Probablemente yo tenia la vara muy alta, después de Hereditary, pero la verdad me dejo una sensación de: pudo haber sido peor? si. Y mejor: totalmente. Rescato a la protagonista, tiene lindo llanto histérico...el supuesto terror también puede darse de dia...la fotografía es excelente.
Si bien Hereditary me resultó bastante potable, no puedo decir lo mismo de Midsommar, que parece una copia mala de The wicker man.
Aquí se nos presenta a un grupo de muchachos sin muchas luces - a pesar de que algunos están elaborando sus tesis universitarias - que van a parar a un pueblo sueco, habitado por una especie de irrisoria secta. Metidos con calzador, los problemas y traumas personales de algunos de sus protagonistas, algo casi rutinario en este tipo de films.
Las actuaciones son malas hasta decir basta y está cargada de escenas que rozan el ridículo. Sus casi tres horas de innecesaria duración es el colofón para este título que, de seguro, no volveré a ver jamás. Las localizaciones son buenas, sí, solo faltaría eso.
Larga, aburrida, insustancial y pretenciosa. Una pesadilla, pero para el espectador.
Una de esas películas en la que me resulta complicado hacer una critica. Sensaciones algo dispares. Por un lado me gustó muchas de sus escenas (crudas y directas), su buen rodaje, sus actores lograron transmitirme, su guion (fuera y a parte de ser previsible) se hizo interesante y a pesar de llevar un metraje largo, se me hizo corta. Y por otro lado, no le encuentro ninguna razón por la cual recomendarla. Un grupo de jóvenes se adentran en una aldea sectaria con unas costumbres tan cínicas, como perturbadoras. Un 6, se deja ver.
Quise darle una segunda oportunidad a este director para ver qué ofrecía con este filme; nuevamente, una película con extrema sobrevaloración injustificada al igual que con Hereditary. Menuda decepción (para rematar esta vez fueron casi 3 horas con el Director´s cut), muy lenta y tediosa que al igual que la otra ya mencionada, sirve más de somnífero que otra cosa.
Como punto positivo: la fotografía está impecable; muy colorida y hermosa que por momentos me recordó al videojuego Far Cry 5 en algunos aspectos y ciertas cosas de la historia en sí. Creo que si la película no hubiera sido alargada tan innecesariamente, podría haber estado más digerible, de lo contrario, cuesta adentrarse en ella, salvo que se sea fan de este director o se guste de esta forma de contar la historia.
Película rara que no me ha llegado a molestar del todo. Consigue muchas veces alterarte y crear una atmósfera angustiosa.Está bien protagonizada. En su contra, decir que es muy lenta, muy larga, predecible y demasiado sobrevalorada en general. Los diálogos entre los personajes americanos y el comportamiento es más raro que la propia película.
Siniestra escenificación sobre fanáticos sectarios en una producción sueca. La película, en sí, -y para distanciarme, como en infinidad de veces, de la experta, docta, sapiente y entendida crítica oficial-, me produjo monotonía, aletargamiento e indiferencia debido, quizá, a su exageradísima duración, escasez de ritmo y acusada premiosidad. Me pareció un FIASCO. .1 sobre 5. ..PICARD..
UNA PESADILLA PSICOLOGICA MATUTINA
Una nueva película de Ari Aster nos sumerge en un nuevo mundo de terror psicológico, el cual es acompañado de una banda sonora ,ambientación y trama perturbadoramente exquisita. No obstante, deja que desear las actuaciones de los personajes secundarios, pero es la actuación de Florence Pugh la que salva gran parte de la película, dejándonos enganchados con cada una de sus escenas.
En conclusión, la película llega a agobiarte psicológicamente en el buen sentido de la palabra, pues te hace sentir en una misma pesadilla, pero lastimosamente los buenos elementos como la escenografía, banda sonora, antagonistas y protagonista son echados por la borda con el final tan forzado y poco fluido que le dieron a la película.
una pelicula que agrega conceptos muy comunes ( gente rara ,costumbres extrañas ,grupo de victimas , paganismo ) aunque con un argumento aparentemente innovador por el trasfondo psicologico que nos presenta con la protagonista , lo que me gusto del film fueron sus escenarios y las decoraciones , lograron una gran estética pero en cuanto al desarrollo se me hizo pesado con los abundantes dialogos y las escenas de ceremonias las cuales me provocaron más indiferencia que interes , me parece que exageraron con su excesiva duracion
Despues de ver Hereditary de Ari Aster no podia dejar de ver esta nueva pelicula suya llamada Midsommar donde al ver el trailer te dabas cuenta que se trataria o mejor dicho el tema fundamental seria el de una secta pero diria del tipico secta donde te lo presentan de una forma elegante para ocultar su verdadero proposito.
