Una pequeña joyita del cine aleman, que ha quedado un poco escondida.
La historia es la conocida (y aterradoramente verídica) de la inquisición, la caza, tortura y muerte de brujas.
En Austria es en este caso, donde se realiza un cambio en las autoridades religiosas, y un nuevo joven se comienza a cuestionar si los procedimientos de la Iglesia son correctos.
Como historia en si, es muy chata. No hay mucho de donde agarrar. Son tan solo un par de casos aislados, y este joven teniendo un debate moral (no de fe, no llega a tanto la peli) sobre su proceder.
Y las torturas son correctas, pero tampoco es algo tan fuerte. Creo que en Beatrice Cenci de Lucio Fulci o incluso Inquisición de Paul Naschy es mucho mas perturbador.
Cero gore y poca sangre; y la violencia es mas la que se sugiere que la que te muestran, pero aun así es muy correcto las escenas. Varias te llegan a incomodar al menos.
El mayor problema es que no sigue un hilo conductor típico, y tampoco ahonda demasiado en el ¨debate moral¨, entonces queda todo muy en el aire. De igual modo, es una película bastante controversial para su tiempo y vale la pena.
Gran e impactante película sobre la oscura época que asoló a la humanidad,con escenas realmente impactantes de las torturas que sufrieron víctimas inocentes por falsas acusaciones de herejía y de brujería sólo para beneficio de los torturadores y la Iglesia católica,lástima que me hubiera gustado un final diferente para la película y para el detestable gran inquisidor...
Película sumamente recomendable para los que buscan películas fuertes basadas en hechos reales.
Pocas, muy pocas pelis me he visto sobre este tema tan escabroso como real. La verdad es que me ha gustado mucho y hasta se me ha hecho corta. Me imagino que el director se documentaria bastante bien sobre este tema antes de rodarla. Aqui podemos ver a los sicarios de dios campando a sus anchas. Torturando de las peores maneras inimaginables y a la vez matando y ejecutando ya no solo a aquellos que creen que tienen algun pacto con el maligno, sino todo aquel que a ellos les plazca. (este me cae mal, pues a la hoguera). Hasta en un momento puntual del film el tal Lord Cumberland le confiesa a Cristian que el no cree en Dios. Vamos, que actua asi para dar rienda suelta a su psicopatia. La peli tiene escenas de torturas varias. Alguna que otra bastante desagradable. Para dar algo de lucidez a algun personaje sectario, tenemos a Cristian, que al principio va de duro pero que poco a poco va entrando en razon (en parte debido a su enamoramiento hacia Vanessa) hasta ponerse del bando contrario. A mi me ha parecido una gran pelicula aunque me imagino que las habra mucho mejores dentro de esta tematica tan especial y a la vez delicada de tratar por todo el daño irreparable que hizo durante tantisimo tiempo
pelicula sobre la inquisicion y sus aberrantes torturas donde vemos a un jovencisimo udo kier llevando muy bien las riendas de esta pelicula.
en definitiva me gusto su estetica y ambientacion, me parecio lo mejor, las escenas de tortura son aceptables y su final bueno aunque predecible quizas.
si te gusta todo ese rollo de la caceria de brujas y la faceta de la iglesia mas mortifera, la recomendaria.
Aquí hay varios elementos que logran que esta película trascienda sobre su modesta producción. Veamos, su trama es una contundente crítica a la intolerancia religiosa que no dudó en recurrir a la tortura durante la Inquisición como método para mantener la “ortodoxia”. Claro que en realidad sirvió, como vemos en el film, para encubrir los trapos sucios de la jerarquía, como en el caso de la chica acusada de fornicar con el Diablo y torturada para hacerla callar sobre la violación sufrida a manos de un Obispo o el caso del joven noble acusado de hereje para que la Iglesia pueda apropiarse de sus bienes. Claros ejemplos de lo que en verdad ocurrió durante los terribles siglos de la “caza de brujas” en Europa realizada tanto por católicos como por protestantes.
