Una película difícil, si disfrutaste de películas como la bruja o hereditary esta película te gustará.
Una película con una excelente fotografía, música, un guión sencillo y actuaciones increíbles. La película mantiene una tensión y te sumerge junto con los personajes en este mundo de locura y terror.
Este tipo de películas deja libre el como la interpretas o el significado real de esta pues tiene elementos de mitos griegos, la cordura del ser humano o sólo una imaginación. Así que deja al espectador a que interprete libremente lo que nos deja esta película. Una película muy recomendable, un cine diferente que muchos deben de ver aunque no se muchos llegan a disfrutar pero eso no significa que está no sea una de las mejores películas del año.
Es una película difícil de ver arriesgada y en sí totalidad bien hecha a blanco y negro y el formato que tiene el mismo que usaron en ghost story le da una sensación extraña además que la historia tiene muchas interpretaciones sobretodo en el final, de ahí que los marineros van perdiendo la cordura en esa isla remota además que vemos cosas extrañas como la sirena, tentáculos, gaviotas que se notan muy inquietas y así
Todo un logro lo de la ambientación y sin duda es una película que no deja indiferente y que su duración no se siente y el final deja muchas interpretaciones y como olvidar las actuaciones ambos inmensos Robert irreconocible demuestra el buen actor que es magnifico y Willian Dafoe poco se puede decir de este hombre su trabajo es otro nivel
Una sorpresa por más películas así
Robert Eggers ya demostró en su debut con La bruja tener virtudes; una puesta en escena como si de un veterano se tratase, un terror ambiental que no se va en ningún momento, una tensión constante, y un sabor amargo que deja en el espectador una vez acabada la película.
Ahora bien, lo que ha hecho con El faro (The Lighthouse), es de otro nivel.
Un terror con clara inspiración en Lovecraft, cuya historia es más bien un viaje que nos hace partícipes a los espectadores. La película es muy cruda, pero a su vez tiene un humor ácido que encaja a la perfección.
Y es que este largometraje te envuelve desde el minuto uno con su diseño de sonido, que te seguirá retumbando en la cabeza incluso cuando la hayas acabado.
Y como olvidar su hermosa fotografía, grabada en formato 4:3 y B/N, que brinda al espectador unos planos que quedan marcados en la retina.
Y no nos dejemos la guinda del pastel, las actuaciones. Tenemos un Robert Pattinson y un Willem Dafoe que lo dan todo en pantalla, y que sinceramente, son junto a Adam Driver y Joaquim Phoenix, las mejores actuaciones de este 2019.
En conclusión, si eres fan del cine de terror, no te la pierdas, pues verás una apuesta única, con un apartado técnico excelente, con una atmósfera envolvente, y unas actuaciones soberbias.
Como única pega, su escasa distribución.
Película que prácticamente podemos considerar de autor, que se viste de cine comercial sobre todo por sus protagonistas (en especial Pattinson), pero que ni mucho menos está pensada para cualquier espectador.
Estamos ante una propuesta que lo primero que destaca es su puesta en escena. Un formato antiguo, blanco y negro y con pantalla a cuatro tercios, que permite adentrase de lleno en la trama, casi uno puede percibir el olor a humedad y otras atrocidades. Su segundo gran punto son sin duda sus dos protagonistas, ambos hacen un auténtico papelón.
Pero el desarrollo del filme me parece demasiado paranoico, típico en cierto tipo de cortometrajes, que propone la destrucción de dos personas que tienen que convivir en una situación extrema. El problema es que o amas el cine surrealista/autor, (con escenas al más puro estilo final de 2001 una odisea en el espacio) o simplemente terminas rallado y cansado del metraje.
Como suele ser habitual en este tipo de filmes, todo queda sujeto a la interpretación que uno quiera darle, porque la película no nos aclara nada de lo que estamos viendo de una manera clara.
Artísticamente genial, pero es cine dificil de ver para algunos.
Comenzar diciendo que quien busque sangre, monstruos marinos, etc. no los encontrará acá.
Es la historia de convivencia de dos desconocidos, el viejo hombre de mar, y el joven quien tomó el empleo para ayudarle. Interacciones que con el tiempo va desencadenando la paranoia entre ambos.
Así vemos como los personajes se van destruyendo, perdiendo la cordura en la medida que avanza la historia. La soledad, el abuso, el alcohol, etc. son las razones tras ello. Llegando en un momento las viejas historias de mar, de tentáculos, tritones y sirenas, apoderarse con surrealismo de la cordura humana.
El blanco y negro de su fotografía, le da el marco ideal. Y en que en Pantalla se puede sentir y oler la humedad del mar, de las criaturas marinas, y sus tentáculos. Todo un logro.
También, la actuación de dos grandes, es digna de aplauso. Logran a la perfección representar todos los aspectos de un hombre solitario.
Cine del que se degusta con calma.
Críticas: 26
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yokai
9
A mi parecer, superior a su precedesora, LA BRUJA.
Es de mis pelis favoritas del año sin duda, considero que te deja intrigado y confuso hasta el final, dónde con un desenlace, más o menos revelador, te deja al menos pensando y debatiendo sobre el metraje en cuestión, ¿que ha sido real? ¿que ha sido un sueño? ¿cual es la historia?
No negaré que con tanta ambigüedad no sabía como tomármela ni que sorpresas ni giros nos depararían. Pero una vez vista y debatida, me da tremendas ganas de volverla a ver.
Hablemos del apartado técnico. Lo más destacable es cómo justifican el blanco y negro con las medidas de la pantalla. Pues refuerza la incertidumbre, la soledad y la sensación de estar atrapado y encerrado en la isla, dónde lo único mágico que dislumbra a los personajes es la propia luz del faro. Totalmente inquietante.
Y es que, la composición encaja a las proporciones de la pantalla. Los escenarios ocupan toda la pantalla, son estrechos y pequeños, los personajes se dan golpes entre los espacios, incluso cuando están en el exterior, se ven obligados a pasar por caminos estrechos, encerrados o vertiginosos. Todo pensado para comprometerse con el sentido de la película.
Hablemos de las interpretaciones, ambas sobervias. Me gustaría pararme con la de Robert Pattinson que a mi parecer, es la más sorprendente, por su evolución que tiene a lo largo del metraje. Empezando por un personaje que a penas expone sus sentimientos, lo que provoca cierta tensión en lo que está escondiendo, un personaje misterioso que con leves sonrisas es capaz de provocar cierta incertidumbre para el espectador. Y como, poco a poco, se deja llevar por la locura y la brutalidad.
Sobre la narración, vi muchos paralelismos con LA BRUJA, pero siento que en esta peli están mejor llevados y desarrrollados. Además, hay situaciones mucho más violentas (no necesariamente sangrientas). Lo que más quiero destacar de este apartado es una de las múltiples temáticas que recorre la película. Tratan sin duda la soledad. Hay curiosamente, mucha comedia también, a muchos niveles, desde humor negro a humor de pedos. Pero. Lo que más me ha sorprendido, es que aprofundizasen a lo largo del film, casi casi como la temática principal, la sexualidad de ambos personajes. Que incluso hay cierta perversión en ello y violencia. Claramente buscaban perturbar, pero me agradó que jugasen con ello, al fin y al cabo, no es casualidad que EL FARO tenga forma de nabo. (No es un mal chiste, el propio director habló de ello).
En resumen.
Buena peli. No para todo los espectadores. Pero, se agradece que experimenten tanto con el cine del horror y el terror.
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