La pelicula comienza con la protagonista interpretada por Florence Pugh llamando desesperada a su hermana mientras no tiene ninguna respuesta de ella para despues pasar a los demas protagonistas que serian interpretados por Jack Reynor , Vilhelm Blomgren, William Jackson Harper y Will Poulter para despues pasar al suicidio de la hermana de la protagonista y mientras te lo van mostrando ponen esa musica terrorifica que te hace recuerdo a Hereditary ,desde ese momento te das cuenta que tendra esa misma admosfera.Despues de todo lo que paso vemos como los protagonistas van en un viaje invitados por Pelle para que conoscan a su familia, un pequeño grupo que vive sin nada de tegnologia al estilo como te muestran como son Los amish.
A medida que los protagonistas se van quedando con ese grupo van a prendiendo sus costumbres y de a poco van desapareciendo.
Durante toda la pelicula tiene una admosfera muy de suspenso y eso que la pelicula es lenta pero no aburrida ya que cuenta con muchos detalles de la comunidad o de los propios protagonistas que son interesantes y eso ayuda mucho al ser una pelicula de mas de 2 horas
La idea no es original ya que te hace mucho recuerdo a Wicker Man con respecto a la comunidad.
Cabe destacar entre la musica y la fotografia que me parecieron geniales tambien a la gran actuacion de Florence Pugh , sus gestos y sus llantos fueron lo mejor de la pelicula.
No es la gran pelicula que esperaba pero me agrado y mucho
Comienza teniendo una introducción algo confusa y conforme avanza entiendes las razones.
Para continuar viendola debes de ser muy paciente, ya que se arriesgan al presentarse una película de dos horas y media de duración.
La fotografía es excelente al retratar la naturaleza que la rodea sin embargo la trama por momentos de cae y al final deja mucho que desear.
Si eres fan de las películas de festividades paganas esta es una que debes de agregar a tu colección.
Regular película.
Impresionante film de folk horror dirigido por Ari Aster (“Hereditary”, 2018).
Una pareja de jóvenes estadounidenses que no pasan por su mejor momento viaja con unos amigos a Suecia para participar del Midsommar, un festival ancestral de verano que se celebra cada 90 años. Sin embargo, lo que inicia como unas necesarias vacaciones poco a poco se convierte en una oscura pesadilla.
La celebración del Midsommar o solticio de verano en Suecia es un periodo de celebraciones que se realiza en el país escandinavo de la noche del viernes a la madrugada del sábado, generalmente entre el 19 y 26 de junio, que tiene su equivalencia a la festividad cristiana de San Juan. Según los historiadores y etnográfos se trataría de una celebración que se remonta a la Edad de Piedra y que incluye una serie de rituales de origen pagano asociados al ciclo de vida y la muerte y la fertilidad femenina. Entre estos se encuentran el midsommarstång o danza alrededor del árbol de mayo (en la práctica un poste o cruz que se adorna con flores y se levanta), el att maja o decoración con vegetales de casas y graneros para atraer la buena fortuna y salud, y la vestimenta con túnicas tradicionales suecas y arreglos florales de inspiración rúnica. Otras creencias señalan que, si una joven recoge 7 flores diferentes en el silencio de la noche de verano y las coloca bajo su almohada, soñará con su futuro marido, y un chapuzón final (desnudo, de preferencia) y un par de aguardientes posteriores.
Tras el gran éxito de “Hereditary” (2018), Ari Aster aceptó definitivamente la propuesta que el productor danés Lars Knudsen de B-Reel le había hecho durante la postproducción de su ópera prima, de filmar una película de terror ambientada en cultos paganos en Suecia. Sin embargo, principalmente porque no encontraba la inspiración para desarrollar el guión de lo que iba a ser una película slasher, y porque atravesaba por una compleja separación de pareja, Aster decidió cambiar el enfoque narrativo, manteniendo la exigencia de la productura escandinava de que la trama ocurriera en Suecia, pero a partir de una historia dramática sobre rupturas en el contexto de un festival pagano de verano, cuyas creencias y actividades terminarán por traducirse en un viaje al mismísimo infierno para la pareja. No es necesario señalar que para el propio Aster “Midsommar” (2019) se convertiría en un verdadero autoexorcismo, como lo sería para la protagonista del film.
