A pesar de la muerte de una pareja asesinada por un cocodrilo salido de las alcantarillas, el alcalde Bobby no cesa en celebrar el aniversario del tradicional Gator Fest anual a cualquier precio. El sheriff Mitchell junto con la zoóloga Laura investigan ellos mismos a la bestia surgida de las alcantarillas. Luego se le suma el serio y superado cazador Shane.
Ésta es una parodia clase B de principio a fin que se desarrolla en un pequeño pueblo de Louisiana, con un humor ineficaz y torpe, con actuaciones amateur simples y efectos especiales malos.
Por suerte el audio es aceptable, aunque no hay mucho que escuchar en diálogos mayormente innecesarios. Los personajes son adaptables a la parodia y la exageración, con diferentes niveles de subordinación y se agregan de vez en cuando intertítulos en las escenas a modo de sátira.
Hay un único efecto CGI de la criatura real y es inesperadamente aceptable a pesar del presupuesto. Pero hay un abismo de diferencia entre la apariencia y las proporciones digitales de esta bestia con los cocodrilos de goma de tamaño medio o de las pequeñas crías asesinas de plástico compradas en una tienda.
La duración es de menos de una hora porque hay un relleno de varios minutos de créditos finales con tomas fallidas.
«Sewer Gators» no da vueltas y no se toma a sí misma en serio, pretende ser una parodia divertida pero no lo logra porque todo es ridículo.
Las hay peores que ésta, no es una completa pérdida de tiempo, pero en este caso, se escuda en lo delirante y en lo absurdo.
Gerpro
3
A pesar de la muerte de una pareja asesinada por un cocodrilo salido de las alcantarillas, el alcalde Bobby no cesa en celebrar el aniversario del tradicional Gator Fest anual a cualquier precio. El sheriff Mitchell junto con la zoóloga Laura investigan ellos mismos a la bestia surgida de las alcantarillas. Luego se le suma el serio y superado cazador Shane.
Ésta es una parodia clase B de principio a fin que se desarrolla en un pequeño pueblo de Louisiana, con un humor ineficaz y torpe, con actuaciones amateur simples y efectos especiales malos.
Por suerte el audio es aceptable, aunque no hay mucho que escuchar en diálogos mayormente innecesarios. Los personajes son adaptables a la parodia y la exageración, con diferentes niveles de subordinación y se agregan de vez en cuando intertítulos en las escenas a modo de sátira.
Hay un único efecto CGI de la criatura real y es inesperadamente aceptable a pesar del presupuesto. Pero hay un abismo de diferencia entre la apariencia y las proporciones digitales de esta bestia con los cocodrilos de goma de tamaño medio o de las pequeñas crías asesinas de plástico compradas en una tienda.
La duración es de menos de una hora porque hay un relleno de varios minutos de créditos finales con tomas fallidas.
«Sewer Gators» no da vueltas y no se toma a sí misma en serio, pretende ser una parodia divertida pero no lo logra porque todo es ridículo.
Las hay peores que ésta, no es una completa pérdida de tiempo, pero en este caso, se escuda en lo delirante y en lo absurdo.
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