Ficha Riders to the Stars


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Críticas de Riders to the Stars (1)




bigladiesman

  • 21 Oct 2011

7


Richard Carlson había adquirido suficiente experiencia en el género de la ci-fi como para dirigir su propio proyecto bajo los auspicios de Ivan Tors y Curt Siodmak, con quienes ya había hecho “The Magnetic Monster”. Carlson había tenido experiencia docente en escuelas de teatro de su Minnesota natal, por lo que no era problema para él ponerse detrás de las cámaras e interpretar a uno de los protagonistas. Fue a pesar de su reducido presupuesto un proyecto muy serio de hacer auténtica ci-fi con un tono lo más realista posible, y además se rodó en color y con canción de inicio y todo, cantada por la cantante de jazz Kitty White (una leyenda de los night-clubs lujosos de L.A. que llegó a cantar junto a Elvis Presley en la película “Kid Creole”, famosa por su voz melancólica y su arte para tocar el piano).

En el reparto destacan las dos secundarias femeninas: Marta Hyers, que sería una de las grandes actrices de carácter del Hollywood de los 50 y los 60 antes de retirarse en 1974, y nominada a un Oscar a la mejor actriz secundaria por “Como un torrente” (1958), película por la que ganó el entonces prestigioso premio Laurel. Por otro lado tenemos a la británica Dawn Addams, importante actriz en el cine europeo y la televisión británica en los 60 y los 70. No son tan destacados los intérpretes masculinos: William Lundigan, ex-atleta y locutor de bella voz, interpreta a un héroe muy tópico; el importante pero ya de capa caída secundario británico Herbert Marshall hace del jefe del proyecto y padre del prota. Carlson se reserva el típico papel del astronauta atormentado y el ignoto Robert Karnes es el astronauta “de relleno” al que nos importa un comino lo que le pueda pasar.

La carestía de medios queda patente ante todo en los FX, muy cutres, y en el uso de muchas imágenes de archivo (de nuevo editadas muy hábilmente por Strock, pero aquí el color le delata un tanto). Pero por lo que respecta al resto de cuestiones técnicas, la película es muy respetable, mostrándonos con relativa verosimilitud lo que hubiera sido el día a día de un astronauta en 1954 (tests psicológicos, la prueba de gravedad con el acelerador que hemos visto en cientos de pelis posteriores, trajes tal y como se diseñaban/imaginaban en la época, los cohetes como espacios claustrofóbicos…) gracias a un sencillo pero efectivo diseño de interiores, a unas maquetas casi fieles a los modelos de archivo y a unas actuaciones que se alejan mucho del histrionismo en las interpretaciones de pelis como “Cohete K-1”. Eso sí, siempre hablando en términos relativos al bajo presupuesto.

Como muchas pelis de astronautas, la estructura es sencilla y fácil de seguir: Entrenamiento- Elección-Viaje-Aventura-Drama-Retorno, pero también la hace previsible y a ratos un tanto aburrida. Sin embargo, con todos sus altibajos, no es para nada una mala película, pero obviamente no llega al nivelazo que alcanzó el visionario George Pal.

Aunque la película en si es de 6, le doy un punto extra por el esfuerzo y las pelotas que tuvo un director novel (eso sí, rodeado de profesionales muy expertos) de emular a George Pal con 4 duros.



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