De esta forma, y fuertemente influenciada por el clásico británico de folk horror “The Wickerman” (1973) de Robin Hardy, “Midsommar” (2019) inicia como una película dramática sobre problemas de pareja y termina como una experiencia pesadillesca y/o purificadora para los protagonistas, según el enfoque. El leitmotiv propone, entonces, una trama dramática sobre pérdidas familiares, en concreto el suicidio de la hermana y el asesinato de los padres de la protagonista, Dani, una estudiante de postgrado de psicología, por una parte, y las cada vez mayores tensiones en la relación de pareja que tiene con su novio Christian, estudiante de postgrado de antropología, por otra. El presentimiento fatalista y la tendencia emocional a la inseguridad y a la nostalgia de Dani que parecen mermar la relación diariamente, contrastan brutalmente con la distante y indiferente actitud de Christian, que adoptará incluso ribetes antipáticos en el viaje a Suecia.
Es importante destacar desde ya que “Midsommar” (2019) está fuertemente influenciada, no sólo por la obviedad de haber sido concebida por el mismo director, por “Hereditary” (2018) en prácticamente todos sus aspectos discursivos y plásticos, y aún así la primera termina por funcionar sólidamente y sorprender por tomar y adentrarse en sus propios derroteros, convirtiéndola en dos obras totalmente distintas. Así, uno de los aspectos fundamentales que comparten ambos films es la experiencia de la tragedia familiar convertida en pesadilla para los protagonistas, en donde “Midsommar” (2019) reemplazará la brutal descomposición afectiva y emocional de la familia en “Hereditary” producto de la muerte de Charlie, por el desmantelamiento progresivo de la relación de pareja de Dani y Christian tras la muerte de la hermana y padres de la chica.
No cabe la menor duda de que Aster sabe cómo convertir una experiencia traumática en una pesadilla aún peor, lo demostró en “Hereditary” (2018) y lo replica en “Midsommar” (2019). Sin embargo, en esta última estructura las consecuencias de la experiencia traumática de una forma no tan endogámica como en su ópera prima en donde se adentra en las oscuras redes de un culto matriarcalista perfectamente estructurado, sino que se aventura a explorar los alcances de dichas experiencias traumáticas en vínculos más bien exogámicos, a decir, la pareja y las amistades. Como sea, Aster propone en ambos casos la necesidad voluntaria o no de asumir un viaje espiritual inconsciente del protagonista para comprender cuestiones que no entiende o que no acepta, con consecuencias claramente dispares en “Midsommar” (2019), pero sin olvidar que en un inicio ambos recorridos comienzan teniendo el mismo sentido oscuro y trágico.
Esto nos lleva al aspecto simbólico del film, que tiene mucha más sustancia que el evidente rasgo en común que comparten respecto al culto. En primer lugar, la exposición a la luz del culto que en “Hereditary” (2018) se encuentra evidentemente solapado en beneficio del misterio y la pertubación del culto matriarcalista y que en “Midsommar” se puede presentir inequívocamente y, por tanto, resultar un tanto más predecible para el espectador sobre todo si conoce films similares como “Rosemary’s Baby” (1968) de Roman Polanski, “The Devil rides out” (1968) de Terence Fisher y The Wickerman” (1973) de Robin Hardy. Sin embargo, Aster suple magistralmente este aspecto al priorizar lo impredecible, al aventurarse a construir un viaje pesadillesco que tiene como base antiguas creencias supuestamente ahora simbólicas que sobreviven por una cuestión meramente etnográfica y tradicionalista, y que se traducen precisamente como tales, representaciones simbólicas de una forma de concebir el mundo que quedó atrapada en el pasado.
