Olvidado y destacable film que puso en el tapete la intolerancia religiosa, la que combinada peligrosamente con la hipocresía y fanatismo, constituyó un reflejo del intento de los cineastas británicos por atacar y exponer los últimos resabios de una sociedad británica pacata, ultra-conservadora e hipócrita, claro.
La historia trata el viaje literalmente al infierno que Patricia Carroll (Powers) realiza de Estados Unidos a Inglaterra, en donde se separa de su actual novio para pasar a visitar a la madre de su ex novio, la señora Trefoile (Bankhead) quien falleció en un accidente. Lo que se supone iba a ser una visita de cortesía se convertirá en una pesadilla, debido al fanatismo religioso de Trefoile, exponiendo seriamente la vida de Patricia.
Un film de terror psicológico de la Hammer, esta vez alejado de atmósferas tenebrosas, castillos embrujados y monstruos diversos, que ahonda en la psique más enferma que uno se puede imaginar, al punto de convertirla en un viaje en el que el fanatismo religioso y la locura llegan a congeniarse peligrosamente, por medio de un guión inteligente, con correctas dosis de suspenso y principalmente la estructura del personaje de la señora Trefoile, que rememora a personajes psicóticos como Norman Bates de ¨Psicosis¨ (1960).
Y es que la psique de Trefoile es realmente compleja, con una actuación realmente destacable de Tallulah Bankhead como la retorcida madre que perdió a su hijo. El suicidio de su hijo, ex novio de Patricia, que nos insinúan fue por escapar de una obsesión sexual insana de su madre, hace que la atribulada mente de la señora Trefoile crea fervientemente que sólo purificando el alma de Patricia logrará que Dios perdone al alma de su hijo suicida. Cabe señalar que este terrorífico elemento, esta obsesión malsana como ya dije de la madre por el hijo, pudo haber sido mejor explorado por el guionista Richard Matheson, debo decir, hasta quizás haberlo llevado a alturas insospechadas, sin embargo, estamos ante una trama que funciona, si bien tiene algunos momentos lentos.
Ahora bien, la película es lo que es no tanto por el guión, sino por la tremenda dupla Bankhead-Powers, en la que decididamente (y cómo no) es la primera la que se echa al bolsillo el guión y simplemente se contiene y desencadena como el peor de los cánceres: retorcida, siniestra, asesina, Tallulah Bankhead (célebre también por su aparición en ¨Lifeboat¨, de 1944, de Alfred Hitchcock) nos brinda una de sus mejores actuaciones, realmente soberbia. Sin embargo, recomiendo ver la V.O.S.E para disfrutar mejor su desempeño, ya que en español pierde un poco la fuerza interpretativa. Stefanie Powers, por su parte, está correcta como Patricia, dominada, perseguida, contrariada, sin poder de reacción, perdida en un laberinto de locura que sólo la madre de su ex novio tiene forma de abrir. Para la anécdota, un joven Donald Sutherland tiene un breve papel como retardado.
En resumen, una película digna de ser rescatada del olvido para las generaciones que aman el cine clásico.
Una película, cuyos sentimientos más extremos son el de rabia (sobre todo debido al inmenso y creíble papel de la actriz Tallulah Bankhead, a la que llegas a odiar a muerte) y el de desesperación (sobre todo gracias a un brillante guión muy bien dirigido por Silvio Narizzano, que consigue momentos de tensión malsana y enfermiza). Una gran película que conviene rescatar del olvido, con notables interpretaciones (a destacar también el papel de Donald Sutherland) y el siempre interesante tema del radicalismo religioso que tanto juego da en el cine de terror. Suspense y tensión aseguradas, con un final, eso sí, que bajo mi punto de vista no hizo justicia a algunos de los protagonistas SPOILER que merecían un final más ¨crudo¨. Muy recomendable.
Tallulah Bankhead nos ofreció una espléndida actuación en esta gran obra de la Hammer, que nos lleva a una malsana atmósfera de locura religiosa para arrastrar a los que le rodean. Una muestra de fanatismo religioso pero llevado de forma muy interesante, con toques de mucha ironía pero siempre dentro de un aura de terror propia de la Hammer. La madre vive en medio de un desquiciamiento surrealista tras la muerte de su hijo.
El personaje de Pat se siente atrapado en una espiral de sinrazón excepcional y las escenas de más tensión fueron filmadas con gran exquisitez. Una de esas obras de la Hammer que uno no debe perderse. No aparecen caserones en medio de la niebla ni figuras fantasmales pero el efecto es el mismo, una locura colectiva en la que no hay casi salida.
Otra ¨joyita¨ debida a la factoría Hammer. Un excelente guión escrito por el genio Richard Matheson, que refleja la parquedad de la intransigente y decadente sociedad británica de la época, que empieza a verse incipientemente enfrentada por prqueños actos de rebeldía de grupos progresitas y anti conservadores. Las acruaciones de las protagonistas, Powers y Bankhead, son sobrias y altamente eficaces. Ojo con el pequeño papel realizado por Donald Sutherland, años antes de saltar a la fama mundia. Imprescindible verlal
excelente propuesta que logra su cometido, la trama es tan buena que por momentos te pones en los zapatos de la protagonista y ya queres que le de su merecido a la vieja santurrona.
este filme es genial para su epoca y creo que seria una interesante sorpresa para los cinefilos de turno
Extraño que casi nadie haya comentado este clásico del terror.... pues nada, una peli de la vieja escuela... intriga, agobio, gente retorcida, suspense..... cine de culto. La recomiendo y os animo a que la veais.
Magnifico film de la hammer con una soberbia fotografia...se trata de una critica en toda regla a el fanatismo religioso(la mdre esta como una regadera).Buenos actores entre los los que destaca un jovencisimo y secundario Donald Sutherland.
Críticas: 8
Miguel Arkangel
8
“Mi padre me advirtió sobre los hombres y el alcohol, pero nunca dijo nada sobre las mujeres y la cocaína¨ Tallulah Bankhead.
La inolvidable actriz estadounidense, que con sobrados méritos se ha convertido al día de hoy en una actriz de culto, protagonizó a los 63 años de edad, este estupendo film clásico de la Hammer, interpretando a una lady inglesa en decadencia, fanática religiosa y psicópata.
Destacable también la encantadora pelirroja Stefanie Powers, quien será la victima de la desquiciada Tallulah (la señora Trefoile) que encarna el fanatismo y la intolerancia. En realidad, el film nos muestra una crítica irónica y mordaz a la Inglaterra intolerante, caduca y reaccionaria que intenta violentamente negarse a morir y ceder ante lo nuevo, lo joven, lo moderno, que encarna precisamente la joven y guapa Stefanie.
Cine clásico de la inmortal Hammer, thriller psicológico de la vieja escuela, con dosis correctas de claustrofóbico suspenso, buen ritmo narrativo, un inteligente guión de Richard Matheson, que la convierten en una pequeña joyita a redescubrir.
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