Entrégate a Sator.
Jordan Graham ya había debutado en el 2012 con Specter, un film de ciencia-ficción, y recién en el 2019 pudo concretar su segunda obra, Sator, que él mismo produjo, dirigió, escribió, y musicalizó. La trama se basa en los perturbadores relatos de la abuela de Graham, que aseguraba que un demonio (Sator) le hablaba en su cabeza y le dictaba cosas.
La película de Graham es una rara avis, difícil de seguir pero atrapante. La trama es ambigua, críptica (quizás excesivamente críptica) y puede resultar soporífera para quienes gustan de la acción trepidante. Pero hay que reconocerle que tiene una fotografía estupenda, una ambientación siniestra, y la utilización del imponente bosque, y sus oscuros secretos y las demoniacas figuras que deambulan por él, logra ser intimidante, e incluso, escalofriante.
El ritmo pausado, y una trama que exige concentración y paciencia al espectador, le juegan en contra; pero es una propuesta interesante, que apuesta por su cuidada ambientación, sus silencios dramáticos, su clímax final y esos seres que te observan desde las sombras, te acechan y te escogen para expresar su cruel maldad.
Críticas: 2
ilustrador.tk
5
Terror psicológico y a veces laberíntico que, con una densa atmósfera, narra las creencias de la abuela del protagonista, cuyos relatos nombran una entidad del bosque que lentamente se va apoderando de su familia: Sator.
Tiene lugares oníricos, bosque que se torna amenazador al anochecer, como si estuviera lleno de ojos observando desde la oscuridad.
Es confusa a veces, pero eso hace que sea surreal.
No es para todo público.
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