Ficha El Vampiro

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Críticas de El Vampiro (14)




Miguel Arkangel

  • 14 Oct 2021

8


El Vampiro es uno de los filmes fundamentales del cine fantástico mexicano, dirigido por Fernando Méndez y protagonizado por Abel Salazar y Germán Robles como Lavud, el vampiro. El guion de Ramón Obón combina ciertos elementos del dramón familiar, tan típico del cine mexicano, con el vampirismo gótico, en una trama sutil, con tensión dramática, buenas dosis de suspenso fantástico y una atmosfera de misterio.

El trabajo de fotografía es espectacular, con un estupendo manejo de las luces y las sombras, y unos efectos de neblina que aportan mucho a la ambientación misteriosa.

Se considera a esta película como la primera en la que aparece un vampiro con colmillos, adelantándose a la Universal y a la Hammer, teniendo además una trama rica en situaciones tenebrosas, destacando la cruel escena en la que el vampiro Lavud ataca y asesina a un niño campesino.



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mahotsukai

  • 6 Apr 2021

8



Entretenido clásico de horror mexicano, producida por Abel Salazar y dirigida por Fernando Mendez.

Marta es una joven que llega a una vieja hacienda en Sierra Negra para ver a su tía. Sin embargo, llega tarde que ésta muere en extrañas circunstancias. El hecho coincide con el interés del Conde Lavud de hacerse con la decadente hacienda con oscuras intenciones.

A finales de la década de los 50s, la Época de Oro del cine mexicano experimentaba una evidente crisis con el desgaste propio de la industria, fuertes problemas económicos y la muerte de la estrella Pedro Infante. Pronto se hizo necesario explorar en México géneros que no fueran el melodrama, el drama social, la comedia familiar y la ranchera que tradicionalmente habían sido abordados por directores emblemáticos de dicho periodo como Emilio “Indio” Fernández, Roberto Gavaldón e Ismael Rodríguez. En ese contexto, el visionario productor Abel Salazar, consciente del vacío que había dejado el género de monstruos clásicos en Estados Unidos y el nuevo éxito de la combinación de los géneros de terror y ciencia ficción en el vecino del norte, propuso al director Fernando Méndez realizar la primera adaptación del mito vampírico del cine mexicano y latinoamericano. De esta forma, y adelantándose un año a la refrescante, innovadora y sexual propuesta de Hammer Productions que revitalizaría el género en Europa, Salazar y Méndez concretarían un interesante y digno ejercicio fílmico del género que no tardaría en convertirse en un éxito y una película de culto.

Entre las claves de dicho éxito bien vale destacar el carácter serio y profesional con que Fernando Méndez y Abel Salazar se tomaron esta adaptación del personaje insigne de la literatura gótica, el vampiro. Salazar ya había incursionado en el género de horror en “El Monstruo Resucitado” (1953) de Chano Urueta a principios de la década y sería clave para el establecimiento de las bases del cine de horror mexicano en los 50s y 60s, mientras que Méndez no era ningún novato en el género de horror, habiendo abordado prácticamente todos los géneros, de hecho, venía de rodar la interesante “Ladrón de Cadáveres” (1957) con el productor Sergio Kogan. Ambos coincidirían que esta primera adaptación del mito vampírico en el cine local, a pesar de su esencia de serie B, debía ser eficiente narrativa y visualmente y, por tanto, alejarse de la tendencia estadounidense de los últimos años a la comedia fácil y la parodia.

Para ello, sería fundamental el enfoque del guión desarrollado por Ramón Rodríguez a partir de una historia de Ramón Obón (“Cien Gritos de Terror”, 1965). En “El Vampiro” (1957) Rodríguez, de hecho, recoge la fuerza narrativa de la tradición oral mexicana basada en el sincretismo de las leyendas prehispánicas y los terrores coloniales. De esta forma, el film incorpora elementos dogmáticos de la novela vampírica pero correctamente insertados en un contexto rural mexicano del siglo XIX, como la referencia a la Europa del Este en el conde húngaro Lavud, el viejo caserón y los páramos inundados de niebla que remiten al Castillo de Drácula y los bosques de Transilvania, el eje narrativo en torno a la venganza que mueve al vampiro, su némesis en el Dr. Enrique, la versión local de Van Helsing y la chica indefensa que se convierte en la obsesión del vampiro en una clara referencia a Mina Murray. De esta forma, mediante la correcta traslación de personajes protagónicos claves y la reformulación de otros como el trío de tíos en lugar de los tres eventuales cazadores de vampiros interesados en Lucy Westenra, el guión logra convencer satisfactoriamente en dinámica de personajes.

