Un asesinato en plena noche, en plena ciudad, una joven inocente acusada, nadie la cree, todos la declaran culpable, salvo un hombre que realmente es consciente de que es inocente, de que otro lo hizo, y hay una botella de licor y un atizador de por medio como desencadenantes del drama...
No sería la última vez que todos estos ingredientes formarían parte ya para la posteridad del universo ¨hitchcockiano¨, elementos que envuelven la palabra ¨asesinato¨ y que tantas veces volverían a hacer en años venideros. Pero pocos podrían averiguar el alcance que dichos elementos tendrían en la Historia del cine, y allá por 1.930, un Hitchcock que contaba sólo 31 años demostró que podía manejarlos a la perfección para contar una historia en pantalla, y además, mejor que nadie.
¨Asesinato¨, la tercera obra sonora del sr. Alfred tras ¨Chantaje¨ y ¨Juno y el Pavo Real¨, se basa en la novela de misterio de 1.928 ¨Enter Sir John¨, escrita por Clemence Dane y Helen Simpson, y marca un antes y un después en la carrera de aquel director que apenas estaba empezando (aunque llevara ya bastantes trabajos hechos) con ganas de innovar en el mundo cinematográfico.
Y lo hizo gracias a su trato escabroso del crimen a la vez llenando la historia de un humor negro y cierto melodrama que sería característico en sus obras, de juegos de luces y sombras que remarcaban la atmósfera del misterio y le daban un toque tenebroso inimitable (el más inquietante es la aparición de la silueta de la horca en la pared), de personajes muy realistas y al mismo tiempo plagados de atributos novelescos, y sobre todo destacando un factor vital para entender el impacto del film: aparece la voz ¨en off¨, otorgando una carga dramática extra a aquella escena donde vemos al protagonista reflexionando sobre el caso de la srta. Baring.
Hitchcock demuestra audacia y ofrece un análisis profundo del suceso a través de la justicia, de la ética humana, de la psicología, hablando ya de desdoblamientos de personalidad y hasta de transformismo (tres décadas antes de ¨Psicosis¨, señoras y señores), hasta del arte, sirviéndose del teatro para desenmascarar al culpable (y comparándolo muy bien con la vida real), y cargando con gran ironía contra la clase británica más acaudalada y su manera de prejuzgar a los demás sin conocer absolutamente nada, aparte de desentrañar algo tan grave como un asesinato utilizando los primitivos métodos de la época (hablamos de los 30...lo de analizar las huellas, el ADN y los polígrafos era un sueño todavía) muy poco a poco, sumergiendo al espectador en el enigma al igual que se sumergen los personajes.
Personajes muy bien interpretados por los actores Herbert Marshall (Sir John), Ed Chapman (Markham), Norah Baring (Diana) y ese odioso Esme Percy que hace de Fane y que protagoniza uno de los mejores momentos del film: la escena final en el circo.
Al año siguiente se estrenó la versión alemana del mismo film, ¨Mary¨, toda interpretada por actores teutones, salvo Miles Mander, que repitió su papel de Druce. Yo, la verdad, me quedo con la original.
Ya venía pisando fuerte Alfred Hitchcock, ya, y de aquella primera etapa del británico yo considero ¨Asesinato¨ una de sus más importantes obras.
buena película de don Alfred, no es de lo mejor de su repertorio pero es buena , en donde el proceso de descubrir quien es el culpable de un asesinato es el argumento principal
Es muy interesante también ver como don Alfred puede cambiar el rumbo de una historia mediante una simple intuición del protagonista y puede armar el rompecabezas para poder dar con el culpable del asesinato
Recomendable creo que solo para los que le gustan los clásicos
Hithcock se movió más por el lado psicológico y misterioso del caso más que buscar la acción y la intensidad de los acciones.
Uno de sus primeros films con absoluto protagonismo de los actores que brillaron en sus papeles y que además quieren mostrar al espectador la dificultad de hacer justicia en cualquier caso que haya que juzgar.
