Otro producto temprano de terror de la Universal donde a falta de originalidad en el argumento (una ligera variante del subgénero de casas encantadas) cuenta con el gusto visual de Paul Leni.
El actor británico Montagu Love es el protagonista de la película como el inflexible, astuto e intréprido empresario teatral Arthur McHugh, un tipo que no cree en fantasmas y por ello reúne al reperto y al equipo de una obra teatral en la que dos años antes hubo una misteriosa muerte. Las amenazas de un supuesto fantasma solo le dan más ganas de hacer la obra y de vencerlo. Laura La Plante, una de las primeras screem queens y protagonista de la desaparecida “El legado tenebroso”, es la estrella del reparto, y lo hace bien, pero su papel de Doris Terry es limitado en minutos y la desaprovecha, además de verse superada por Margaret Livingston (la villana de “Amanecer”, de Murnau), una de las grandes secundarias de su época en el papel de señora mayor muy chillona y que da mucha risa (gran trabajo de caracterización: Livingston tenía solo 33 años).
Basada en una obra de teatro basada a su vez en una novela, sigue la línea clásica del subgénero de casas encantadas, con sus abundantes toques de comedia, escrita por un muy competente equipo de 4 guionistas.
Visualmente es una delicia, desde ese teatro con una fachada que parece un ogro comeniños a los intertítulos creados por el guionista Tom Reed, los hallazgos son tremendos, usando toda clase de trucos para crear ambiente: cámara lenta para momentos dramáticos y rápida para momentos cómicos, montones de secuencias superpuestas, a veces creando juegos kaleidoscópicos...
Más entretenida de lo que esperaba y visualmente impactante, se trata de una película sin desperdicio si os gusta el cine de época.
bigladiesman
8
Otro producto temprano de terror de la Universal donde a falta de originalidad en el argumento (una ligera variante del subgénero de casas encantadas) cuenta con el gusto visual de Paul Leni.
El actor británico Montagu Love es el protagonista de la película como el inflexible, astuto e intréprido empresario teatral Arthur McHugh, un tipo que no cree en fantasmas y por ello reúne al reperto y al equipo de una obra teatral en la que dos años antes hubo una misteriosa muerte. Las amenazas de un supuesto fantasma solo le dan más ganas de hacer la obra y de vencerlo. Laura La Plante, una de las primeras screem queens y protagonista de la desaparecida “El legado tenebroso”, es la estrella del reparto, y lo hace bien, pero su papel de Doris Terry es limitado en minutos y la desaprovecha, además de verse superada por Margaret Livingston (la villana de “Amanecer”, de Murnau), una de las grandes secundarias de su época en el papel de señora mayor muy chillona y que da mucha risa (gran trabajo de caracterización: Livingston tenía solo 33 años).
Basada en una obra de teatro basada a su vez en una novela, sigue la línea clásica del subgénero de casas encantadas, con sus abundantes toques de comedia, escrita por un muy competente equipo de 4 guionistas.
Visualmente es una delicia, desde ese teatro con una fachada que parece un ogro comeniños a los intertítulos creados por el guionista Tom Reed, los hallazgos son tremendos, usando toda clase de trucos para crear ambiente: cámara lenta para momentos dramáticos y rápida para momentos cómicos, montones de secuencias superpuestas, a veces creando juegos kaleidoscópicos...
Más entretenida de lo que esperaba y visualmente impactante, se trata de una película sin desperdicio si os gusta el cine de época.
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