Si uno se fija bien, aunque Miss Tessmacher lleva una larga boquilla con un cigarrillo, Valerie Perrine nunca le da una calada, y es que Perrine no fumaba en la vida real.
Ilya Salking cuenta que después de acabar el rodaje de la fotografía principal, iba en coche a los estudios Pinewood cuando vio otro coche que llevaba a Geoffrey Unsworth. Le extrañó, pues ya había acabado su trabajo y estaba en París trabajando con Roman Polanski. Una vez en su despacho, comentó a los presentes que acababa de ver a Unsworth.
“Estás loco, Ilya”, le respondió álguien “Geoff ha muerto esta madrugada en París”...
Mario Puzo no fue el primer guionista considerado para la película: los Salkind y Spengler querían a William Goldman. Se reunieron con él, elegante y comedido, en una enorme suite del hotel Plaza de Nueva York. La reunión fue muy cordial, pero Goldman sorprendió al trío cuando tras cuatro horas, el escritor y guionista declinó: “No puedo sentirlo... No sé cómo hacerlo”.
Cuando se fue Goldman, Salkind achacó su decisión a que se había sentido intimidado por el ridículamente lujoso ambiente. Fueron a recepción y pidieron una pequeña habitación. Al cabo de un rato, a Ilya se le ocurrió la idea de Puzo.
A los dos días, Puzo se presentó en la habitación vestido con ropa de calle y mucho entusiasmo. La reunión fue un desmadre y todos lo estaban pasando pipa. Puzo declaró “Me gusta. Aquí hay algo”. ¿Sería el ambiente?
Originalmente, Richard Donner quería contar con Jerry Goldsmith, que había ganado un Oscar tras trabajar con Donner en ¨La profecía¨, para la banda sonora, pero no se encontraba disponible, por lo cual el mismo Donner eligió a John Williams.
Según Richard Donner, originalmente la película acababa con el impacto de uno de los misiles en la portal de la Zona Fantasma y Zod gritando ¨¡Libre!¡Libre!¨, tras lo cual aparecía un cartel anunciando que la historia continuaba en Superman II.
Por supuesto, eso se dejó para la secuela.
La escena del rescate del gato subido en el árbol iba a rodarse en exteriores de Nueva York, pero parece que no eligieron bien los árboles, y toma por toma, Reeve, colgado de una grua, se estrellaba una y otra vez sin poder llegar al minino ante el cachondeo general de los mirones que le gritaban cosas del tipo ¨Venga, Superman, que esta vez lo pillas¨ o ¨A ver si coges al gato este de una vez¨.
Finalmente, se rodó la brevísima secuencia de 4 segundos donde Superman coge al gato en Pinewood. El resto de la escena es en exteriores neoyorquinos.
Durente el rodaje en exteriores (concretamente en el edificio del Daily News de Nueva York) de la celebrada escena del helicóptero, con mucha gente mirando, Geoffrey Unsworth se dio cuenta de que los generadores que usaban para los focos no eran suficientemente potentes como para que le satisfaciera la iluminación de la escena. Un agente de policía de los que estaban controlando el set le propuso conectar los generadores a una farola para obtener más energía. Tras enseñarke el agente cómo hacerlo, Unsworth conectó los generadores a la farola y ¡click!, toda la ciudad a oscuras. Era el Gran apagón de 1977.
A Unsworth le entró pánico: pensaba sinceramente que había sido él el causante. A los pocos minutos se supo la causa real (el impacto de un rayo sobre una central eléctrica), Unsworth se sintió bien aliviado, se suspendió el rodaje y todo el equipo se fue en un minibús. Los generadores los requisó la policía para dar luz de emergencia a gente que lo necesitara urgentemente: de hecho algunos de ellos se los cedió la poli a la mismísima redacción del Daily News para que los periodistas pudieran seguir con su trabajo.
Ya que estamos, las pocas fotos con Reeve y Brando trabajando juntos muestran un cordial ambiente de trabajo, pero Reeve no acabó satisfecho con él, declarando que con solo 53 años y en el que podía haber sido su gran momento, era penoso ver a una leyenda como Brando sudando de todo sin que nada le importase un carajo y haciendo papeles pequeños como ese en lugar de guiar a la nueva generación de actores de cine que estaba apareciendo.
