Ficha Serpents Path


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Críticas de Serpents Path (2)




Mad Warrior

  • 4 Jun 2020

8



El camino hacia la venganza es arduo e implica perder en la travesía toda ética y emociones y dejarse invadir por la insensibilidad y la corrupción del espíritu.
Es un camino en el que cada paso que se da debe ser calculado previamente y ejecutado con la máxima frialdad, para obtener el resultado esperado.

Poco antes de que Kiyoshi Kurosawa causara sensación en festivales internacionales con ¨Cure¨, su película más fascinante y uno de los más impactantes ¨thrillers¨ jamás realizados, el director ya había realizado otras obras, la mayoría de ellas directamente para el mercado del ¨V-Cinema¨. Sin duda ¨Cure¨ significó un paso importante no sólo para él, sino para que el cine japonés contemporáneo captase la atención del público extranjero (lo que terminaron de rematar ¨The Ring¨ y ¨Audition¨).
Antes de que este film fuera lanzado, Kurosawa tuvo la oportunidad de rodar un proyecto sencillo, en principio concebido como continuación del díptico ¨The Revenge¨, con medios austeros, en la línea de los títulos anteriores, y de nuevo para vídeo. Primero con el guionista Hiroshi Takahashi (¨The Ring¨ y sus secuelas) y luego con Yoichi Nishiyama, se daría forma a dos historias con el mismo tipo de argumento y protagonista pero observadas desde dos puntos de vista y con la venganza por la muerte de una hija como punto de partida: ¨La Senda de la Serpiente¨ y ¨Los Ojos de la Araña¨.

La venganza es la clave de la trama y el resorte de los sucesos y encuentros de los personajes, sin embargo la situación varía: mientras la segunda empezaba con el protagonista frente al supuesto sospechoso del crimen y se rompía el tiempo viajando atrás para observar la autodestrucción moral de este hombre hasta alcanzar su meta, dejando así el acto de venganza en un segundo plano, ésta se centra única y exclusivamente en la búsqueda del misterioso asesino. Nijima es el padre afectado en ¨Los Ojos de la Araña¨, ahora el padre es otro, Miyashita, pero el anterior permanece en la trama.
Éste último es un ex-yakuza un tanto despreciado en la organización en la cual trabajaba, y su objetivo principal es dar con el malnacido que raptó, violó y mutiló a su hija de ocho años Emi; objetivo que poco a poco se convirtirá en una enfermiza obsesión, descendiendo así al abismo de su propia locura. Como en su complementaria, ¨La Senda de la Serpiente¨ da comienzo con el asalto y secuestro del tipo del cual el padre sospecha, nunca sabiendo en ambas quién es realmente el responsable; este inicio, que pasa a ocupar un almacén abandonado como escenario primordial, ya establece el ambiente perturbador, seco, desasosegante y sucio que se mantendrá toda la película.

El padre de ¨Los Ojos de la Araña¨ actuaba en solitario para vengarse, esta vez Miyashita cuenta con la ayuda de un sumamente extraño individuo (en la línea de los personajes habituales de Kurosawa) llamado Nijima, que ejerce de profesor de ciencias matemáticas en clases nocturnas; alrededor de éste, a quien no conoceremos, se erige una atmósfera enigmática y disparadora de la incertidumbre, primero por la rara relación que mantiene con una niña superdotada (y muda) que asiste a sus clases, y cuya presencia nos parece de primeras de lo más prescindible, aunque más tarde incluso nos ayudará a desvelar algunas cuestiones.
Y segundo por el insólito interés que muestra al ayudar al ex-yakuza a consumar su venganza, transformándose durante la ejecución de la misma en maestro de ceremonias gracias a su astucia y frialdad. Entre medias, intrigas en el seno de la yakuza que el director vuelve a radiografiar con dureza y aportando a ello trazos de marcado cinismo y una violencia áspera y cruda, sin dejar de lado los tonos pretendidamente grotescos (esa impasible jefa coja del clan) ni su típicamente ácido humor negro, el cual infiltra entre las secuencias y momentos más duros para crear un efecto indigesto (cómo uno a uno van siendo encadenados a la pared sospechosos sin encontrarse al auténtico homicida).

La historia y los enfrentamientos con el clan mafioso evolucionan acorde a las manipulaciones, ideas y habilidad de Nijima para dar la vuelta a las cosas, quien se divierte como una niña con zapatos nuevos torciendo y retociendo los pliegues del peligroso mundo criminal en el que de repente se ha visto inmerso, y de paso la vida de los repugnantes seres que lo habitan, como ese compañero de fatigas que se dedica a perseguir sin tregua una silueta masculina inexistente, un fantasma sin nombre ni rostro al que éste, loco de rabia, le irá poniendo la identidad de todo aquél con quien se cruce.
En los papeles principales la carismática y potetente pareja Teruyuki Kagawa (que sorprenderá en obras posteriores como ¨Sonata de Tokyo¨ y ¨Creepy¨) y Sho Aikawa, actor fetiche de la primera etapa del director antes de que éste se aliara definitivamente con Koji Yakusho; junto a ellos unos decentes secundarios Yurei Yanagi, Shiro Shimomoto y Hua Rong-Weng. Por su parte, Kurosawa moldea a la perfección (con un limitado presupuesto) las aristas de un entorno frío, oscuro y violento, el cual filma desde la distancia y sin grandes alardes; al contrario de su sucesora, que presenta momentos de terror psicológico, ¨La Senda de la Serpiente¨ es directa y abrasiva, influenciada por el espíritu de Peckinpah, Fuller y Flynn.