En segundo lugar, encontramos la figura feminista predominante. En “Hereditary” (2018) observábamos una triple figura femenina, la matriarca, la hija y la nieta, que resultan fundamentales para la supervivencia del culto, mientras que en “Midsommar” (2019) si bien no observamos una figura femenina fuertemente arraigada al culto, sí terminaremos por asistir a la conversión de la protagonista como dicha figura. De esta forma, Dani inicia el viaje a Suecia y al Midsommar consciente y convencida de que es una oportunidad para intentar superar la crisis emocional y de pareja, pero también con la sensación de no pertenecer y estorbar en ese mundo, sobre todo a medida que aumenta el distanciamiento, la antipatía y la indiferencia de su novio, y de paso la hostilidad de los amigos de éste que siempre cuestionaron la relación.
En tercer lugar, asistimos al descubrimiento y aceptación de una nueva identidad y un nuevo sentido de la pertenencia en Dani, en la metáfora de su coronación como Reina de Mayo en la que finalmente es aceptada, cobijada y respetada. Luego de ser tratada de forma despectiva, apática y hostil por quienes deberían haber asumido un papel contenedor, la chica encuentra inesperadamente en la comunidad pagana una nueva familia, que tiene en la escena en que las jóvenes suecas la abrazan, lloran y gritan con ella luego de descubrir a Christian engañándola, una enorme metáfora sobre el respeto y la empatía. La mencionada secuencia y el epílogo altamente simbólicos son, de hecho, la concreción de haber encontrado lo que no buscaba, pero necesitaba, un puerto de destino, de felicidad y purificación y/o renacimiento que el espectador, incluso, no esperaba.
En cuarto lugar, y hablando de purificación y de actos simbólicos, “Midsommar” (2019) está cargado de secuencias alegóricas y metafóricas que, aunque chocantes, perturbadoras y terroríficas, se enfocan precisamente en el exorcismo de los demonios internos de Dani. Con el juego que sólo la metáfora y la literalidad permiten, Aster se divierte sorprendiendo, perturbando y golpeando brutalmente las expectativas del espectador con salvajes ritos de suicidio de ancianos y de fertilidad con vírgenes, desollamientos y cocido de pieles animales a personas, práctica del “águila de sangre” (método de tortura y ejecución corte y apertura de las costillas y exposición de los pulmones) y utilización de cadáveres como abonos agrícolas, y con otras prácticas más “inocentes” como uso de sustancias alucinógenas naturales y brebajes amorosos a base de sangre vaginal. Por supuesto, al igual que “The Wickerman” (1973) de Robin Hardy, Aster empleará el fuego como máximo símbolo de exorcismo y purificación para la protagonista, sin dejar de lado sus alcances literales al destruir todo aquello del pasado que la lastimó y que no le permitía renacer.
Y, en quinto lugar, podemos decir que en “Midsommar” (2019) Aster despliega un juego perverso con el espectador sobre lo que presiente y termina sucediendo. Es evidente que algo anda mal desde el momento en que el grupo de amigos llega a Suecia y traspasa una suerte de umbral a un mundo que no tiene más directrices que el no tener directrices convencionales. Una de las cuestiones que paradójicamente más se observan en aquellos que participan de rituales ancestrales o no convencionales está en que rápidamente abandonan la supuesta tolerancia ideológica que prometieron priorizar y que se convierte en una verdadera traba que convierte la experiencia en algo desagradable y, en este caso, perturbador y terrorífico. Y en esta difícil tarea de generar horror a partir de elementos culturales como una festividad pagana para celebrar el cambio de estación, que Aster demuestra manejar un concepto de la turbación y lo macabro que pocos directores en nuestros tiempos tienen.
En el aspecto plástico, “Midsommar” (2019) es una propuesta que, a pesar de no ser oscura literalmente en cuanto a colores y utilización de claroscuros para generar una atmófera visual amenazante y espeluzanente, termina convirtiéndose en una experiencia altamente gratificante gracias a la inteligente visión de Aster de no concentrar el horror en la oscuridad. El director demuestra una experticia tal sobre la construcción y exposición del horror como experiencia cinematográfica en una ambientación a plena luz del día, que da cuenta de una perspectiva original, riesgosa y ciertamente atípica, que rompe todos los canónes del género sobre la oscuridad como factor que abriga la maldad, la muerte y nuestros miedos primigenios. Este enfoque permite al director asaltar a gusto al espectador al encontrarlo definitivamente con la guardia baja en gran parte del metraje, lo que fortalece en gran medida la efectividad del film de perturbar y horrorizar.
