Max Steel se enfrenta a un enemigo mas poderoso de lo que jamas haya visto, y por alguna razón, su padre hace todo lo posible por evitar siquiera se encuentren, ya que la vida de Max peligra a niveles insospechados.
Elementor, un clon de Bioconstrictor que es capaz de manipular los elementos del planeta a su antojo, cuya única meta es destruir todo en su camino, incluso vidas, que el cree son pestes en el mundo.
Berto y Cat hacen todo lo posible por evitarlo pero solo Max puede evitarlo.
Jefferson, el padre adoptivo de Max da a entender que no puede acercarse a Elementor, la razón del porque, es uno de tantos secretos familiares.

Brian Carson repite en la banda sonora, el resultado es emotivo y épico a la vez, una consulta obligada a los amantes de la buena música.

Sean Sullivan regresa en la dirección y nos presenta esta interesante secuela de Max Steel, tenemos una buena actuación de voces, animación agradable, una profundización en la historia del personaje principal, y combates realmente asombrosos donde todo el futuro del planeta recae en un solo hombre.

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