Ritmo pausado y adecuado, el misterio se va desentrañando sacando lo mejor de algunos personajes y llevándolos al extremo de la flaqueza. No necesito Alfred una trama muy compleja, solo necesitaba que la duda permaneciera siempre en la mente del espectador y lo consiguió de sobra.
Una de las primeras de Hitchcock, y bastante buena. Un asesinato en el que todo parece estar bastante claro desde el primer momento, pero en el que una persona que no está seguro al 100% empieza a buscar y buscar hasta que desenreda una trama bien oculta. Buenos actores y mucha intriga.
A pesar de ser una de las primeras peliculas de Hitchcock, ya se hacia notar muchas de sus virtudes cinematograficas. Aunque se eche de menos a una exuberante rubia que comandase este reparto de actores, hay que comprender la complejidad de entonces para formar una buena compañia de actores. El final de la pelicula tiene la firma de su director, momentos inigualables que solo Hitchcock es capaz de transmitir en una pelicula de intriga, aunque tambien se le podria achacar poca acción, en un guión con muchisima trama, que te obliga a estar atento a cada diálogo para no perder el hilo de la historia. Pero por esa virtud, entre otras muchas, 50 años despues seria coronado como el mejor director de toda la historia del cine. Asi que a disfrutar con este film, dedicado a todos los cinéfilos de la intriga, y a los que alucinen con las historias de Alfred Hitchcock, un 9.
Me encanto la escena del circo en la que el trapecista despues de su arriegado numero. . . Bueno sabeis que no es lo mio destripar finales por eso recomiendo a todos los amantes del buen cine o del teatro(si del teatro) que vean esta pelicula del joen hitchckok.
Peli pasable de Hitchcock aunque tiene sus genialidades aparece por primera vez la voz en off cuando la protagonista está encarcelada. Se hace lenta pero al final se recupera y crea interés.
Se nota el estilo de hitchcock pero con matices que recuerdan al cine mudo, intriga buena pero no podemos pedirle mas a esa epoca, merece la pena verla pero no conservarla. .
Críticas: 9
bigladiesman
7
Alfred Hitchcock seguía avanzando en su carrera, esta vez adaptando la novela “Enter Sir John” sobre un célebre actor que, siendo miembro de un jurado popular, ante las dudas y el temor a haber dado un veredicto de cuplabilidad injusto en un asesinato entre colegas de profesión, se toma la justicia por su mano y re-investiga el caso.
Herbert Marshall es Sir John Menier, el actor en cuestión. Le da un aire dandy pero extremadamente preocupado (sobreactúa lo suyo), y a ratos parece estar vivendo una pesadilla, viviendo con el doble sentimiento de culpa que le da el veredicto y el hecho de que si un año antes él recomendó a la presunta culpable que ingresara en una compañía itinerante, desencadenando el asunto.
La actriz Nora Baring es Diane Baring (si, mismo apellido actriz y personaje), la presunta culpable del asesinato titular, yun destacado actor de carácter inglés, Edward Chapman, y una habitual de las pelis de “Hitch” en ese tiempo, Phyllis Konstam, son el desastrado matrimonio Markham, dos de los típicos personajes frikazos de las pelis del director, actores en problemas y testigos del nefando crimen que son casi forzados a ser los ayudantes de Menier.
El mismo Hitchcock adapta el original (junto a un cierto Walter Mycroft, hombre de los estudios British International) y experimenta con las posibilidades del sonido, intentando reflejar lo que pasa por la mente de Sir John mediante monólogos internos y conversaciones imaginadas usando voz en off. El argumento en si es simple y se resuelve demasiado pronto, pero en contrapartida tiene todos los ingredientes de un “Hitch”: Suspense, humor y dramas personales.
El look de la película sigue estando muy influenciado por el expresionismo alemán, pero el director va poco a poco encontrando un estilo propio. El gran problema de esta película está precisamente en el sonido: se nota la falta de experiencia del equipo, y a ratos parece que la imagen se supedite al sonido y no al contrario, provocando fallos menores de edición, sincronización y continuidad.
Muy buena y entretenida, aunque por mótivos técnicos ha envejecido algo peor que varias de sus predecesoras.
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