La deshumanizacion mostrada al limite, los realytis se meten de lleno en la vida de las personas y deciden sobre sus vidas, vemos como todos viven en un cubil, de manera independiente, para comer o distraerse a través de las patallas, deben usar unas bicicletas fijas que suman puntos con cada pedaleo, asi suman creditos, y a mayor suma mejores oportunidades de mostrarse en los shows, tengan el talento que tengan, interesante como todo lo que muestra, se va digitando en el poder y las personas como zombies consumistas.
El futuro que nos implementaran.
En sí no me engancho para nada en especial porque yo no soy fan de esto de black mirror por ahí me gustó alguno pero de estos no, esta resulta interesante en el comienzo y claro que es una crítica hacia nuestro futuro y sistema que nosotros mismos nos implementamos ya que le damos mucho espacio más a la tecnología que a las relaciones personales y seguramente así llegaremos.
También vi el siguiente de black mirror que tendré que verlo porque no le preste atención para nada y es que ese es el problema que le falta fuerza a esto, Daniel Kaleeuya es buen actor y lleva bien el paso y me gusto mucho la escena donde van a concursar la chica a ese concurso parecido a got talent y La canción me pareció excelente pero solo esa escena.
En fin como crítica hacia el sistema tecnológico está muy bien pero como película satírica o de ficción le faltó fuerza.
Segundo capitulo de Black Mirror que aunque no termine de ver por completo la serie diria que esta es totalmente distinta a todos los capitulos,aca vemos un mensaje hacia la tegnologia,de la manera en la que te maneja y como vas ganando todo mediante eso desde la comida o algun sueño que tengas.El protagonista es Daniel Kaluuya ,un actor que en ese momento no era tan conocido como lo es hoy en dia,tambien la tenemos a Jessica Brown Findlay que no la conocia del todo a esta actris.Los personajes del capitulo digamos que casi no son tan llamativos como la trama misma.
Los efectos obviamente se lleva todos los aplausos en este capitulo
Película: ¨Black Mirror: Fifteen Million Merits¨ (2011).
Segundo capitulo auto-conclusivo de la serie ¨Black Mirror¨. Una historia interesante que muestra como la sociedad consume de manera excesiva tecnología. Los diálogos están bien elaborados. Las actuaciones resultan aceptables, pero los personajes no resultan del todo llamativos. De duración se siente algo pesada, le juega en contra ser el capitulo de mayor duración. El ambiente es acorde a lo que busca contar la historia, pero no llama mucho la atención. Empieza algo lenta, se desarrolla de manera aceptable y finaliza con un giro bastante interesante.
Mi puntuación para ¨Black Mirror: Fifteen Million Merits¨ es 6 de 10 posibles, no es más ni menos que su antecesora, teniendo este segundo capitulo una historia más solida, pero con situaciones menos interesantes que el primero, incluso se pierde la tensión. Recomendado.
Tabo.
Aceptable capítulo de Black Mirror donde se realiza una crítica brutal hacia los lamentables talent shows que hoy impregnan las cadenas de televisión. A diferencia del primer capítulo, el del ministro y el cerdo, este sí resulta bastante potable, está bien dirigido y tiene varios giros de guión muy efectivos.
Eso sí, considero que es un capítulo que es mejor disfrutar conociendo lo menos posible del argumento.
Merece la pena echarle un vistazo.
Críticas: 6
Miguel Arkangel
7
“Fifteen Million Merits”, segundo episodio de la primera temporada de “Black Mirror”, carga contra la banalidad y la alienación de la sociedad del espectáculo. Una sociedad distópica de esclavos condenados a pedalear por “méritos”, encuentran una ilusoria válvula de evasión en las pantallas que están por todos lados y que no pueden apagar, mostrándoles sólo telebasura, desde pornografía dura hasta mercantilistas reality shows.
En ese mundo no hay espacio para el amor, la compasión o la dignidad. Salvo para Bing, que se enamora de Abi, (unos estupendos Kaluuya y Findlay) y le regala sus “méritos” para que pueda participar en un programa de canto, sin imaginar que en realidad la está lanzando en brazos del monstruo, y que ambos terminarán vendiendo su alma.
Una historia satírica y alegórica sobre el amor, la pérdida y la rabia impotente, criticando un sistema (¿nuestro presente? ¿nuestro inevitable futuro?) en que las pantallas alienantes se han convertido en el nuevo opio deshumanizante de las masas. No hay escapatoria; y hasta la rebelión se ha convertido en una farsa y en otra forma de burdo espectáculo.
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