Incluso, es posible reconocer ciertos elementos de la trama que permiten una clara identificación de la esencia de los personajes, un aspecto en que varias películas del género fallan y que llevan a establecer estereotipos. Afortunada y curiosamente, “El Vampiro” (1957) lo trabaja de forma eficiente, por donde se le vea. El Conde Lavud es presentado y desarrollado como un personaje enigmático, muy a pesar de que el espectador lo identificará como vampiro desde el prólogo en que ataca a Eloísa. Como noble de antigua estirpe con intereses aparentemente económicos en la hacienda “Sicomoros”, y a diferencia del vampiro de Lugosi y los posteriores, no entrega mayores señales de su naturaleza diabólica, rol que cae en manos de su consorte Eloísa, tía de Marta. Por su parte, y con un toque que claramente tiene reminiscencias del galan rural de los films de Época de Oro, el personaje del Dr. Enrique resulta simpático, pero se aleja de Van Helsing en cuanto a su rol protagónico en la destrucción del vampiro, un claro acierto del guión, aun cuando desempeña medianas cualidades de erudito.

En cuanto a lenguaje narrativo, “El Vampiro” (1957) incluirá algunos elementos críticos y subersivos que bien vale la pena mencionar, a pesar de que no son demasiado fuertes y no convierten el ejercicio cinematográfico precisamente en un psicoanálisis social. De esta forma, además del abordaje de ciertos temores infantiles no tan profundos, pero sí presentes como la muerte y su vinculación con recuerdos de la niñez (la escena en que Marta de horroriza al ver el cadáver reanimado de su tía María Teresa a los pies de la antigua cuna que aún conserva su muñeca) hay, por ejemplo, hay cierto espíritu incestuoso en los ataques de Eloísa a sus hermanos María Teresa y Emilio que refuerzan el tema sexual, además de las visitas nocturnas del Conde Lavud que pueden resultar no tan explícitamente sexuales como las que exploraría la Hammer, pero que son sugerentes. También, el tratamiento del vampiro asolando haciendas y comarcas decadentes (escenario por antonomasía para el horror mexicano) se alza como una referencia explícita de la decrepitud de la administración rural y la explotación de minerales.

Visualmente, “El Vampiro” (1957) destaca por su solidez técnica, en donde el oficio de Méndez y la habilidad del fotógrafo Rosalío Solano (“Talpa”, 1957) dan como resultado una gran atmósfera gótica, a través de un correctísimo uso del claroscuro, la niebla y ángulos de enfoque bastante atípicos para el cine mexicano de la época, siendo especialmente interesantes las secuencias en que la tía Eloísa camina por los páramos circundantes a la hacienda de Sicomoros y las incursiones del Conde Lavud a la misma hacienda para corromper a Marta, la sobrina que hereda la parte de la tía María Teresa. A estos elementos, el director de arte de ascendencia húngaro-alemana Gunther Gerzso sumará otros componentes propios de la iconografía vampírica, como la estaca, los espejos que no reflejan, la capa señorial en el vampiro, los crucifijos, las catacumbas y las criptas, las telarañas y el polvo, los libreros que dan paso a pasadizos secretos, el sarcófago del vampiro y la tierra consagrada en la que debe descansar, que dan cuenta de cierto enfoque expresionista en la puesta de escena general del film.

