Señores, esta saga cada vez se pone mejor.

Esta tercera parte de Mythica, llamada The Necromancer, comienza con Marek, la aprendiz de maga, aprendiendo a dominar la magia con ayuda de su maestro, interpretado nada más ni nada menos que por Kevin Sorbo (aka Hércules). Kevin Sorbo le informa de que el ¿Rey Lich? del que ya hablaron en las otras dos películas ha conseguido ya los dos primeros fragmentos de la Espora Oscura, y solo le faltan dos más para dominar el mundo.

Sabiendo que el malo malísimo utilizará las habilidades de Marek para llegar hasta el siguiente fragmento de la Espora Oscura, Kevin Sorbo le pide a su aprendiza que se mantenga oculta y no abandone el pueblo en el que vive. Como es de esperar, eso no va a ocurrir. A la mañana siguiente, uno de sus amigos, el guerrero Thane, es capturado por el amo de Marek, Mallister, y amenaza a la chica y a sus amigos con matar a Thane a menos que le traigan un preciado cargamento de una especia llamada ilistrium, el cual debía habérselo traído un tipo llamado El Anguila.

Marek accede con tal de salvar a su amigo Thane y se embarca en una nueva misión, desobedeciendo las palabras de su mentor. Durante toda la película, Marek tendrá que realizar esa misión en compañía de sus amigos Teela y Dagen, así como por lugarteniente de Mallister, un asesino llamado Betylla, que se encarga de enviar escarabajos a Mallister informándole de los progresos de la misión.

Comparándola con las dos anteriores, sin duda esta es la mejor. Pero no solo eso, sino que está a años luz. En las dos primeras películas, la dirección era muy normalita y a veces se hacía algo lenta. Además, le faltaba potencia y el camino tomado por la anterior directora parecía confuso, como si no supiera por donde avanzar. Eso no ocurre aquí. El nuevo director aprovecha las carencias presupuestarias del film para apostar por conflictos humanos, sin meter con calzador monstruos hechos por CGI o gomaespuma, y sobre todo centrándose en las actuaciones y la psicología de los personajes.

Sin duda, ese es otro punto fuerte de la película. Los personajes y sus conflictos internos. Aquí se advierte sobre todo una evolución de Marek, la cual cuando termina la película desde luego no es la misma chica que al principio. Por otro lado, Teela, un personaje que hasta entonces era algo tópico, ahora adquiere una gran cantidad de matices, sobre todo en los momentos en los que no duda en arriesgarlo todo por salvar a su amado Thane, aunque tenga que traspasar los límites de su propia moral.

Y por supuesto, Betylla es quien da vidilla a la película en su primera mitad, ya que además de tener un físico imponente, resulta ser un personaje muy gris, alejado del típico villano estereotipado. Durante la película, podemos ver que se trata de un asesino sin piedad, pero al mismo tiempo él quiere a sus escarabajos y se siente orgulloso de haberlos criado. En sus últimos momentos de vida, incluso Betylla entrega sus escarabajos a Teela para que pueda seguir enviándoselos a Mallister para que no mate a Thane, a pesar de que Betylla no tenía por qué hacerlo.

También cabe mencionar que la película resulta mucho más oscura que las otras dos anteriores, y el final es bastante agridulce. Es cierto que al final salvan a Thane y acaban con Mallister, pero todo ello gracias al sacrificio de Teela. La escena en la que la chica le pide a Marek que absorba su vida para poder adquirir vitalidad, vencer a las tropas del Rey Lich y salvar a un malherido Dagen es desgarradora. Más tarde, la escena en la que Marek y Dagen le explican a Thane lo ocurrido mientras cargan con él fuera de la casa de Mallister es igual de triste.

En definitiva, una buena película. Espero con ansias la cuarta parte.

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