Tipiquísima peli de monstruo gigante de esos años, con la única originalidad es que, en vez de ser estadounidense como la inmensa mayoría, esta es danesa y transcurre totalmente en Copenhage.
Actores normalitos, un monstruo que no pasa del aprobado, media película de parte científica muy normal de este tipo de pelis, pero quizás demasiado larga en esta ocasión, y por fin, empieza ¨lo bueno¨. Acción, acción y más acción, monstrándonos el poderío militar del ejército danés, y con el fallo de siempre: ¿que el monstruo es inmune a las balas? Pues más balas.
Entretiene lo justo (se me hizo incluso algo larga para durar 80 minutos), se toman hasta un rato para hacerte un recorrido turístico por la ciudad (la cual he visitado y gusta ver los cambios que ha dado la ciudad en 50 años).
Inocente quizás se podría calificar esta muestra de cine de antaño cuya inspiración proviene sin duda de Goodzilla y a su manera explica unos tópicos muy en la linea de esta película de monstruos que reluce en especial una absoluta y pésima edición de los efectos especiales, hechos por escolares con mucho tiempo libre para la maquetación.
Sin duda cuando sale el monstruo se hecha a perder y no evitas unas sonoras sonrisas inclasificables.
Por lo demás cunado se presenta en un plano normal al menos la productora concedió mucho espacio a los extras aunque se explica un tópico muy habitual.
Lo dicho para una risas...
Extraño kaiju eiga americano-danés que salió de una apuesta personal de Arkoff y Nicholson, que idearon la película en EE.UU - el director era americano y el guion se redactó desde EE.UU. - y se rodó en Dinamarca en dos versiones: una para el mercado danés y otra para el americano cambiando solo una actriz entre una versión y otra y reduciendo el metraje. Solo he podido contar con la versión americana, pero parece ser que esta ya está bien y que la danesa no tiene nada especial que ofrecer salvo unas delirantes secuencias del Reptilicus volando (las podéis ver en Youtube: Son para partirse).
Relativamente novedosa (a ver, nengs... Un Godzilla de cichinabo atacando Copenhague... Solo faltaba poner al legendario profesor Franz del TBO al frente de la defensa del Reino para completar la cuadratura del círculo) y muy colorista (en chillón Pathécolor), es una obra de culto del trash cinema mundial, que causa la inmediata risa de todos los fans de la ci-fi cuando se habla de ella, incluso quien la considera la ¨peli cutre para ver con amiguetes y cerveza y echarse unas risas¨ por excelencia ¿Habrá para tanto? Pues vamos a comprobarlo.
El reparto está encabezado por el premiadísimo Bengt Mejding, junto a dos intérpretes de comedia: la pizpireta Ann Smyrner y la verdadera estrella del reparto, el humorista Dirch Passer, una leyenda en Dinamarca, que interpreta al típico secundario cómico, Petersen el empleado de mantenimiento/vigilante. Al estar la peli doblada no puedo determinar si realmente lo hacen bien o no (resulta curioso, pero lo que impide valorar a los actores, permite valorar mejor el guion, pues éste, como se ha dicho, se escribió originalmente en inglés), pero una cosa es fija: en general casi todos son hilarantemente hieráticos y Smyrner es un incordio constante, una Pippi Lamstrung ya crecida pero sin la natural inteligencia de ésta. Dirige uno de los clásicos de la serie B epocal, Sidney W. Pink, que firma el guion junto al director danés afincado en EE.UU. Ib Melchior (otro mito del cine barato).
La película empieza bien, con escenas bobas y un poco de suspense, pero un poco más allá de la media hora se convierte en un documental sobre las virtudes turísticas de la capital danesa, con especial hincapié en el célebre parque de atracciones Tívoli. Muy bonito, pero igual de prescindible. Podéis aprovechar la escena para pillar una buena taja de cerveza o vino barato, porque entonces llega lo bueno/malo... ¡REPTILICUS REVIVE! Y empieza el cachondeo: unas caras de ¨terror¨ tronchantes, unas escenas con el monstruo tan mal realizadas (las maquetas son terribles) que en ningún momento parece que haya lucha entre ejército y monstruo, solo secuencias aisladas montadas para que parezca hay una batalla, Reptilicus parece un dragón de esos que sacan por fiesta mayor aquí en en mi tierra con los gigantes y los cabezudos (es que parece la Patum de Berga, una famosa fiesta popular de una población catalana, en versión cutre) y que de tanto en cuanto tira lapos de blandiblú.
Y ahí está, ahora he encontrado una buena comparación: esta peli es como una fiesta mayor, a veces cutre pero entretenida. Y ¨Reptilicus¨ es a partir de la aparición del monstruo una peli divertidísima, entre la cutrez reinante (destacando, en efecto unos FX delirantes-hilarantes que no voy a describir. Serían spoilers), la comedia involuntaria (la voluntaria es bastante flojita) y los 40 minutos de acción a mansalva que nos reserva.
Incalificable y absurda: recomendada a fans del kaiju sin remilgos y a los frikis de primera, junto a latas de cerveza y aperitivos, y muchas ganas de pasarlo fenómeno con otra pieza imprescindible del cine basura.
Quizas los mejor de la película, es que no te muestran al monstruo, hasta bien avanzado el film, porque es cutre a más no poder, vamos, creo que lo hicieron hasta queriendo. Como digo, el principio esta bien y te entretiene. Menos más que es de la Metro.....
Críticas: 5
ragman
6
un clasico dentro del cine de monstruos gigantes de clase B, preferentemente siempre disfrute mas los kaijus (monstruos gigantes en japon).pero las norteamericanas tambien tienen lo suyo. esta en particular tienen un buen trasfondo sobre el monstruo, personajes tragicomicos, obviamente el ejercito infaltable, y esa escencia cinquentera que tanto gusta.
recomendable a quienes gustan de clasicos de antaño.
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