Además, “El Vampiro” (1957) otorga gran importancia a otros aspectos técnicos como el vestuario y la apariencia física en relación al peinado. Marta es retratada de colores claros predominando vestidos de color blanco de corte tradicional y conservador, además de tener un corte de pelo estándar de los años 50s en Estados Unidos y México. Por su parte, la tía Eloísa viste un sugerente vestido negro de largo velo y cola, adornado con encajes que destacan su cuello y busto, además de usar el cabello largo y suelto, un aspecto distintivo que trabajaría principalmente la Hammer a partir del clásico “Horror of Dracula” (1958) de Terence Fisher. Ni hablar de la elegante y altiva apariencia de Germán Robles, actor de origen español que encarnaría al Conde Lavud en este film y su secuela, que por cierto recuerda al Drácula de Bela Lugosi con su distinguida presencia y vestimenta formal y ser el primer vampiro conocido en mostrar sus colmillos después del vampiro de “Nosferatu” (1922) de F.W. Murnau, adelantándose incluso en ambos casos al imponente Christopher Lee. Los efectos especiales están bien como las secuencias en que Marta descubre que Eloísa no se refleja en los espejos, aunque queda flojo en las transformaciones en murciélago y viceversa.

“El Vampiro” (1957) contempló un buen y eficiente reparto, encabezado por Abel Salazar (“El Barón del Terror”, 1962) y Germán Robles (“El Ataúd del Vampiro”, 1958). El primero, quien solía protagonizar las películas que producía, pensó en Carlos López Moctezuma, conocido como el villano más icónico de México, para el papel del Conde Lavud, pero finalmente se decantó por Robles, un actor de teatro que hacía su debut en la pantalla grande. A pesar de que temía encasillarse en el personaje y lo interpretó sólo dos veces (este film y su secuela), el actor de origen español terminó estableciendo un paradigma para otros actores que interpretaron a vampiros en el cine azteca como Eric del Castillo, Guillermo Murray o Mario Cid. Su vampiro a medio cruza de Bela Lugosi y Christopher Lee lo convertirían en un icónico personaje de culto para generaciones posteriores. Salazar, por su parte, como ya señalé con su estilo de galán cincuentero dado al chiste fácil, queda un tanto al debe en relación a Robles, pero con todo el hecho de que el guión no le otorgue el protagonismo absoluto en el epílogo, no se transforma en un lastre.

El reparto femenino tiene en Ariadne Welter (“Ensayo de un crimen”, 1955) a Marta la sobrina, a Carmen Montejo (“Mujeres sin mañana”, 1952) a Eloisa y Alicia Montoya (“Doña Macabra”, 1963) a María Teresa, sus tías, un buen trío interpretativo. Cada una representa una etapa de la edad femenina y sus propios intereses en particular, teniendo a Welter como la más joven y pura, Montejo como la madura y pérfida y Montoya a la más anciana y experimentada. El elenco lo completaron José Luis Jiménez (“Espiritismo”, 1962) como el tío Emilio, Mercedes Soler (“Así es mi tierra”, 1937) como María, la ama de llaves y José Chávez Trowe (“Rapiña”, 1975) como Anselmo, el capataz.

La banda sonora estuvo a cargo de Gustavo César Carrión, compositor antonomásico del horror mexicano por sus aportaciones en diversos filmes del género tan variados como “El Espejo de la Bruja” (1962), “Las Momias de Guanajuato” (1972) y “Satánico Pandemonium” (1975), quien en este caso opta por una línea más sinfónica de horror clásico que rememora las antiguas partituras del Ciclo de Monstruos de la Universal. Aunque incorpora algunas mañas rítmicas de las cuales abusará, por ejemplo, en las películas de la saga de “Santo, el enmascarado de plata” (1958-1982) como los sonidos de campanas, su partitura para “El Vampiro” (1957) cumple satisfactoriamente su función constructora de atmósferas góticas y sugerentes.

