Un anticuario pónese manos a la obra en la investigación de una muerte para el que tiene que conocer mil personajes que aparecen y desaparecen en un abrir y cerrar de ojos que no aportan más que una pista. La película comienza bien, pero al término de la primera parte todo vuélvese lento, atropellado y desátase lo intrincado, de forma que expúlsate de la película que por momentos se hace indigesta. Lo único bueno aunque mal ejecutado, es el humor absurdo.
Críticas: 2
darkmina
7
Después de que ninguna o casi ninguna de las adaptaciones de su obras le gustaran, Alan Moore decide coger sartén por el mango y marcase un Juan Palomo, él se lo guisa y él se lo come.
Y la verdad es que el resultado no es malo, una historia de detectives y misterios con muchos personajes a cual más estrafalario y con más secretos que el anterior; aspecto que por otro lado juega en su contra pues está tan llena de referencias que acaban por distraer y hacen perder atención a la trama. Además queda está el hecho de que llega un punto en que se toma demasiado en seria a si misma rozando lo pedante, creyéndose superior a los espectadores cuando al final todo es o bastante sencillo o directamente absurdo sin más.
Eso si, la estética, la fotografía, la música... todo los aspectos técnicos están cuidados y mimados hasta el último detalle y eso se nota.
Muy británica y muy de Alan Moore, no es para todos los gustos aunque si recomendable si se busca una película interesante y diferente.
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