Extrañísima película de presupuesto muy escaso pero innecesario para un argumento dónde un vigilante nocturno o guardia de seguridad, es víctima de apariciones, voces y escenas sobrenaturales.
Para desconcertar al espectador, a mitad de la trama principal hay una pequeña historia que no funciona para nada como engranaje: una mujer sensual comienza a matar a jóvenes de ambos sexos sordomudos en una finca de veraneo y, de la nada, la historia principal del vigilante en su perturbadora (y confusa) situación, que tiene un descenlace que es mejor que cualquier idea de todo lo visto anteriormente.
La duda es cuál fue la intención de Tiziano Cella con este filme dirigido y guionado por él mismo, que podría haber sido aún mejor, pero que finalmente es malo y rematado con escenas postcréditos que tampoco sirven para rellenar una película de duración corta, lo único acertado.
Críticas: 2
Gilles De Rais
3
El tal Jonathan Silvestri, con su demencial actuación de patio de colegio, se termina de cargar la ya de por sí mala película, interpretando al protagonista, Jack, un vigilante nocturno con pasado militar y policial, que verá mujeres con el rostro desfigurado, oirá voces, no paran de aporrearle el teléfono con llamadas de auxilio, etc. Luego, al poco de casi llegar la media hora, ¨entra¨ otra peli en acción, con un grupo de sordomudos que irán siendo asesinados. Todo está relacionado, claro está. Pero me da la sensación de que al director se le terminó yendo de las manos este curiosísimo film de una hora de duración, y que no aporta absolutamente nada de nada. A propósito, cuando termina la peli, veremos unas cuantas tomas falsas.
Me gusta (0) Reportar