Fue allá por el 2003 cuando yo cursaba mis estudios de Cine y Audiovisuales y tenía que preparar mi tesis doctoral sobre el expresionismo europeo. Pocas película se me venían a la cabeza, ya que por esos tiempos yo no era muy ávido a ese tipo de cine. Pero logré dar con una película dirigida por un alemán de cuyo nombre no quiero acordarme ( por su complejidad, no para presentar un recurso fácil al mencionar al Quijote) y que representaba lo que yo realmente buscaba para mi tesis.

La película se hacía llamar ¨ Decoder¨. Versa sobre un hombre que descubre que los gobiernos controlan a la sociedad mediante la música que se escucha en los bares y centros comerciales. La sociedad del filme está cansada de los políticos, de la corrupción, está empezando a despertar de un estado de sumisión. Este hombre se decide a construir una máquina a la que bautiza anti-muzak ( en honor a la música ambiental que suele estar de fondo en los comercios y en las grandes superficies), que bloquea las ondas de sonido que los gobiernos transmiten a la población para controlarla y mantenerla sumisa.

Yo creo que ¨ Decoder¨ es una película que tienes que ver, para comprenderla, por lo menos unas 100 veces, porque ni Sigmund Freud sería capaz de asimilar tal paranoia y cacao mental en una hora y media de metraje. Cada vez que visionas la película es como si cada vez calara más hondo en el espectador porque ofrece unas imágenes brutales, que hurgan en lo más profundo del subconsciente humano y en ese espacio onírico que llamamos conciencia y en la perversión propia de la persona, el misterio por lo oscuro y prohibido. El filme combina imágenes surrealistas con la más pura realidad, propia de la época de los 80, violencia callejera, necrofilia, corrupción, pero todo dentro de un marco narrativo fantástico e irreal. Un aspecto del filme que llama mucho la atención son los filtros de colores que predominan en las escenas. Para representar lo mental, color azul, para lo prohibido, color rojo, para las escenas de violencia, un blanco y negro propio de las televisiones antiguas.

Si alguien se interesa por la película, tengo que advertirle lo que va a ver. Esto es SURREALISMO PURO Y DURO. Si no te gusta, mira para otro lado. El filme es un comedero de coco la 10 primeras veces que la vez, a la onceava vez ya consigues pillarle el hilo, a la siguiente ya entiendes la historia, a la siguiente el mensaje que quiere transmitir el director... Es una película tan complicada y a la vez tan significativa dentro del expresionismo alemán que cuesta entender como no ha pasado a la historia como lo que realmente es, cine experimental que llega al cerebro con intención de hacernos reflexionar sobre los modelos reales de la sociedad, controlada por los gobiernos, y la liberación que puede suponer la música una vez liberada esa amenaza. De verdad, es una película muy rara, no apta para todos los públicos.

¿ Qué fue lo que no me gustó de la película? Pues precisamente eso, la complejidad tan grande que tiene el asunto y que después de verla muchas veces le pilles el mensaje tan rápido. En mi tesis puse que a esta película le faltaba algo muy significativo: una buena camarografía. Si ya es dificial centrase en la película, centrarse en el encuadre de la cámara es aún más complicado, por esos planos tan movidos y complicados, como si estuvieran acorde con la película.

En resumen, la película más complicada de entender que se pueda encontrar sobre la faz de la tierra, pero que lleva un mensaje directo, real y muy humano, y que hoy en día, podríamos aplicar a todo. Pero lo dicho, no apta para todos los públicos.

Me gusta (0) Reportar