Serie: ¨Black Mirror: White Christmas¨ (2014).
El último capítulo de la segunda temporada y la verdad es que es un cierre muy digno. No es tan solo una historia, son tres entrelazadas que en un comienzo no tienen mucho que ver, pero al final termina siendo todo bastante bien estructurado. Buenos dialogos. Las actuaciones son muy correctas. Buenos personajes. De ritmo anda bastante bien pese a su duración más larga de lo normal. Buen ambiente. Buena banda sonora. Efectos visuales correctos. En la parte de muertes no se puede apreciar del todo. El final ya uno termina imaginando cómo termina.
Mi puntuación para ¨Black Mirror: White Christmas¨ es 8 de 10 posibles, muy buen final, aunque tenía potencial para ser mejor. Recomendado.
Tabo.
Un especial de Navidad de Black Mirror en la que se nos cuentan tres historias, en la línea de lo que Black Mirror nos suele mostrar. El nexo de unión entre las tres son los personajes de Jon Hamm y Rafe Spall, quiene se encuentran en una vieja cabaña intercambiando historias.
La primera de las historias es la mejor y la más original, la segunda tiene una idea interesante pero llega a resultar aburrida, y la tercera está bastante bien. Entrar en spoilers sería destripar un buen capítulo de Black Mirror que merece mucho la pena, aunque sí cabe mencionar las grandes actuaciones que se marcan Rafe Spall, Natalia Tena y sobre todo Jon Hamm, que derrocha carisma por cada poro de su cuerpo.
Merece la pena darle un visionado.
Críticas: 3
Miguel Arkangel
6
“Ojalá pudiera ser Navidad todos los días”
“Blanca Navidad” es el único episodio especial de la serie “Black Mirror”. Escrito por el creador de la serie, Charlie Brooker, el episodio está dirigido por Carl Tibbetts y cuenta como protagonista principal a Jon Hamm.
Despliega una interesante estructura, con tres historias entrelazadas, y una cuarta que sirve de final. Inicia con la historia de un hombre tímido que recurre a la ayuda de un consejero para tratar de tener éxito con las mujeres. Continúa mostrando un mundo en el que las “cookies” copian todos los aspectos de nuestra conciencia, para descargarla en interfaces con forma de huevo, donde puede ser manipulada. Y termina adentrándose en el drama humano derivado de la opción de bloquear a otros, como en las redes sociales, pero trasladado a las relaciones físicas. Todas las subtramas son interesantes, y aunque no se llegan a desarrollar del todo, logran tener unidad e inquietar.
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