El director Arne Mattsson prometía ser junto a Ingmar Bergman el gran director del cine sueco a principios de los 50, pero se estancó y a partir de los 60 se especializó en películas noir, policíacas y de suspense. Esta es una incursión en el fantástico.
El aún muy activo Per Oscarsson (¨Millenium¨) es Lundgren, un segurata patológicamente solitario que alucina con la mujer de su vida y la encuentra en un maniquí. La película es casi un monólogo suyo, y hay que decir que hace muy bien el papel de pobre enfermo mental digno de compasión. A ratos da genuino miedo, porque su trastorno bien podría ser real.
El guion de Lars Forssel y Eva Seeberg es, como muchas películas de serie B de la época, una especie de episodio de larga duración de ¨La dimensión desconocida¨, y no faltará quien le recuerde un poco a una versión sexy de ¨Toy Story¨.
La película cuenta con una ambientación bastante sesentera que contrasta la vieja y húmeda comunidad de vecinos donde vive Lundgren con la modernidad pop del centro comercial donde trabaja. La música del compositor Ulrik Neumann es muy buena: casi minimalista, combina - según como lo veo - algo de folk con sonidos sinfónicos. A ratos recuerda a las pelis S tipo Emmanuele y su música tristona. Va muy bien con el ligero erotismo de la acción.
Algunos han querido ver en esta película una joya perdida que supera a cualquier cosa que haya hecho Bergman. Yo discrepo: es una película de serie B decente a todos los niveles, menos el interpretativo, que es brillante, pero la encuentro algo pretenciosa: le sobra como media hora de metraje y puede llegar a cansar (ya lo he nombrado de pasada, pero creo firmemente que hubiera funcionado mejor como un episodio de serie de televisión). De todas maneras es un film muy reivindicable y merece ser más conocido.
bigladiesman
6
El director Arne Mattsson prometía ser junto a Ingmar Bergman el gran director del cine sueco a principios de los 50, pero se estancó y a partir de los 60 se especializó en películas noir, policíacas y de suspense. Esta es una incursión en el fantástico.
El aún muy activo Per Oscarsson (¨Millenium¨) es Lundgren, un segurata patológicamente solitario que alucina con la mujer de su vida y la encuentra en un maniquí. La película es casi un monólogo suyo, y hay que decir que hace muy bien el papel de pobre enfermo mental digno de compasión. A ratos da genuino miedo, porque su trastorno bien podría ser real.
El guion de Lars Forssel y Eva Seeberg es, como muchas películas de serie B de la época, una especie de episodio de larga duración de ¨La dimensión desconocida¨, y no faltará quien le recuerde un poco a una versión sexy de ¨Toy Story¨.
La película cuenta con una ambientación bastante sesentera que contrasta la vieja y húmeda comunidad de vecinos donde vive Lundgren con la modernidad pop del centro comercial donde trabaja. La música del compositor Ulrik Neumann es muy buena: casi minimalista, combina - según como lo veo - algo de folk con sonidos sinfónicos. A ratos recuerda a las pelis S tipo Emmanuele y su música tristona. Va muy bien con el ligero erotismo de la acción.
Algunos han querido ver en esta película una joya perdida que supera a cualquier cosa que haya hecho Bergman. Yo discrepo: es una película de serie B decente a todos los niveles, menos el interpretativo, que es brillante, pero la encuentro algo pretenciosa: le sobra como media hora de metraje y puede llegar a cansar (ya lo he nombrado de pasada, pero creo firmemente que hubiera funcionado mejor como un episodio de serie de televisión). De todas maneras es un film muy reivindicable y merece ser más conocido.
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