Me sorprende mucho que esta tercera entrega tenga mejor calificación media que su antecesora. Yo que la acabo de ver, os aseguro que os tiene que gustar mucho el cine para vérsela del tirón y teniendo los cinco sentidos puestos en élla durante los 104 minutos que dura. La historia es super básica: Un pequeño empresario, echa a un empleado por fumarse un cigarrillo cerca de unos productos inflamables. Éste, viendo que se ha quedado de la noche a la mañana con una mano delante y otra detrás, decide suicidarse. Lógicamente, su mujer, maldice de la peor de las maneras a Orham y a todos sus descendientes. Luego, a posteriori, ocurre un terrible accidente de tráfico, y ya del resto no hablaré.. Solo decir, que esta película se podía haber comprimido toda su historia en poco más de 80 minutos y seguramente hasta me hubiese gustado y todo. Y es que no la considero mala, pero sí lenta de más, y durante casi media parte de su metraje, un eterno aburrimiento. Luego, ya en sus últimos minutos, se aclara todo, y te das cuenta de que la historia no está nada mal. Pero el mayor e imperdonable `pecado´ de esta tercera parte, es la forma en que nos cuentan la historia, alargándola de más y al final haciéndose un auténtico coñazo. Y para más inri, Orham, el prota, cae fatal. En conclusión: No la considero mala, pero sí un aburrimiento de mil pares de narices..

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