Al fin, por primera vez como abandomoviero, me enfrento cara a cara con la más genuina psicotronia nipona. No la psicotronia a la que estamos acostumbrados los consumidores de manga y anime, no: se trata de esa psicotronia que, trascendiendo culturas y puntos de vista críticos, deviene universal y se añade a lo más bizarro que ha llegado a hacerse, sea en EE.UU, México, Italia, Filipinas o España. Da lo mismo. Señores, hemos llegado.
En primer lugar, no os vayáis a pensar que este tokusatsu/sentai viene de una productora cualquiera: es de la Toei y está protagonizada por una futura estrella de la compañía de las olas rompientes: nada menos que el gran Sonny Chiba en su primer papel protagonista, vestido como una copia descarada de Super Giant y tan mal coreografiado que parece torpe. Nada que ver con ese carismático japonés gruñón de la trilogía Street Fighter, que iba para serio sucesor de Bruce Lee con su salvaje combinación de judo, aikido y kyoiushinkai karate y que muchos conocimos gracias a Kill Bill. Aquí es un chaval de 22 años que va en un coche-cohete incalificable y que se come todos los baches. Más allá de Chiba, solo resultará familiar a los muy fans del tokusatsu, el kaiju eiga o el sentai el rostro de Harold Conway, el actor que siempre hacía de americano random en este tipo de pelis.
La acción de la peli, que he visto en su pésimo doblaje al inglés, lo que la hace más frikosamente divertida, se reduce a un toma y daca entre terrícolas y neptunianos alternado con escenas aleatorias de niñatos y periolistos corriendo de un lado para otro como pollos sin cabeza (el siempre genial programa televisivo Mystery Science Theater 3000 rebautizó esta peli como ¨Keystone Kids¨). Ritmo no le falta, lo que pasa es que las escenas de acción son más bien escasas y sosas, y encima el clímax es repetitivo y cansino hasta la náusea, hasta el punto de que casi se carga el elemento de comedia involuntaria (fast forward recomendado, sobretodo por el muy condenable uso de imágenes de archivo del la II G.M. en una peli infantil. En lo que es el colmo de la frivolidad, ni se esconde: uno de los edificios que vuela pormlos aires tiene una efigie de Hitler que evindencía el periodo en que se tomaron esas terribles imágenes). Los FX son feos de solemnidad, pero se nota cierto buen trabajo en atrezzo (el cohete de los neptunianos era una enorme maqueta de 6 metros de altura), aunque también en este aspecto de pasa de lo ridículo a lo sublime.
Surrealista, sin argumento alguno y a ratos delirantemente divertida salvo por ese infame final, he dudado entre el 1 y no valorarla. Lo dejo en no valorarla porque prefiero que si alguien con más criterio, seriedad y decisión que servidor de Vds. ve la peli, sea ella/él quien se atreva a ponerle nota.
bigladiesman
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Al fin, por primera vez como abandomoviero, me enfrento cara a cara con la más genuina psicotronia nipona. No la psicotronia a la que estamos acostumbrados los consumidores de manga y anime, no: se trata de esa psicotronia que, trascendiendo culturas y puntos de vista críticos, deviene universal y se añade a lo más bizarro que ha llegado a hacerse, sea en EE.UU, México, Italia, Filipinas o España. Da lo mismo. Señores, hemos llegado.
En primer lugar, no os vayáis a pensar que este tokusatsu/sentai viene de una productora cualquiera: es de la Toei y está protagonizada por una futura estrella de la compañía de las olas rompientes: nada menos que el gran Sonny Chiba en su primer papel protagonista, vestido como una copia descarada de Super Giant y tan mal coreografiado que parece torpe. Nada que ver con ese carismático japonés gruñón de la trilogía Street Fighter, que iba para serio sucesor de Bruce Lee con su salvaje combinación de judo, aikido y kyoiushinkai karate y que muchos conocimos gracias a Kill Bill. Aquí es un chaval de 22 años que va en un coche-cohete incalificable y que se come todos los baches. Más allá de Chiba, solo resultará familiar a los muy fans del tokusatsu, el kaiju eiga o el sentai el rostro de Harold Conway, el actor que siempre hacía de americano random en este tipo de pelis.
La acción de la peli, que he visto en su pésimo doblaje al inglés, lo que la hace más frikosamente divertida, se reduce a un toma y daca entre terrícolas y neptunianos alternado con escenas aleatorias de niñatos y periolistos corriendo de un lado para otro como pollos sin cabeza (el siempre genial programa televisivo Mystery Science Theater 3000 rebautizó esta peli como ¨Keystone Kids¨). Ritmo no le falta, lo que pasa es que las escenas de acción son más bien escasas y sosas, y encima el clímax es repetitivo y cansino hasta la náusea, hasta el punto de que casi se carga el elemento de comedia involuntaria (fast forward recomendado, sobretodo por el muy condenable uso de imágenes de archivo del la II G.M. en una peli infantil. En lo que es el colmo de la frivolidad, ni se esconde: uno de los edificios que vuela pormlos aires tiene una efigie de Hitler que evindencía el periodo en que se tomaron esas terribles imágenes). Los FX son feos de solemnidad, pero se nota cierto buen trabajo en atrezzo (el cohete de los neptunianos era una enorme maqueta de 6 metros de altura), aunque también en este aspecto de pasa de lo ridículo a lo sublime.
Surrealista, sin argumento alguno y a ratos delirantemente divertida salvo por ese infame final, he dudado entre el 1 y no valorarla. Lo dejo en no valorarla porque prefiero que si alguien con más criterio, seriedad y decisión que servidor de Vds. ve la peli, sea ella/él quien se atreva a ponerle nota.
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