Mundo despreciable.

Argentina, es uno de los países latinoamericanos con mayor tradición cinematográfica (junto a México probablemente), porque su cine se ha expandido desde el comienzo de los años 20, y ha dejado brillantes cineastas en su historia, como Hugo del Carril, Mario Soffici y Leonardo Favio, entre otros tantos.
Apesar del bloqueo de Estados Unidos en los 40, y las dictaduras sufridas, el cine argentino tuvo la capacidad de reinventarse constantemente, encontrando en los años 60 un estilo que terminara perdurando, uno mas ligado a la corriente del cine europeo que tuvo como cabecillas al ya mencionado Favio, Hugo Santiago, y Manuel Antín.
La siguiente generación de oro se daría recién en los años 90 con el llamado Segundo nuevo cine argentino, que dio inicio con ¨Rapado¨ (1992), de Martín Rejtman, un film minimalista de estructura moderna, que marcaría el mapa geográfico de las siguientes producciones y cineastas que vendrían.
En 1995, los ganadores del primer concurso de cortos del INCAA, decidieron unificar todos los materiales en un solo film: ¨Historias breves¨, y el éxito para ellos no se hizo esperar, conformando una generación inolvidable que sigue muy activa rodando películas.
Adrian Caetano y Bruno Stagnaro fueron parte de esa primera ¨Historias breves¨, y también fueron los primeros en debutar con la ya clásica, ¨Pizza, birra, faso¨ (1997), un rotundo éxito de taquilla y crítica co-dirigido por ambos, que encendió una era de triunfos comerciales del cine nacional.
La carrera de Stagnaro se desvió a las series televisivas, pero Adrian Caetano se destaco rápidamente como un hábil narrador de géneros (y el mas clásico de la camada) con una sensibilidad popular que le ha forjado una carrera extraordinaria con films como ¨Crónica de una fuga¨, ¨Un oso rojo¨ y ¨Bolivia¨.
Tras la frustrosa ¨Mala¨ (2013), Adrian Caetano se demoro hasta el 2017 para volver al cine con ¨El otro hermano¨, un film protagonizado por Daniel Hendler y Leonardo Sbaraglia, que es una adaptación libre del trabajo literario de Carlos Busqued, ¨Bajo este sol tremendo¨.
-¨El otro hermano¨ inicia cuando Cetarti, un desempleado, viaja de Buenos Aires a un pequeño pueblo de Chaco, tras ser informado del brutal asesinato de su madre y hermano.
Impulsado por el solo deseo de cobrar el seguro de vida de su familia, Cetarti se encuentra con Duarte, un hombre con el que establece una extraña relación para cobrar mas dinero e iniciar una serie de negocios turbulentos.

Me atrevo a decir que no hay mejor realizador de género en Argentina que Adrian Caetano, un autentico fabricador de universos fascinantes y expresivos, que sabe capturar y trabajar la dimensión de los espacios y la conexión con sus personajes de manera formidable.
¨El otro hermano¨ nos devuelve al mejor Caetano desde ¨Crónica de una fuga¨ (2006), pero trazando un paralelismo director con ¨Un oso rojo¨, a la que retoma en ciertos tópicos.
Esa sensibilidad que tiene el cine de Caetano por lo popular es lo que hace de ¨El otro hermano¨ una apabullante pieza de pueblo chico, infierno grande, que coquetea por todos los géneros clásicos hasta quedar en un mutante excepcional.
El film se mueve en un universo duro, seco, violento, pesimista y opresivo que se extiende a lo largo del film y en la propia construcción de personajes autenticamente antihéroes de la peor calaña y atravesados por el contexto.
Consumada como un thriller y devenida en un western urbano, ¨El otro hermano¨ retrata a la perfección sus escenarios y consigue trasladar el propio calor sofocante del film y la suciedad, con un realismo impresionante que traspasa la pantalla.
El eje de la historia sera la relación entre los dos personajes principales que son los de Daniel Hendler y Leonardo Sbaraglia, quienes están fabulosamente mimetizados en sus representaciones, y configuran las piezas de esta autentica batalla de western.
En ese realismo, en ese impacto a la hora de capturar las imágenes, tiene mucho que ver la poderosa fotografía de Julian Apetzteguia, que trabaja con colores fríos, los cuales le permiten a Caetano conseguir con mayor facilidad esa atmósfera buscada. Pero si bien el film apuesta por una paleta fría de colores, en sus exteriores la realidad parece contraria, produciéndose una combinación tonal muy interesante y ardua para transmitir ese calor sofocante y esa sequedad propia de la película.
¨El otro hermano¨ inicia su esquema como otra clásica película de herencia, pero enseguida y con un laborioso trabajo de guión y dirección, el film se va tornando turbulento y se pierde por completo la noción de hacia donde ira el film. Esto, por supuesto, es uno de los enormes logros de Adrian Caetano, quién hace absolutamente impredecible toda la cinta.
Sabemos poco del pasado de sus personajes, pero evidentemente hay algo de ese pasado que afecta el presente, y es en ese mar de incertidumbres en donde Caetano configura una cinta con intenciones indescifrables y con un poder narrativo realmente asombroso.
Adrian Caetano adereza su película con unos compases musicales simples pero igual de inquietantes que el resto del film. Nada esta al azar aquí.
El mejor Caetano regresa con ¨El otro hermano¨, un film poderoso que revalida los dotes de narrador de su director y su ductilidad para combinar géneros con resultados tan impresionantes. Una película fascinante.
Actuaciones:7.5
Música:7.5
Historia:8.0
Final:8.0

Mi nota para ¨El otro hermano¨ es un 8/10. Muy buena.



Lo mejor: La precisión de Caetano para crear universos personales tan tranzados con los géneros.
Lo peor: Nada.

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Es una película lenta, la trama no termina de saberse bien a donde va hasta poco de acercarse el final, lo que en teoría es un punto para Caetano. Sbaraglia sostiene esta película con su carpeta, Hendler lo secunda bien pero resulta un poco liviano. Es una película aceptable ,con cierto suspenso, ribetes de acción (muy pequeños) y una trama un poco entreverada , aunque no llega a ser inentendible.

Lo mejor: Sbaraglia
Lo peor: Un poco lenta

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