Ficha Guilty of Romance

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Críticas de Guilty of Romance (6)




[email protected]

  • 2 Aug 2020

8


Me encantó! Excelente película la que se mandó el gran Sion Sono (anteriormente de él había visto la fantástica ¨Love Exposure¨).
La cinta no aburre en ningún momento durante sus 2 horas y 24 minutos de duración ya que te cautiva todo el metraje.
Está muy bien actuada!
El guión está muy bien hurdido.
La estética es fantástica.
Con respecto a la historia, es un poco rebuscada y perversa pero, a mí, me fascinó.
Muy recomendable!



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Mad Warrior

  • 28 Jan 2020

6



Nada es cierto, todo son palabras sin significado, palabras sin cuerpo, ¿por qué hay que creerlas? Huyamos para encontrar el Castillo. Pero para asegurarnos de que lo encontramos hemos de liberar nuestra mente, cuerpo y espíritu.
Cuando por fin estemos en su interior nada importará. Ni la honestidad, ni la fidelidad, ni el odio, ni el amor, ni la vida misma. Porque no son nada. Palabras sin cuerpo...

Tras sorprender, aterrorizar y desesperar a muchos con la que es la segunda obra definitiva de su carrera, ¨Cold Fish¨ (la primera sigue siendo ¨Exposición de Amor¨, por supuesto), Sion Sono, que por derecho se ha ganado el título de realizador más transgresor de su generación (si hay otro como él que me lo digan), regresaría para continuar en la después bautizada Trilogía del Odio (incomprensible, pues la ¨primera entrega¨ de la saga termina celebrando el triunfo del amor) proponiendo su conclusión con ¨Guilty of Romance¨, cuyo guión desarrolló a partir de una premisa de Mizue Kunizane, productor de algunos de sus films.
Culpable de amar, culpable de ser fiel, de soportar, de callar. Sono nos introduce en lo que ¨debe¨ ser el seno de un hogar japonés en toda su plenitud, y lo mostrará hasta el paroxismo: impecable, puro, sosegado, luminoso...aspectos que ocultan su estoicismo, rigidez y malsana rectitud; por supuesto la mujer que mora en este hogar debe estar conectada con él y convertirlo en su reflejo. Así es Izumi, una esposa, una criada, una sirvienta atada en el hastío, en la repetición de los días, que pasan ante ella inexorables, atada por lo que cree es amor con Yukio Kikuchi, un prestigioso autor contento de tener en casa a una esclava. Pero ella lo acepta...día tras día.

Sin embargo el film no se inicia en este pequeño reino de la mentira y la apariencia, sino en uno de los lugares mugrientos de la ciudad, el Maruyama-cho, barrio rojo de Shibuya y centro de prostitución. Dos maniquíes han sido rellenados con miembros y órganos humanos en descomposición y nadie sabe absolutamente nada; conectándose con ¨El Club del Suicidio¨ en cuanto a que el revulsivo para empezar a zurcir los pliegues del argumento es un crimen verdaderamente repulsivo y perturbador, ¨Guilty of Romance¨ presenta este impactante escenario para trasladarnos a otro, y así de forma continua.
Presente y pasado se mezclan sin freno mientras la historia se divide en varios capítulos (como en ¨Exposición de Amor¨) rindiendo un particular homenaje, que se expresa literalmente por medio de los personajes, a ¨El Castillo¨ de Kafka. Dos son las protagonistas: la investigadora que lleva el caso, Kazuko, e Izumi, pero en ésta nos centramos con más ahínco, en una pureza (hasta las glaciares relaciones sexuales que practica con su marido son inmaculadas) que pronto va a desaparecer cuando cae en las garras de una fraudulenta agencia de modelos, sometiéndola a actos que desbordan su inocencia y le abren un camino de nuevas sensaciones, excitantes, prohibidas, y a las cuales se rinde.

Empieza la ¨liberación¨: Izumi deja de ser la que era. Sonríe, grita, se convulsiona y se viste de manera provocativa, tentando su suerte, sin saber la clase de hombres que hay ahí fuera; un individuo inquietante le hará cruzar, a través de una imponente terapia de choque, una nueva línea, de la lúdica infidelidad a la dolorosa perversión, apartándola de ese luminoso hogar que aún seguía protegiendo bajo sus minuciosos y falsos cuidados de sirvienta perfecta. Empieza el descenso a los infiernos: será otra fémina, Mitsuko, la encargada de arrastrar a Izumi a un oscuro submundo más próximo y real de lo que nunca hubiera imaginado.
Todo ello a través de un ritual iniciático cargado de violencia, sexo enfermizo y locura que tranforma lo blanco en negro, lo divertido en repugnante y a las niñas pulcras en amantes modélicas sin posibilidad de volver atrás. Ser gesticulante y perverso, Mitsuko es, a todos los efectos, un doble completamente desinhibido, una proyección de la bestia rugiente y ávida de sexo que en el fondo se esconde en la protagonista (¨no hace falta que digas nada porque eres yo¨, le revela). Es decir, de sus pulsiones más oscuras y salvajes, y que ejercerá de Pigmalión para adiestrarla en su nueva fase, lo cual únicamente llevará a la sustitución de un maestro para Izumi (su marido por su nueva amiga).

