Entretenida secuela de la película Mythica: A Quest For Heroes. En esta segunda parte, los héroes deben buscar la Espora Oscura para evitar que caiga en las manos de Kishkumen, el asesino de la hermana de Teela.
En general, la película es bastante correcta y en mi opinión muy superior a la primera entrega, el problema de que no llegue a ser algo más que una pasable película de fantasía épica de serie B radica principalmente en dos factores: el primero es la dirección de Anne Black, que en la primera estaba bastante bien, pero aquí se hace un tanto pesada. ¿El motivo? La excesiva duración de la cinta, casi una hora y cincuenta, le juega una mala pasada. Además, el guión es totalmente lineal, incluso más que el de la primera, y todo se resume en la búsqueda de la Esposa Oscura. A lo largo de la película no vemos ni un solo giro de guión y las subtramas casi brillan por su ausencia.
En lo referente a los personajes, todos tienen más o menos una evolución coherente respecto a la primera película, y la verdad es que los actores lo hacen genial. En cuanto a los nuevos personajes, se une al grupo un guerrero elfo que da cierto juego a la película, pero es despachado de forma muy brusca en los últimos minutos. Por otra parte, aparecen también dos cazarrecompensas elfas que quieren atrapar a la protagonista y entregarla a su nuevo señor, pero esta subtrama no abarca más de cinco minutos.
No obstante, la película tiene algunos momentos épicos, como por ejemplo el divertido enfrentamiento con las hadas o la lucha contra el dragón. Sin embargo, se hace un poco cansino que en todas las películas los héroes al final queden moribundos y logren curarse con magia blanca. En la primera película tenía un pase, pero en esta ya parece un recurso un tanto excesivo.
Aun así, la película es disfrutable, y a más de uno le traerá recuerdos de juegazos como Baldurs Gate o Dragon Age Origins.
Raúl Rubio Peñas
7
Entretenida secuela de la película Mythica: A Quest For Heroes. En esta segunda parte, los héroes deben buscar la Espora Oscura para evitar que caiga en las manos de Kishkumen, el asesino de la hermana de Teela.
En general, la película es bastante correcta y en mi opinión muy superior a la primera entrega, el problema de que no llegue a ser algo más que una pasable película de fantasía épica de serie B radica principalmente en dos factores: el primero es la dirección de Anne Black, que en la primera estaba bastante bien, pero aquí se hace un tanto pesada. ¿El motivo? La excesiva duración de la cinta, casi una hora y cincuenta, le juega una mala pasada. Además, el guión es totalmente lineal, incluso más que el de la primera, y todo se resume en la búsqueda de la Esposa Oscura. A lo largo de la película no vemos ni un solo giro de guión y las subtramas casi brillan por su ausencia.
En lo referente a los personajes, todos tienen más o menos una evolución coherente respecto a la primera película, y la verdad es que los actores lo hacen genial. En cuanto a los nuevos personajes, se une al grupo un guerrero elfo que da cierto juego a la película, pero es despachado de forma muy brusca en los últimos minutos. Por otra parte, aparecen también dos cazarrecompensas elfas que quieren atrapar a la protagonista y entregarla a su nuevo señor, pero esta subtrama no abarca más de cinco minutos.
No obstante, la película tiene algunos momentos épicos, como por ejemplo el divertido enfrentamiento con las hadas o la lucha contra el dragón. Sin embargo, se hace un poco cansino que en todas las películas los héroes al final queden moribundos y logren curarse con magia blanca. En la primera película tenía un pase, pero en esta ya parece un recurso un tanto excesivo.
Aun así, la película es disfrutable, y a más de uno le traerá recuerdos de juegazos como Baldurs Gate o Dragon Age Origins.
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