La película también destaca por sus escenas crueles, impactantes para la época, así veremos lenguas arrancadas, mujeres quemadas vivas en la hoguera, mutilaciones, todo tipo de terribles tormentos de origen medieval y las infaltables chicas semidesnudas y torturadas.
En el reparto tenemos a un joven Udo Kier, gran actor fetiche del cine de serie B europeo de los setenta, a Reggie Nalder, vaya rostro que tenía este tipo, en el papel de Albino un despreciable soplón y torturador y a Herbert Lom como Lord Cumberland, un personaje que parece salido de una de las tenebrosas novelas del Marqués de Sade.
En conjunto un film muy aceptable con una temática interesante y con ese aire setentero grindhouse que tanto me gusta!
Horripilante pelicula en cuanto a contenido y mas viendo que esta basada en supuestos hechos reales. Con el exotismo Europeo de la epoca, una produccion decente y creible en cuanto a escenarios y caracterizado con los medios justos para que sea decente en acabado. Personajes de lo mas malvados(fantastico el que se llama Albino), que en esos tiempos a pesar de tener colorido y expresionismo como tan bien se ve aqui, no deja de ser una pelicula de lo mas sadica y cruel para morbosos. El sentimiento que transmiten las victimas, donde crea una impotencia de no poder hacer nada que es de espanto. Torturas brutas, con momentos salvajes y algo de gore, donde pienso que cuando la estrenarian, seguro que mas de uno se saldria de la sala de cine. Los dialogos, pues variopintos y que tienen momentos hasta para el amor, pero cuando se ponen a hablar de acusaciones, hasta los mayores de ¨South Park¨ dicen cosas mas razonables que estos! Un guaperas de Udo Kier en plena juventud y ademas un casting acertado. Eso si, en general no deja de desprender el cutrerio de su momento y se queda como una peli-Grindhouse bastante desgastada.
Muy buena pelicula de los 70. Totalmente recomendable.Muy buena ambientacion tanto en paisajes como en los decorados interiores.
Lo mejor de todo es q esta peli si q esta BASADA EN HECHOS REALES.
una de las mejores sobre este tema, pero el final se ve arruinado por incompresionciones del guion y lo que ocurre. no es violenta como la crudeza de peliculas de hoy.
es muy buena adaptacion de la inquisicion y de las torturas realizadas en nombre de la iglesia efectos gore mas que correcto fijense en la epoca de la pelicula
me parecio buena y que plasma en forma adecuada las torturas y los abusos que se realizaron en nombre de la iglesia.correctisimas actuaciones y aceptable gore.
Junto a Inquisición (con Paul Naschy) una de las mejores con la temática de esa época oscura de la humanidad. Tal vez esta tenga más ritmo, variedades e interpretes que Inquisición (aunque le falta un carismático como Naschy). En estos días no parece tan dura, pero resulta entretenida.
Esta pelicula debe ser destacada sobretodo por sus crules escenas de tortura inspirada en torturas reales de la Inquisicion. Ademas refleja perfectamente lo desgraciados que eran esa gente y las injusticias que se produjeron en aquella epoca.
Curiosa y bastante desconocida película, en donde destaca la crueldad de algunas escenas y porsupuesto la tremenda injusticia que se cometió tiempo atrás, debido a la maldita ignorancia.
El film es de muy bajo presupuesto y a pesar de tener ese encanto ¨amateur¨ en cuanto a ambientación, la fotografía es muy mala, pero el guión está bastante bien desarrollado, para lo simple y plano que es.
Si os gusta el tema de la inquisición y de la brujería, personalmente, recomiendo mucho mejor Inquisición, de Paul Naschy y del 1976.
Muy entretenida y fácil de ver. Algunas escenas desagradables, toques de gore y un poco de pechuga. Antigua pero recomendable.
Ni buena ni nada. Es un patato. Historicamente dudosa, por mucho que diga el cartelito al principio. Toma al espectador por idiota.
La música es para matarlos. No pega ni con cola, y acabas odiando la melodia del "tema de amor".
