Alberto intercepta por casualidad una turbia llamada telefónica entre dos mujeres. Intrigado, logra conocer a una de ellas, Claudia, quien lo invita a su estudio de arte. Comienza una relación entre ambos, pero ella tiene un carácter ambiguo y a veces perturbada por la presencia de Pietro, su abusivo novio. Un día, Claudia le revela a Alberto que Greta, la segunda esposa de su padre, la ha hecho cómplice de sus deseos corruptos.
Alberto, logra liquidar a Greta, pero cuando Claudia se entera del crimen, niega haberlo empujado al asesinato.
Poco a poco nos damos cuenta de que algo más oscuro está pasando.

El tema de la película es el hedonismo, con una cierta maldad que se cuela.
El interés comieza cuando Florinda Bolkan entra en escena.
Técnicamente es una producción bien hecha, con música elegante y buenas interpretaciones de estrellas en su mejor momento, como Jean Sorel y Catherine Spaak.

El giallo se hace presente, entre otras escenas, en lo juegos mentales entre Alberto y Claudia, especialmente cuando ella le muestra el arma en su bolso y se pregunta si él haría algo por ella.
Una película con el arte del momento, psicodelia, nudismo, erotismo y escenas violentas y sexistas.
Aceptable filme de fines de los sesenta.

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