Aunque no era necesario, Christopher Reeve quería coincidir al menos en una escena con Marlon Brando. Al hombre le hacía ilu. Así pues, se lo trajeron a la escena en que Jor-El se revela a su hijo en la Fortaleza de la Soledad.
Reeve solo tenía que doblar la frase ¨Who am I?¨, y se la preparó a conciencia.
Total que en el plató, o en el estudio de grabación o lo que fuera, estaba Brando soltando su discurso y Reeve le contestó con un dramático, cavernoso ¨Who am I...?¨. Brando respondió más o menos: ¨¿Así es como lo vas a decir? Po mú bien, po fale...¨
Les Bowie utilizó varios efectos bastante tradicionales para ilustrar el espacio y Krypton: el sol rojo kryptoniano era una lata de gasolina que encendieron en una habitación a oscuras, y los restos de Krypton volando por el espacio tras la explosión eran pelotitas pintadas con magnesio, también filmadas a oscuras.
Siegel y Shuster asisitieron a la premiere de la película. Decir que les gustó es quedarse cortos: estaban totalmente eufóricos.
En su empeño en que superman marcara paquetorro, el equipo equipaba a Christopher Reeve con rellenos metálicos de diferentes tamaños, a veces, dice Margot Kidder, pasándose mucho y haciendo que pareciera que fuera bastante empalmado. Esos días, Kidder iba hacia su compañero y daba tobitas en el relleno porque le hacía gracia que hiciera ¨ding, ding, ding¨. Reeve se cabreaba como una mona: ¨Para ya... Para ya, Kidder, para ya!¨.
El brillo de los vestidos kryptonianos se logró cosiendo diminutas bolitas de cristal en ellos. Los actores tenían prohibido tocarlos con las manos desnudas, ya que eran tan delicadas que el solo contacto con sus aceites cutáneos podían estropearlas.
Poco se sabe que Christopher Reeve sabía perfectamente qué movimientos tenía que hacer para simular que volaba, sorprendiendo incluso al mismo Donner, y es que uno de los hobbies del actor era volar en ala delta.
El mito de la Disney Keenan Wynn empezó el rodaje en el papel de Perry White, pero a los pocos minutos de empezar, sufrió un colapso cardíaco debido al cansancio y el estrés sufrido por su desplazamiento al Reino Unido. Afortunadamente, fue llevado bien rápido al hospital y se recuperó, pero Jackie Cooper tuvo que ocupar su lugar.
No hay truco alguno de cámara en la escena en que el joven Clark Kent (Jeff East, doblado por Christopher Reeve) manda un balón en órbita de un patadón: se puso un cañón de aire comprimido bajo la pelota y ésta salió despedida a muchísimos metros.
Cuando se le ofreció a James Caan el papel, su contestación fue: ¨A mí no me embuten de ninguna manera en ese traje idiota¨.
Una de las desmesuradas exigencias de Marlon Brando para salir en la película es que no quería aprenderse ni una línea de diálogo. Así pues tuvieron que distribuir sus líneas estratégicamente por el plató para que las fuera leyendo, hasta el punto de que hasta los pañales del Kal-El bebé llevaban escritas acotaciones.
Roger Moore dejó escrito en su biografía que coincidió con Christopher Reeve repetidas veces por la cantina de los estudios Pinewood. Cuando se presentaba vestido de Superman, todas las féminas presentes suspiraban por el joven galán, que según parece no se enteraba de nada. En cambio, cuando se presentaba vestido de Clark Kent, continuaba Moore, nadie le hacía caso.
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bigladiesman
La primera opción para Otis era, como Ned Beatty o Gene Hackmam, otro actor serio que hacía poco que había empezado a hacer comedias: Peter Boyle.
Sin duda, volver a ver a Hackman y Boyle juntos tras la escena del ciego de “El jovencito Frankenstein” hubiera sido la reoca y el despiporre.
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