El director Bill Zebub es conocido por su amor al death metal, sus fanzines y blogs destinados a comentar y criticar discos de metal extremo; y, por supuesto, sus películas de serie Z, con tramas bizarras repletas de chicas desnudas y con bandas sonoras con sus bandas preferidas.

En Dickshark tenemos una crema para agrandar el pene que a un tipo le causa un grave efecto secundario, convirtiendo su pene en un tiburón, con aletas y dientes. El sexo le resulta imposible y cuando intenta orinar, su dickshark le muerde los dedos. Su novia le dispara directamente en el dickshark, arrancándoselo y enviándolo por el desagüe. Pero claro, el dickshark es demasiado inteligente y buscará la forma de sobrevivir, evolucionando y encontrando sexis chicas para atacarlas y violarlas.

Sí, suena bizarro, y lo es más de lo que imaginas. La película es un bodrio tedioso; pero, no puedes perderte la experiencia de ver al dickshark atacar a las chicas desnudas, con zoom a sus atributos y en eterna cámara lenta, que alarga la película a dos horas y media; los monólogos sin sentido de Bill Zebub, mientras masajea los senos de mujeres tatuadas desnudas ¨por apoyo a la ciencia¨; y, el detalle y cuidado que pone Zebub en filmar una vagina ondulante en un primerísimo plano y en cámara lenta. Ni siquiera Lars Von Trier, ni ninguna directora feminista posmoderna, podría competir con el peso y el enfoque que Zebub le da al sexo femenino en Dickshark. XD

Me gusta (0) Reportar