“Dear David“, la película basada en el famoso hilo viral de Twitter de 2017, deja un sabor agridulce en aquellos que esperaban una experiencia aterradora. Más que una genuina exploración del miedo, parece ser un producto publicitario que deja mucho que desear.
La trama nos sumerge en el origen del infame niño de cabeza aplastada, quien atormenta a un dibujante de la agencia Buzzfeed. Sin embargo, ya sea debido a su limitado presupuesto o a las actuaciones regulares, la película no logra alcanzar las expectativas generadas por su material de origen. Paradójicamente, resulta más inquietante el hilo original en Twitter que la forma en que se presenta la historia en la pantalla grande.
Uno de los principales problemas de “Dear David“ es su incapacidad para construir un clímax adecuado. A medida que avanza el metraje, la tensión se desvanece y la historia se desinfla sin llegar a un clímax satisfactorio. Esto deja al espectador con una sensación de decepción y un final olvidable.
Es evidente que “Dear David“ tenía un potencial considerable para explotar el impacto viral que generó en su momento. Sin embargo, el resultado final carece de la intensidad y la atmósfera inquietante que se esperaba. Es más, siento que hasta su versión dibujada daba más miedo que su versión “live action“. La película se queda corta en su intento de capturar la esencia del terror que conquistó las redes sociales.
Es de esas películas que después de terminar, la olvidas y parece que no hubieses visto nada.
ilustrador.tk
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“Dear David“, la película basada en el famoso hilo viral de Twitter de 2017, deja un sabor agridulce en aquellos que esperaban una experiencia aterradora. Más que una genuina exploración del miedo, parece ser un producto publicitario que deja mucho que desear.
La trama nos sumerge en el origen del infame niño de cabeza aplastada, quien atormenta a un dibujante de la agencia Buzzfeed. Sin embargo, ya sea debido a su limitado presupuesto o a las actuaciones regulares, la película no logra alcanzar las expectativas generadas por su material de origen. Paradójicamente, resulta más inquietante el hilo original en Twitter que la forma en que se presenta la historia en la pantalla grande.
Uno de los principales problemas de “Dear David“ es su incapacidad para construir un clímax adecuado. A medida que avanza el metraje, la tensión se desvanece y la historia se desinfla sin llegar a un clímax satisfactorio. Esto deja al espectador con una sensación de decepción y un final olvidable.
Es evidente que “Dear David“ tenía un potencial considerable para explotar el impacto viral que generó en su momento. Sin embargo, el resultado final carece de la intensidad y la atmósfera inquietante que se esperaba. Es más, siento que hasta su versión dibujada daba más miedo que su versión “live action“. La película se queda corta en su intento de capturar la esencia del terror que conquistó las redes sociales.
Es de esas películas que después de terminar, la olvidas y parece que no hubieses visto nada.
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