¨K3: Prison of Hell¨ es sin duda una de las peores obras de Andreas Bethmann. Y eso, teniendo en cuenta la baja calidad media de las películas de este director alemán, no habla muy en su favor.
Este pastiche sexploitation se hace realmente difícil de ver. Las escenas de sexo son sucias, desagradables y realmente denigrantes, con actores amateur jugando a ser estrellas del porno con resultados lamentables. Incluso colaboradores habituales del ultragore alemán, como Thomas Kercmar, hacen aquí sus pinitos en el mundillo hardcore.
La historia es inexistente, la fotografía e iluminación son pésimas, y la música repetitiva e insulsa. Sólo destacan un par de escenas gore con efectos de maquillaje de Olaf Ittenbach (lo mejor del film con diferencia) Todo lo demás, para olvidar.
Así que sinceramente, no perdáis el tiempo con esta bazofia... Porque ni el gore es lo suficientemente abundante, ni las escenas de sexo lo suficientemente decentes como para resultar una película mínimamente disfrutable.
Señor Bethmann, por favor... Deje de torturar al aficionado al gore alemán con estas porquerías.
TheCrow
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¨K3: Prison of Hell¨ es sin duda una de las peores obras de Andreas Bethmann. Y eso, teniendo en cuenta la baja calidad media de las películas de este director alemán, no habla muy en su favor.
Este pastiche sexploitation se hace realmente difícil de ver. Las escenas de sexo son sucias, desagradables y realmente denigrantes, con actores amateur jugando a ser estrellas del porno con resultados lamentables. Incluso colaboradores habituales del ultragore alemán, como Thomas Kercmar, hacen aquí sus pinitos en el mundillo hardcore.
La historia es inexistente, la fotografía e iluminación son pésimas, y la música repetitiva e insulsa. Sólo destacan un par de escenas gore con efectos de maquillaje de Olaf Ittenbach (lo mejor del film con diferencia) Todo lo demás, para olvidar.
Así que sinceramente, no perdáis el tiempo con esta bazofia... Porque ni el gore es lo suficientemente abundante, ni las escenas de sexo lo suficientemente decentes como para resultar una película mínimamente disfrutable.
Señor Bethmann, por favor... Deje de torturar al aficionado al gore alemán con estas porquerías.
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