El destacable trabajo del fotógrafo polaco Pawel Pogorzelski, que repite luego de “Hereditary” (2018), es diverso y contempla el contraste de la fría y melancólica ciudad natal de los protagonistas estadounidenses y la iluminada y fresca naturaleza escandinava acentuada por un uso de abundante flora de árboles, plantas y flores y su diversidad de colores, la utilización de inmuebles y dependencias minimalistas que remiten a la tradición vikinga, ricamente decorados con pinturas y relieves en madera finamente tallados que buscan plasmar historias antiguas y paganas en una época anterior al cristianismo en Escandinavia, la predilección de enclaves naturales para establecer una conexión más fluida con las creencias ancestrales (el bosque, el despeñadero, etc.) y la exploración de una fotografía realista y naturalista para las escenas más brutales como el suicidio y el dramático y simbólico epílogo.
En el reparto, si bien no encontramos actuaciones magistrales como en el film anterior, sobresale la talentosa británica Florence Pugh (“Lady Macbeth”, 2016) que interpreta a la atribulada Dani. Demostrando tener una amplia gama de registros emocionales y su traslación espontánea en medio de una crisis depresiva, Pugh se echa todo el peso interpretativo a la espalda y sale totalmente airosa con un personaje complejo, que parte de resurge como ave fénix a partir de la fragilidad e inseguridad más conmovedora. Su compañero Jack Reynor (“Macbeth”, 2015) tiene un desempeño correcto como el novio de la protagonista, Christian, personaje que inicia con dudas respecto de su relación y que se convierte en objeto de odiosidad y desprecio por su falta de empatía y egoísmo. El sueco Vilhelm Blomgren (“Gösta”, 2019), en tanto, que interpreta a Pelle, el amigo escandinavo que los invita al festival, se alza como un interesante comodín interpretativo que rivaliza con Christian y que desde la oscuridad va encaminando el viaje de purificación de Dani.
El reparto secundario lo completan William Jackson Parker (“Dark Waters”, 2019) como el ambicioso Josh, afroamericano sin escrúpulos que está dispuesto a violar cualquier acuerdo de confidencialidad en pos de su tesis de antropología, y Will Poulter (“The Maze Runner”, 2014) como Mark, el petulante, quejoso y menos brillante del grupo que sólo viaja a Suecia en busca de sexo casual, drogas y alcohol. También encontramos a la británica de origen indio Ellora Torchia (Serie “Broadchurch”, 2013-2019) y al también británico Archie Madekwe (Serie “See”, 2019) como la otra pareja extranjera que viaja al festival, pero que atraviesa por un buen momento amoroso.
Otro de los grandes triunfos y pilares de “Midsommar” (2019) es su aterradora y, a la vez, hermosa banda sonora. Con una carrera de más de 10 años en el circuito independiente, el músico estadounidense regala una partitura oscura y tenebrosa llena de matices y atmósferas siniestras, en donde predominan tonos bajos envolventes y agudos cacofónicos minimalistas. Llena de cambios de ritmo y tono, se acopla perfectamente -de hecho parece haber sido el punto de origen de varios aspectos del guión- al tortuoso pero purificador descenso de la protagonista a los infiernos.
“Midsommar” (2019) se rodó íntegramente en Budapest en el verano y otoño (julio y octubre) de 2018 y fue estrenada en Estados Unidos el 3 de julio de 2019 por A24 y en Suecia el 10 de julio de 2019 por Nordisk Film. Se convirtió en un éxito de taquilla menor comparada con “Hereditary” (2018) al recaudar más de US$47 millones a partir de una inversión de US$9 millones, sin embargo, resultó igual de aclamada por la crítica que destacó la dirección de Asher, la interpretación de Pugh y su carácter atípico de película de horror.
El film fue seleccionado como una de las películas independientes más importantes del año por el National Board of Review, fue nominado a varios premios entre ellos a la mejor película de terror/ciencia ficción en los Critics Choice Awards, a la mejor fotografía en los Independent Spirit, a los mejores efectos especiales en la Asociación de Críticos de Chicago, al mejor diseño de producción en el Círculo de Críticos de San Francisco, y al mejor guión y mejor actriz (Pugh) en los Gotham Awards.