El montaje es nefasto. De pronto te ponen unos insertos de alguien que no sabes quien es ni sabes qué está haciendo. Si una escena tiene teta, la alargan hasta que te duermes (interminables planos de pierna...mano sobre pecho...cuello...pierna otra vez...zzzzz....culo....codo....todo al compas del ya mencionado "tema de amor"). Afortunadamente de este tipo de escenas hay poco.
En fin...solo se salvan un poco los momentos gore, por aquello de que somos muy retorcidos, pero que nadie busque un documento historico.
Muy buena pelicula, historica y bastante real,vamos k hablan toda la verdad de la puta iglesia, de todo lo k hicieron, lastima k solo dure 90 min, por k se hace corta.
Una película muy entretenida, con una interesante historia basada en hechos reales que muestra el cómo era la inquisición, con todos sus trapos sucios y sus mentiras, muy propio de la iglesia católica. Buenas escenas gore y unas protas que... :D~~
Críticas: 18
mahotsukai
7
Interesante y explícito drama que retrata una de las épocas más siniestras de la historia del hombre, la caza de brujas y la Inquisición, dirigida por Michael Armstrong (“House of Long Shadows”, 1983)
En la Austria del siglo XVII, el conde Cristian von Meruh, cazador de brujas y aprendiz de Lord Cumberland, llega a un poblado azotado por una brutal espiral de violencia y abusos encabezado por el cazador de brujas Albino. Contrariado entre la admiración y agradecimiento que siente por su mentor, Lord Cumberland, Cristian poco a poco cuestionará la veracidad de las detenciones, procesos y condenas de sospechosos de herejía y brujería, al punto de enfrentarse a Cumberland, mientras se enamora de una hermosa aldeana.
Poco se puede agregar a esta altura sobre la caza de brujas, considerada uno de los períodos más infames de la historia humana, y en concreto a la abominable Inquisición, que aunque fundada en 1184 para combatir la herejía cátara en el Languedoc, tuvo en su versión española y romana, a partir de 1492 y 1542 respectivamente, sus máximos representantes represores y persecutores, a fines de la Edad Media e inicios del Renacimiento. Y aunque probablemente algunas cifras han sido exageradas, sin embargo, resulta una verdad histórica incuestionable que los fenómenos de la herejía y la caza de brujas fueron brutalmente aplastados en varias partes de Europa (y en América) como incluso la misma Inquisición, orgullosa de “su misión”, alardeó durante siglos con actas judiciales y condenatorias de procesos celebrados para acabar con el supuesto influjo del Demonio.
De esta forma, en un período comprendido entre 1450 y 1750, con un peak entre 1550 y 1650, en especial en la Europa Central, se desarrollaría un fenómeno de histeria colectiva contra la magia y la brujería, que llevaría a aproximadamente unas 8 millones de detenciones y procesos judiciales, y en donde la propia comunidad alimentó -sin quererlo, y principalmente por su ignorancia y miedo- el poder persecutor de la Iglesia Católica. Lamentablemente para ella, la esencia de la Inquisición, como organismo persecutor y justiciero, estuvo desde un principio invalidada por un impactante fanatismo religioso, falta de rigurosidad de la lógica, y por un conveniente negocio individual y colectivo para la Iglesia.
Por su parte, el cine, en su calidad de canal de expresividad y denuncia, haría eco de este oscuro período de forma interesante en films destacables como “Häxan” (1922) de Benjamin Christensen, y “Vredens Dag” (1943) de Carl Theordor Dreyer, el primero como un documental sobre la percepción de la brujería a través de los tiempos y el segundo como una contundente crítica a todo el sistema opresor de la Iglesia Católica. Sin embargo, pasarían unas décadas para que algunos directores se atrevieran a tomar la temática nuevamente, siempre desde el cine independiente, pero esta vez desde la perspectiva del explotation europeo, subgénero cuestionado por los críticos por ser demasiado tendencioso a lo sexual y lo violento, que sin embargo no se despoja del carácter crítico en propuestas como la británica “Witchfinder General” (1968) de Michael Reeves, con el gran Vincent Price o la checoslovaca, “Kladivo na carodejnice” (1970) de Otakar Várvra.