El espectador es lanzado a un clímax explosivo y salvaje (similar al de ¨Violent Cop¨) y un colofón impagable que recalca ese peculiar sentido del humor del realizador, donde no se procede a revelar todos los enigmas, sino a forzarnos a interpretar una posible suposición sobre la auténtica identidad del verdadero protagonista, Nijima. El misterio es esencial.
De este modo Kurosawa logra establecer un fuerte nexo entre sus films, nutriéndose uno del otro y viceversa y planteándose sus tramas como si de un ¨pudo ocurrir esto antes y esto después¨ se tratase. Las dos conforman desde luego un genial díptico en su truculento y siniestro universo.



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EvilRaider

  • 2 Oct 2016

6


Algunos dicen que es una secuela, otros que una precuela, pero no es así. La historia se remonta a mucho antes, cuando a principios de los noventas, el director realizó una serie de películas sobre yakuzas llamada “Suit Yourself or Shoot Yourself” y que con “Eyes of the Spider” culminaría (aunque ésta no tenga nada que ver sobre los yakuzas, ni tampoco “Cure”).


La historia de Serpent’s Path va sobre un yakuza de bajo rango (Miyashita) que busca vengarse por la tortura, violación y posterior grabación en vídeo de su hija pequeña y para ello contrata a un aparentemente inocente y tranquilo profesor de matemáticas (Niijima). Como es típico del cineasta, desmonta un género clicheado y lo reconstruye con su toque personal. Como ya se vio en “Eyes of the Spider” la idea principal es la venganza y cómo va degenerando al ser humano en su fin de tomarse la justicia por su mano; la violencia engendra más violencia. Pero lo que le da un toque distinto de “su película hermana” es que aquí asistimos a otro tipo de reconstrucción en el género. Digamos que Eyes of the Spider es más fácil de asimilar que Serpent’s Path, y si ya te costó asimilar ciertas cosas en la primera, en esta segunda ni te cuento.

PARTE EXPLICATIVA CON SPOILER

Miyashita (el padre de la chiquilla torturada) no es protagonista de la historia, sino el profesor. Un personaje cuanto menos extraño, ya que no cuadra con el tipo de personaje que interpreta y he aquí la gracia del asunto. Vemos como toma las riendas en todas las situaciones y que sin desearlo va a tener que intervenir y hacer el trabajo que supuestamente tendría que hacer el padre afectado. Ya harto de la inutilidad de Miyashita de intentar buscar al verdadero asesino, idea un plan para matar a todos los yakuzas de la misma banda en un mismo lugar, la nave abandonada. Quedándole solo a Miyashita, lo encadena como a los anteriores y le saca la verdad: el padre también estaba metido en el tema de su hija. Esto rompe a Nijima por completo (curioso que el actor tenga el mismo nombre que en Eyes of the Spider) y abandona al yakuza dejándolo a su suerte y pagándole con su propia medicina.
Esto es la película a grandes rasgos, pero el final es donde radica todo. Un flashback a un año antes de lo ocurrido donde una pequeña conversación entre Nijima y Miyashita confunde a este último y también al espectador… ¿qué significa? ¿Qué nos quiere decir? Bueno, puede ser una apología idealizada del cielo, donde Miyashita por fin comprende todo lo que ha pasado cuando se para a estudiar los signos matemáticos; así es cómo yo lo entiendo.

FIN DE LA EXPLICACIÓN

Dentro del cast tenemos ya actores que podría decirse, amigos del director como ¨Shô Aikawa¨ en el papel de Nijima y que trabajó en la saga yakuza antes comentada; ¨Teruyuki Kagawa¨ que aún a día de hoy sigue con el director (Creepy); ¨Yûrei Yanagi¨ conocido por “Ghost Actress” y otros trabajos iniciales de otros directores; y ¨Hua Rong Weng¨. Soberbias actuaciones sin queja alguna.

El resto del apartado técnico podríamos etiquetarlo a estas alturas como de “la marca Kurosawa del V-Cinema”. Seguimos con esos enfoques largos y alejados que muestran más y dan sensación de gigantismo, una ambientación aséptica y fría y una música bastante escasa que actúa más de adorno.

Personalmente me sorprendió que entre el poco público que vio el filme, la gran mayoría la tenga entre sus favoritas y como uno de los mejores trabajos del cineasta. A ver, admito que está muy bien hecha y demás, pero a mí poco más del pasable no llega.

6 de 10



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