En resumen, un ejercicio cinematográfico de horror atípico pero totalmente pertubador y espeluznante que tiene sus mayores méritos en asaltarnos emocional y psicológica con lo que menos esperamos y a plena luz del día.
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¿Enserio le dan buena nota a este bodrio? Es que no lo entiendo, es una de las peores películas que he visto este año, y esta es mucho peor que Hereditary (que también es del mismo director).
Me explico, la trama no tiene ningún sentido, solo se puede apreciar a una secta haciendo bailes bizarros y diciendo tonterías todo el puto rato, que se fumo el director y guionista para meter tantas estupideces en una película de dos horas y media, si me dijeran que esto era una parodia quizá entendería, pero no lo es, es algo que pretendía ser de calidad pero que resulta mas bien tonto y muy cutre.
La pocas muertes que hay son por demás ridículas (por no decir patéticas) y las supuestas escenas de ¨terror¨ resultan mas bien risibles, al final parecía de hecho una película porno sin sentido. Por lejos la comedia involuntaria de 2019.
Lo único bueno es la fotografía y las actuaciones, lo demás no vale un carajo. Gracias a dios que no me la vi en el cine, me hubiera sentido estafado con semejante truño.
A mi me encantó! Comparto con lo que dicen muchas críticas sobre que por momentos es lenta y le sobra media hora de metraje pero no me aburrió.
Tiene una historia bastante original y está muy bien realizada.
Los efectos y el maquillaje son excelentes.
Las 2 horas y 27 minutos que dura entretienen sin aburrir en ningún momento (aunque es cierto que, como dije anteriormente, por momentos es bastante lenta).
Recomendable!
Quisiera resaltar que es una de las películas más lentas que he visto, por lo menos en los últimos años.
Dos horas y media de duración cuando se pudo realizar este proyecto en la mitad del tiempo ya que la mayoría del metraje sobra. En algún momento de la recta final pensé que levantaría pero fue muy poco, qué decir de las muertes de los personajes simplemente los desaparecieron, prefirieron usar el tiempo en escenas irrelevantes y bailes estúpidos.
Pareciera que fueron improvisando cuando pensaron en la historia ya que la mayoría del guión es una basura, y bueno el desenlace me parece absurdo e intrascendente.
Pudiera rescatar quizás un poco el maquillaje y los efectos especiales, me gustaron ciertas tomas, se cuidaron muchos aspectos, pero a final de cuentas por lo que se mencionó en párrafos anteriores me parece un mal trabajo por parte del director que evidentemente le falta mucha experiencia.
He de reconocer que las historias sobre ritos paganos tipo El hombre de Mimbre y demás no me van mucho, pero tras la gran Hereditary quise darle una oportunidad.
Hay algo de este director que me está empezando a cansar. Si bien en Hereditary lo empleaba no se me hizo tan pesado. Que un plano sea de 5 minutos recorriendo el camino de una persona, o enfocando un elemento hasta el infinito no lo hace más interesante. La pausa que se toma al grabar Ari a veces agota.
La historia en sí no tiene nada nuevo, se ha visto mil veces.
En conclusión, no puedo decir que sea mala película, pero no creo que le vuelva a dar otro visionado, sl contrario que su anterior obra
Ari Aster, aclamado por su primer metraje ¨Hereditary¨, nos trajo un nuevo producto totalmente alejado de lo que fue su primer trabajo.
Midsommar, una apuesta muy bien llevada y muy interesante durante toda su duración.
Un festival en Suecia, donde nunca anochece. Amigos, pareja, fiesta, vacaciones... ¿qué puede ir mal?
Al principio de la película podemos ver a la protagonista sufrir un trauma que le acompañará durante toda la película. Su novio, quien tendría que ser su principal apoyo parece ser que le importa más el festival.
Las actuaciones están muy bien, sobretodo la protagonista que es quien lleva todo el peso de la película.
Lo que más me impactó es su bella fotografía, esos paisajes en los que puedes a veces imaginar que estás ahí y ese sol tan apetecible que está lleno de alegría. Pero eso, no durará mucho.
Es un festival un tanto curioso con unas costumbres de lo más aterradoras. Destaco unas cuántas escenas que me llamaron mucho la atención y ante todo el trabajo para hacer que sean brillantes.
Puede ser lenta para quienes no valoren este tipo de arte e incluso larga, pero a mí me impactó y tiene detalles que de verdad son altamente estimables.