Es en esta perspectiva que surge “Hexen bis aufs blut gequält” (1970) -literalmente “Brujas torturadas hasta que sangren” y conocida como en Hispanoamérica “Las Torturas de la Inquisición”- a partir de una idea del joven realizador estadounidense Michael Armstrong, quien en ese momento sólo tenía a su haber el film slasher “The Haunted House o Horror” (1969). Armstrong se asociaría con el productor Adrian Hoven, con quien escribiría el guión de la película cuya esencia es exponer de forma explícita y morbosa –hay que decirlo- la inmundicia detrás de la supuesta misión justiciera de la Inquisición, en la que denuncia directamente las conspiraciones e impunidad reinantes en el quehacer de la Iglesia Católica, en base al miedo supersticioso al diablo y las artes arcanas que los ignorantes sufrían.
El mayor mérito del film en su guión es mostrar como principal motor argumentativo el complejo aparato ideológico social y religioso detrás de la caza de brujas, de forma simple y explícita. De esta forma, la película mostrará aspectos psicológicos evidentes, en la aparato inquisitorial, como el gusto por la tortura y el sadismo oculto detrás de un supuesto interés justiciero en la gran mayoría de los inquisidores; su enfermizo interés económico al acusar y condenar a los sospechosos, especialmente nobles, para confiscar sus bienes; la impunidad de abusos sexuales especialmente con las mujeres acusadas de brujería a quienes desnudaban, violaban, torturaban y entregaban finalmente a la muerte. Y respecto al pueblo llano, la ignorancia y el miedo supersticioso al Demonio y la brujería; la práctica de la denuncia falsa como respuesta a un ardid o envidia; y el gusto morboso por el espectáculo de tortura y muerte que funcionaba como entretenimiento masivo para el vulgo, que no tenían mejores cosas en las cuales entretenerse.
Tal como dice su prólogo, el film retrata varias microhistorias historias de acusaciones, tortura y ejecución típicas de la Europa Central del siglo XVII, como un trío de monjes, un hombre y dos mujeres, que son acusados de herejía, él mutilado de una mano y cubierto de miel y plumas para escarnimiento público, y ellas condenadas a la hoguera, lo que refleja además la conducta misógina de los inquisidores; el caso de Deidre von Bergenstein, acusada de ser consorte del Demonio por denunciar que el hijo que espera es del obispo; el caso del Barón Daumer, acusado de endemoniado por negarse a renunciar a sus posesiones a favor de la Iglesia, siendo horriblemente torturado y decapitado; el caso de la pareja de nobles titiriteros acusado de brujería por poseer muñecos de madera, él sometido a la tortura de la gota de agua y ella violada por el Gran Inquisidor, Lord Cumberland. Todas historias dramáticas que giran en torno a una mayor, que es la acusación de Vanessa, la bella mesera de la taberna del pueblo, deseada por todos y denunciada por Albino al ser éste rechazado violentamente por ella, y que se convertirá en la perdición de Cristián, al socavar sus creencias religiosas y enfrentarlo a Lord Cumberland.
Resulta interesante comentar que el film expone a Albino como el mayor antagonista, un tipo siniestro y repulsivo, como pocos, física y psicológicamente, cínico y movido por meros intereses económicos, un sujeto peligroso y ponzoñoso, con un séquito de otros indeseables rodeándole y esperando mijagas, como el abogado acusador y falsificador de confesiones, y el torturador sádico y verdugo, en una suerte de tríada del mal. Trío, que curiosamente encontrará en quien viene a cuestionar los polémicos métodos de Albino, un monstruo peor, Lord Cumberland, Gran Inquisidor, cuya verdadera faceta defraudará y llevará a la perdición a su protegido, Cristián.
