Buena película. La historia es bastante cruda sobre un hombre que queda expuesto en su trabajo en una planta nuclear a la contaminación. Encima que tiene la mala suerte de quedar contaminado, lo suspenden sin ninguna paga y encima le mienten en el resultado de su contaminación. Muy buena actuación del personaje principal agonizando, y desesperado por vender el plutonio para su familia ya que el esta al borde de la muerte. En su camino encontrara a un ladrón desesperado por conseguir dinero para no ser asesinado. Buena trama y acá no se va a ver ni sangre, ni balas por doquier ni menos muertos por todos lados, simplemente historias de gente desesperada por conseguir dinero. El final bastante justo en el reclamo de la mujer del hombre contaminado.
Mi puntuación para esta película recomendable para ver es un 7.
Críticas: 2
Miguel Arkangel
7
Aquí estamos ante un film que recomiendo sinceramente, como una joyita a descubrir para cualquier inquieto y curioso cinéfilo que quiera degustar una película con una calidad y ritmo notables.
Su estupenda trama, muy bien narrada y filmada por el Director Scott Z. Burns, posee no solo una historia trágica, original e inteligente sino que viene aderezada además por un fino humor negro.
El técnico nuclear Timofey Berezin queda expuesto a una letal dosis de radiación en una destartalada Central rusa. Sus patrones no solo que lo despiden si no que se niegan a reconocerle cualquier tipo de indemnización. Desesperado, Berezin, roba 100 gramos de plutonio 239 que intentará vender en las calles a la mafia rusa, con ayuda de Shiv, un ladronzuelo de poca monta.
Sin caer en forzados melodramas, el film nos muestra una serie de situaciones y emociones, -desde la desesperación de un padre ante el incierto futuro de su familia, el miedo y el valor ante la inminente muerte, la violencia callejera de los mafiosos rusos, los peligros actuales y cotidianos de la energía nuclear-, con un desarrollo narrativo muy bueno, con una fotografía y estilo bien logrados, que augura un buen futuro al Director Scott Z. Burns, que ha sabido mostrarnos aquí una historia magnifica, potente y bien contada.
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