Curiosidades de The World, the Flesh and the Devil (2)
bigladiesman
8 Oct 2012
- Harry Belafonte co-produjo la película sin ser acreditado (me temo que todos sabemos el por qué).
- Las escenas del Nueva York con Belafonte, Stevens o Ferrer corroendo por ahí se rodaron en varios días y requirieron de mucha paciencia. Actores y equipo tenían que presentarse al amanecer, disponer el material, acordonar la zona, rodar y recoger. Fácil en principio, pero todo eso se tenía que hacer en una o dos horas, ya que después llegaba la hora punta y el frenesí diario de la Gran Manzana. No ponían permitirse tener a unos tarugos de la Costa Oeste cortando el tráfico en ese momento (aunque Belafonte sea neoyorquino de toda la vida).
- Inger Stevens falleció en 1970 de sobredosis de barbitúricos a los 35 años (no era la primera vez que intentaba suicidarse). Era muy propensa a las depresiones. En ese momento estaba separada de su marido, Ike Jones - un actor negro con el que se había casado en secreto – , trabajaba mucho en pelis destacadas y tenía bastante dinero: 162.000 $, según cifras actuales, una cantidad cercana a 700.000 €. Al no haber hecho testamento ni tener hijos, Ike Jones reclamó (había que tener valor para hacerlo, siendo un negro casado con una blanca. Eso era casi un crimen en 1961, cuando se casaron) ser el administrador de su herencia. El hermano de Inger se presentó en el juicio para apoyar a Ike (había que tenerlos enormes para hacer esto incuso en 1970) y acabó siendo beneficiario de la mitad de la herencia. Enseguida que lo obtuvo lo dio todo a instituciones para ayudar a personas con enfermedades mentales. Un gesto encomiable por parte del Sr. Strensland (nombre real de la familia), que quiso así honrar la memoria de Inger.
bigladiesman
- Harry Belafonte co-produjo la película sin ser acreditado (me temo que todos sabemos el por qué).
- Las escenas del Nueva York con Belafonte, Stevens o Ferrer corroendo por ahí se rodaron en varios días y requirieron de mucha paciencia. Actores y equipo tenían que presentarse al amanecer, disponer el material, acordonar la zona, rodar y recoger. Fácil en principio, pero todo eso se tenía que hacer en una o dos horas, ya que después llegaba la hora punta y el frenesí diario de la Gran Manzana. No ponían permitirse tener a unos tarugos de la Costa Oeste cortando el tráfico en ese momento (aunque Belafonte sea neoyorquino de toda la vida).
- Inger Stevens falleció en 1970 de sobredosis de barbitúricos a los 35 años (no era la primera vez que intentaba suicidarse). Era muy propensa a las depresiones. En ese momento estaba separada de su marido, Ike Jones - un actor negro con el que se había casado en secreto – , trabajaba mucho en pelis destacadas y tenía bastante dinero: 162.000 $, según cifras actuales, una cantidad cercana a 700.000 €. Al no haber hecho testamento ni tener hijos, Ike Jones reclamó (había que tener valor para hacerlo, siendo un negro casado con una blanca. Eso era casi un crimen en 1961, cuando se casaron) ser el administrador de su herencia. El hermano de Inger se presentó en el juicio para apoyar a Ike (había que tenerlos enormes para hacer esto incuso en 1970) y acabó siendo beneficiario de la mitad de la herencia. Enseguida que lo obtuvo lo dio todo a instituciones para ayudar a personas con enfermedades mentales. Un gesto encomiable por parte del Sr. Strensland (nombre real de la familia), que quiso así honrar la memoria de Inger.
Reportar