Por otra parte, el guión incluye una serie de diálogos y monólogos bastante decidores y directos que sustentan el fanatismo religioso del pensamiento inquisitorial como aquella en la que Albino, el primer antagonista de Cristian señala a la muchedumbre “que sería un pecado no atacar la violencia con violencia”; o el abogado asesor de Albino, que al ser amedrentado por éste al tener que fabricar confesiones falsas, dice “una mentira terminará siendo verdad mientras más veces se le repita”; el áspero diálogo de Lord Cumberland con Cristián sobre la veracidad de las acusaciones, en las que el primero declara que “la tarea del inquisitorial es ingrata al perseguir a los consortes del Diablo, pero necesaria, sin que le permita siquiera salvarse a sí mismo”.
A pesar de las diferencias de criterio entre Armstrong y Hoven, el film es bastante explícito y por lo mismo violento para su época, siendo incluso impactante para nuestros tiempos, en donde tenemos gráficamente todo tipo de abusos y torturas medievales, como intentos de violaciones y abusos sexuales contra mujeres, torturas en el potro, sillas de clavos calentadas al rojo vivo, instrumentos de tortura como quebrantahuesos, cinturones de púas, arrancadores de lengua y garras metálicas para desgarrar la piel, y ejecuciones como la hoguera y la decapitación, además de un largo etc.
El film cuenta con sólidas actuaciones, siendo este aspecto uno de sus fuertes, comenzando con el trío masculino protagónico encabezado por el experimentado actor checo Herbert Lom (“La isla misteriosa”, 1961; “El Cid”, 1961; “El fantasma de la ópera”, 1962) que encarna al frenético Lord Cumberland, Gran Inquisidor; el notable actor austríaco Reggie Nalder (“Dracula’s Dog”, 1978; Salem’s Lot”, 1979), quien interpreta al cínico e infame Albino; y un joven Udo Kier (“Carne para Frankenstein”, 1973; “Sangre para Drácula”, 1974; “Suspiria”, 1977) como el idealista Conde Cristian von Meruh.
En el reparto secundario, tampoco hay desperdicio con una serie de personajes dramáticos y nefastos, como la bella y voluptuosa actriz y cantante yugoslava Olivera Katarina (“”I even met happy gypsies”, 1967”; “The Dervish and Death”, 1974) quien interpreta a la impestuosa Vanessa Benedikt, mesera de la taberna, obsesión sexual de medio pueblo, incluido del Conde Von Meruh; el actor alemán Johannes Buzalski (“Ludwig: Requiem for a Virgin King”, 1972) encarna al inescrupuloso y cínico abogado asesor de Albino; el actor austríaco Hebert Fux personificó al torturador y verdugo Jeff Wilkens, acólito de Albino; y entre los actores que interpretaron a la víctimas encontramos a Gaby Fuch (“La noche de Walpurgis”, 1971) como la desafortunada Deidre con Bergenstein; Michael Maien (“Eye in the Labyrinth”, 1972) como el Barón Daumer; la bella actriz alemana Ingeborg Schöner (“Il corsaro della mezza luna”, 195; “Waldraush”, 1962) y el propio productor alemán Adrian Hoven (“Succubus”, 1968), encarnan a la pareja noble de titiriteros.
Armostrong y Hoven decidieron rodar en el Castillo de Moosham en Salzburgo, Austría, la mayor parte del film, dada su condición de lugar histórico (y museo) en donde se llevaron a cabo procesos judiciales y torturas reales, y en donde se dice que se ocuparon instrumentos de tortura que habían sido utilizados en el pasado.
Lamentablemente, uno de los puntos débiles del film es su música, que se vuelve demencial por momentos, en especial en los segmentos en que se realizan ejecuciones en la hoguera y los arranques románticos de Cristian y Vanessa. A pesar de que es la típica melodía de la época, en mi opinión le resta dramatismo en especial a las escenas brutales que el film muestra, jugándole más en contra que otra cosa.
En resumen, una película interesante y muy explícita, que a pesar de su naturaleza explotation contiene críticas históricas, aunque caiga un poco en un unilateralismo narrativo, pero que representa un buen ejemplo del cine dramático basado en hechos reales. La evalúo con un 7.5.
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