado repetidamente. Una secuencia posterior, que tiene lugar el día de Guy Fawkes, es igualmente impresionante y sigue a un personaje que lleva un cadáver por las calles de Londres antes de arrojarlo a una inmensa hoguera. El clímax final tiene una gran carga dramática y es un muy digno cierre.

Cregar ofrece una actuación inquietante que fusiona perfectamente el personaje que interpreta con sus propios demonios personales, y aunque su carrera duró apenas seis años, su impacto en el cine es innegable. Tristemente, agobiado por su sobrepeso, abusó de las dietas y de las anfetaminas, enfermó y murió cuando apenas tenía 31 años.

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