Contra todo pronóstico, “El Vampiro” (1957) se convirtió en un gran éxito del cine mexicano y demandó pronto una secuela, la cual llegaría con “El Ataúd del Vampiro” (1958) nuevamente con Méndez y Salazar en dirección y producción, y la presencia de Robles, el propio Salazar y Welter en el protagónico. Con el paso del tiempo, la película ganaría cierto interés y prestigio en Europa, en España se le proyectó en el Festival de Cine de San Sebastián de 1988 y en la muestra “Mad Mex” del Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges, España, de 1991. En Francia, se le presentó en una retrospectiva del cine mexicano en el Centro Georges Pompidou de París durante el periodo 1992-1993, y en un breve ciclo de vampiros mexicanos del Festival Internacional de Cine de Amiens de 1992.

En resumen, una interesante y digna adaptación del mito vampírico, la primera del cine mexicano y latinoamericano, que tiene en su correcta factura técnica, funcional adaptación a la mitología local, buen ritmo y un icónico Germán Robles sus mejores cartas de presentación.

https://cineramica.blogspot.com/



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DE NIRO

  • 21 Nov 2020

6


Excelente filme de género vampirico que para ser de los años cincuenta tiene una calidad en las escenas, fotografía y ambientación que nada tiene que envidiar al cine de Hollywood, una joven regresa a su casa luego de muchos años y se encuentra con la muerte de su tía, todos en el pueblo sospechan que es un vampiro pero nadie lo vio aún, Germán Robles interpreta de manera genial al conde Lavud y por lo demás la historia es entretenida aunque previsible, cine Mexicano como ya no se ve, un verdadero clásico.



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Gilles De Rais

  • 9 Apr 2014

5


Hay un dicho totalmente acertado que dice-Si todos pensaramos y opinaramos de la misma manera el mundo nunca evolucionaria-.Dicho esto dire que a diferencia de la mayoria de criticos anteriores a mi esta pelicula me ha parecido decente y poco mas.Cuenta con una buena fotografia para su epoca,buenas interpretaciones,algun susto,como cuando la chica protagonista creyendo que su tia esta muerta abre la puerta y se la encuentra de pie mirandola(a mi me pasa eso y del susto me muero).Pero para mi humilde opinion es una peli normalita,sin mas.Le falta esa atmosfera gotica,lugubre que tienen la mayoria de pelis de vampiros famosas hechas hace decadas.El principio esta muy bien con la chica y el doctor deambulando por el bosque en busca de la hacienda,y el posterior entierro,pero es que el resto de la peli trascurre en el caseron,y por momentos se hace tediosa.Para gustos colores,a mi me ha gustado regular.A proposito iba a insertar en errores uno que ya lo han inscrito,para mas informacion dire que en el minuto 50 cuando El vampiro se convierte en murcielago se puede apreciar con todo lujo de detalles,si os fijais bien,en los hilos que cuelgan de arriba



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bigladiesman

  • 6 Feb 2012

7


Película mexicana tenida en muy alta estima por los fans del cine de vampiros de todo el mundo y que tiene un vampiro asturiano (se ve que no le gustaba la fabada Litoral y se pasó a la sangre, juas, juas, ya lo sé, me río yo solo) y un Van Helsing especialista en el género: Abel Salazar, uno de los grandes del fantástico mexicano, que también produce la película.

No os dejéis engañar por los FX malotes: una película de terror no solo vive de los FX. Aquí encontramos buenas interpretaciones : brillante Salazar, un tímido y divertido Harker +Van Helsing de cuarta regional (el pobre se mete allí por un trabajo por el que ya no le necesitaban y tiene que tragarse todo el lío él solo) por otro lado, el debutante Germán Robles, un guaje-chamaco gijonés-mexicano de solo 29 años, es un vampiro competente, extremadamente sediento de sangre y de venganza, y más malo que la tiña (incluso mata niños, el hijoperra) con una impecable caracterización que le hace parecer un galán cincuentón, bien acompañado de la enigmática y muy premiada actriz cubana Carmen Montejo. Ariadna Welter es el perfecto cordero contra el que se lanza el vampiro, y a destacar también la secundaria Alicia Montoya. Es el golpe escondido de la peli, no digo más.

