Trepidante comienzo con una inquietante banda sonora que invitan al espectador a contemplar unos primeros minutos con un esperanzador optimismo, aunque el paso de los mismos hacen decaer de forma sensible el conjunto. No obstante siempre es de agradecer que producciones prácticamente desconocidas para la inmensa mayoría puedan llegar a generar cierto interés, y si además se trata de un hecho real basado en las andanzas de uno de los muchos asesinos en serie que proliferan o proliferaron por el estado norteamericano, pues mucho mejor.
Tal es el caso del ¨Flaustista de Tucson¨, un tipejo con cierto liderazgo y algo de magnetismo con las mujeres, un ególatra que veía en la sociedad un cáncer del que debía de escapar.
SPOILER:
He echado de menos una revisión más completa de la corta vida de este asesino, ya que, según he podido consultar, después de su arresto y posterior entrada en prisión, tras varios intentos fallidos, finalmente pudo escapar de la cárcel, aunque posteriormente volvieron a apresarlo. Finalmente fué asesinado en prisión tras recibir 47 puñaladas por dos compañeros de prisión. Perdió un ojo y un riñón, muriendo 20 días después.
Una estimable película que recrea de forma bastante fidedigna la figura de ¨The Pied Piper of Tucson¨. Destaca sobre todo por su tono realista y serio. Esto se nota particularmente en la frialdad y naturalidad con las que actúa Skipper, inquietante por momentos. También son destacables el rigor y la solidez con los que está tratada la historia, muy apreciable en el buen uso que hace el director del escenario, un pequeño pueblo de Arizona (paradójicamente cambiado en la película por uno californiano), y la manera en la que se desenvuelven en él los protagonistas, o en la atmósfera depresiva que, al igual que el desierto, rodea la pequeña ciudad. Todo está resaltado con una luminosa fotografía, que contrasta con el tono oscuro del relato, y una acertadísima banda sonora. Igualmente buenas son las interpretaciones de prácticamente todo el reparto, empezando por un Robert F. Lyons (¨La oscura noche del espantapájaros¨) seguro y convincente en su papel de joven psicópata, continuando con todos los grandes nombres de veteranos que aparecen en breves pero significativos papeles, y terminando por los entonces jóvenes Richard Thomas (¨Pesadilla en la nieve¨) y Belinda Montgomery (¨Silent Madness¨). Aunque el comienzo del film es formidable y nos predispone a algo grande, a medida que la narración avanza va perdiendo algo de fuelle, viéndose perjudicada la acción en ocasiones por el excesivo diálogo. Sin embargo, el resultado global es notable y la película es totalmente recomendable.
Críticas: 3
Miguel Arkangel
6
Film de inicios de los 70s que narra libremente las circunstancias que rodearon los crímenes del célebre asesino en serie conocido como “El flautista de Tucson”, un tipo que sedujo a jóvenes de ambos sexos con su personalidad y su imagen de chico moderno y rudo.
Robert F. Lyon interpreta a Skipper, el carismático joven que lidera a chicas y chicos impresionables y aunque aparenta ser un buen tipo, dedicado a vagabundear y matar el tiempo conquistando chicas y organizando fiestas con sus amigos, esconde el terrible secreto de sus crueles crímenes.
El film comienza muy bien, su primera media hora parecía presagiar una película de suspenso y crimen, pero en realidad los abundantes diálogos y la poca tensión que desarrolla la trama a lo largo de los minutos la convierte más bien en un buen drama juvenil setentero antes que en un thriller de psicokiller.
Pero cuidado, no estoy diciendo que estamos ante una mala película, por el contrario, tiene sus méritos cinematográficos y Robert F Lyon y todo el reparto femenino hacen un estupendo trabajo, además de ser una admirable muestra de la cultura juvenil de EEUU a inicios de los 70s.
Me gusta (1) Reportar