Muy recomendable.
Primer acercamiento al cine del director Ari Aster cuyo debut Hereditary aun no veo, y que la verdad me pareció interesante. Nada mal para ser como un primer contacto.
De Midsommar puedo decir que se nota una muy fuerte influencia, tomada del clásico de 1973 El Hombre de Mimbre, pues ese tema de cultos, sectas y sacrificios humanos ya se había visto antes y El hombre de Mimbre es un claro ejemplo de ello.
Midsommar comienza bastante lenta, una chica cuya vida esta marcada por la tragedia, envuelta en una relación toxica y busca como darse un nuevo aire, pero mientras pasan los minutos las cosas que al parecer resultan normales y solo se trata de cánticos, rituales y un estilo de vida muy distinto y fuera de lo común, la pelicula entra en un terreno turbio, extraño y bizarre, es como si Aster decidiera fumarse un buen porro y dejar que su cabeza haga el resto.
Esta parte de la película me gusto, que todo se fuera al demonio, que la razón se perdiera y el fanatismo entrara en juego. También esto es como su punto débil, ya que también raya en lo absurdo,en lo pretencioso.
Florence Pugh me parece que hizo un buen papel, el resto de jóvenes apenas pasan la prueba y para mi es como otro punto débil, las actuaciones no me resultaron tan convincentes ni naturales como las de la chica Dani.
Midsommar es un coctel bizarre, extraño y algo confuso pero que a mi me gusto a pesar de que no es nada novedosa su trama porque como dije, esta muy inspirada en el Hombre de mimbre de 1973.
Pasa la prueba.
Lo bueno:
Las escenas de los rituales, la pizca de morbo y los últimos 40 minutos. Una moderada fumada.
Lo malo:
Lenta al inicio y que le sobran muchos minutos.
Mis espectativas eran realmente altas para esta pelicula, ya que prometían una nueva vuelta de tuerca al cine del terror.
La primera hora estuvo bien, bastante inquietante, y puedes entender a los personajes. La fotografía de la pelicula es sencillamente excelente, y hay algun par de tomas bastante logradas, simples, pero logradas.
Pero......despues todo pasa a ser un circo. Literalmente. Se les olvido que hacían una película de terror y pasaron a un intento de horror, que mas alla de escandalizar, al menos a mi me dio RISA. La película pasa a tornarse totalmente predecible, las tomas geniales desaparecen, y al final de la pelicula te quedas preguntandote quien rayos te va adevolver las practicamente dos horas y media que dura semejante esperpento.
Le doy un 3, solo por las dos tomas qje me gustaron, y por la fotografía. Si, sería para un 5 al menos, pero el como destrozaron todo luego de la primera hora le quito 2 puntos. Y estoy siendo generoso.
Ya desde un rato quería hacer esta crítica respecto a esta cinta. Esta es una película la divide a el público y la crítica.
En primer lugar te la venden como película del género de terror y hace la gente le llama la atención pero cuando la ven sorpresa!!!
Aquellos que dicen que es una mala película la ven con ojos de espectador que busca entretenimiento para pasarla bien, pero esta película no sirve para eso porque si no pasarán un rato aburrido y no sabrán que pensar después de ver esto.
Esta película está mas dirigida a la crítica, la fotografía es increíble, las actuaciones muy bien resaltando el papel de Florence Pugh, el guión es bueno aunque nada nuevo y predecible. La película es mas de lo que vemos pero si la vemos para pasar el rato y ver algo de terror para asustarnos esto no funciona.
Yo no soy crítico pero se cuando una película va dirigida a quien. Así que entiendo perfectamente la gente que dice que está es horrible, porque si la veo como simple espectador que busca algo entretenido es horrible pero si sabemos que la película es mas de ¨arte¨ veamosla como críticos o si no dejemosla para los críticos y evitar decir cosas malas a esta película. Yo sabía a lo que me iba a enfrentar por eso está película me ha encantado.
Críticas: 54
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JohnConnor
5
Perturbadora película.
No me gustó la actuación de la chica, me acabó cansando tanta histeria, los demás correctos.
Tiene escenas para el recuerdo y momentos muy chungos pero desde mi punto de vista está muy sobrevalorada.
Recomendable pero no para todo el mundo.
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