Un guion eficiente, sustos constantes acompañados de estridente sonido (tanto música y efectos sonoros) que no hace más que multiplicar el efecto, decorados cochambrosos y oscuros, salidos de clásicas pesadillas (el bosque, la hacienda, las catacumbas… Todo es ominoso, húmedo, perturbador). El director Fernando Méndez y su equipo crean con acierto una atmosfera de terror clásico que nos trae a los mejores tiempos de la Universal.



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Pingaloka

  • 16 Jun 2009

7


Me ha parecido una buena película, aunque no la clasificaría como obra maestra. La fotografía no está mal, el ambiente muy currado si señor. Las actuaciones no están nada mal, pero no sé, le falta radio de acción a la película, a mi gusto. Es un clásico por supuesto, del año 57, aunque parece aún más vieja ya que se intentó imitar el estilo clásico de Drácula. Le pongo un 7.



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TANO

  • 9 Jun 2008

10


No me lo esperaba, pero me he encontrado con una buenísima película de vampiros casi al nivel de las de la Hammer, con una fotografía magnífica, una historia bastante buena y aceptables actuaciones. Mucho misterio, intriga y efectos especiales aceptables para su época.



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SamSlot

  • 27 Mar 2008

10


Bueno...pues cuando me encuentro con películas como esta, sinceramente que no ser a quien darle las gracias.
Hasta tengo ganas de llorar, al ser espectador privilegiado de una OBRA MAESTRA como esta.
No suelo estar en muchas ocasiones de acuerdo con algunos críticos, pero es que esta película merece ser vista por todo el mundo.
Estamos hablando de una película rodada en México en el año 57, y con una perfección general...perfecta.
¿Drácula de Holliwood?.Si.Ya lo decían por ahí.
Nada que envidiar.Incluso muchísimo más creible - uno de los mejores climax y atmósferas jamás vistos en el cine de terror, diría yo - con unas interpretaciones sublimes, un guión inteligente...
¿Qué más puedo decir si creo que ya está todo dicho ya en anteriores críticas?.
Pues eso.Una Obra Maestra que nadie debería de perderse.
Im-pres-cin-di-ble.



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ladybumbum

  • 19 Feb 2008

8



Película de 1952. No olvidemos este dato. Superior a las pelis de Dracula de la Universal. La atmósfera es buenísima y se hace muy creible la historia de un vampiro en pleno Mexico profundo. La hacienda, la cripta, los personajes... La escena del entierro en la cripta de la hacienda es sublime. Los claroscuros,la parafernalia mortuoria, la comitiva. Memorable cuando abren el ataud para darle el ultimo adios y aparece la difunta con el enorme crucifijo. Me impresionó.
Muy recomendable



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el bruno...

  • 4 Jan 2008

9


excelente!... no le pide nada a las producciones hollywoodenses de aquella epoca, Carmen Montejo, guapa y apasionante, German Robles, electrizante y escalofriante... verdaderamente...



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Heroe_cuervo1

  • 21 Dec 2007

10


ke puedo decir kreo ke esta mas ke dicho, de lo mejor del cine fantastico en mexico



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Angel

  • 11 Jul 2007

10


La mejor película del cine mexicano, brillante y cuidada al máximo. Recomendabe para los aficionados en Drácula y los vampiros.



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Julio

  • 2 Sep 2006

9


Es un clasico del terror mexicano. Bastante recomendable, algo vieja pero bien hecha.
La mujer del cricifijo es terrorifica.



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Andaluzz

  • -- -- ----

8


Magnífica traslación de la historia de Drácula, a Mexico.

El castillo se convierte en hacienda. El conde Drácula, en Duval-Lavud. Pero el espíritu del vampiro de Stoker vive en esos escenarios mexicanos con más salud que nunca.

Fantástica fotografía, escenas inolvidables, magnífica interpretación de Germán Robles, que supera en todo a la de Bela Lugosi, y abre el camino en muchos aspectos al insuperable Christopher Lee.

Definitivamente, en el cine sobre vampiros, hay una película que está en la cima, junto a otras grandes adaptaciones, y que tiene un nombre tan contundente como sencillo: ¨El Vampiro¨.



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