Quizá es aquí donde la pretensión de Sono por honrarnos con un mensaje reivindicativo disfrazado de drama existencial empieza a tambalearse; tal como ha ido haciendo en anteriores títulos y seguirá insistiendo en ello en el futuro (siendo ¨Tag¨ o ¨Antiporno¨ buenos ejemplos), el director condena impasible al hombre, lo reduce hasta lo indeseable, convierte su existencia en el peor de los errores llegando a comparar su sangre con la actuación de un virus hereditario y le hace culpable directo de las desgracias de las mujeres, siempre subyugadas a su poder (más o menos como hacía Mizoguchi setenta años antes...). La liberación que promulga Sono se relaciona con el rechazo radical de las costumbres, la quiebra del hogar y la natural expresión de los sentimientos íntimos a través del sexo.
Por supuesto si a una relación no la inicia el amor verdadero hay que pagar por ello, pues la mujer no es mero instrumento de placer gratuito para el hombre. Izumi sigue estos pasos (los propuestos por Sono y su homólogo femenino Mitsuko) al pie de la letra, pero...¿acaso es libre? En absoluto. Los seres que deambulan entre las esquinas del podrido y oscuro universo en el que se ha sumergido son esclavos, esclavos del sexo, el dinero y la locura tal como ella era esclava del hogar. De hecho Izumi no deja de ser esclava en toda la película; de Yukio, de ¨Martini¨ y sus compañeros y más tarde de Mitsuko.

No es sólo esclava del hombre, es esclava de la manipulación, la corrupción, la ambición y la violencia humana, ejercida de modo apabullante tanto por un sexo como por otro. Más que abogar por una liberación plena y espiritual, el cineasta plantea la vampirización de la mujer, el deseo de hacer de ellas criaturas inexplicables y de misterios insondables para los hombres (que nunca las comprenden) y su esmero por guardar las apariencias, como lo es el presentarse en sociedad con aspecto de inmaculadas y cultas señoras durante el día a transformarse en monstruos chillones y aterradores con un apetito voraz por el dinero (más que por el sexo) por la noche.
Mientras la atmósfera asfixiante y turbulenta en la que osa adentrarse Izumi asalta cada vez con más fuerza los sentidos del espectador, observamos la intimidad del hogar de la investigadora Kazuko, atravesado por el malestar y la lacra de la infidelidad (como es de esperar, la pobre mujer también está dominada por un hombre, detestable y depravado, que la trata directamente de ¨juguete¨). La mente de Kazuko se funde con el escenario sucio y demacrado de ese apartamento abandonado y con la mujer que murió en sus brazos, convirtiéndose de algún modo en su doble espiritual, mientras desea experimentar las mismas sensaciones sucias e indencentes de las víctimas del crimen, en lo que es una fusión casi metafísica con el entorno y las almas que allí perecieron...

Los desenfrenados vaivenes que experimenta el argumento no entraña dificultades si se uno sigue sus movimientos cuidadosamente; las conexiones con el presente y el pasado se adivinan con rapidez y lo importante sigue siendo la autodestrucción mental y espiritual a la cual se ve forzada Izumi por culpa de los espectros que la rodean. La mujer ha interpenetrado en las entrañas de un universo enfermizo y nosotros con ella, alcanzándose la cumbre de lo insólito en una especie de sesión de masoquismo psicológico entre Mitsuko y su atormentada madre, personaje ¨hitchcockiano¨ donde los haya; será en este tramo, y a causa de un encuentro fatal, cuando la locura y el frenesí se adueñen de los acontecimientos, que irremediablemente conducen a un clímax apocalíptico. Revelación de desgarradores secretos de la infancia, pérdida de la humanidad, inversión de roles y un remate final muy significativo, abierto a las interpretaciones.
A la colérica dirección de Sono, quien consigue dejar exausto al espectador con su técnica, su indescriptible combinación de géneros y sobre todo por su exhibición abrasiva y ciclónica de los hechos, hay que nombrar el excelente trabajo de montaje de Junichi Ito y la fotografía de Sohei Tanikawa, que pule las aristas de una atmósfera erótica y aberrante, con sus intensos colores y penumbras que lo devoran todo, de un extremo a otro. La bellísima y arrebatadora Megumi Kagurazaka capta toda la atención, tanto con su físico como con la dramática y radical evolución de su personaje, seguida de unos geniales Miki Mizuno y Kanji Tsuda, la espeluznante Hisako Okata y los escandalosamente odiosos Makoto Togashi y Motoki Fukami.

Puede que nos hallemos ante la obra más desquiciada, trágica, sórdida y rebelde del nipón; su cargante exposición al mismo tiempo aterra, asquea y fascina, pero deja una sensación agria y un inevitable recelo ante los ideales y discursos que se plantean (yo en absoluto estoy de acuerdo con ellos).
Versión retorcida, arrolladora y sangrienta del clásico ¨Bella de Día¨ de Buñuel con la que Sono cierra su trilogía. El Castillo y la liberación sólo se vislumbran en la muerte. No queda nada por lo que vivir. Hombres malos, putas rotas. Y dicho esto, el amor termina.



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Daybeat

  • 8 May 2018

9


Que decir de esta película del gran Sion Sono.
Lo hace de nuevo con una película donde encontraremos una historia de un crimen, donde nos contaran todo lo sucedió para descubrir todo, donde el protagonismo sera sobre una esposa que termina ejerciendo de prostituta.. Buenas actuaciones, música, argumento!! Solo me queda recomendar esta película que nadie se puede perder de uno de los directores mas polémicos.



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juampis99

  • 17 Nov 2013

10


Yo en realidad quede bastante conmovido y un poco desorientado. Una mezcla de drama, locura, sexo y romance que realmente no lo esperaba. Tengo que admitir que me dejo bastante helado, sobre todo al final. Demasiada confusion tuve durante casi toda la película. Pero me gustó muchisimo.



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Tsuki

  • 19 Mar 2013

9



Esta vez Sion Sono, nos adentra en un mundo femenino, donde el amor y el sexo suelen estar separados, pero al final los personajes, en especial el de la ama de casa, se ve arrastrada a una realidad sin sentido/sin futuro.

Love of guillty, se asemeja a una montaña rusa, ya que mientras avanza, el espectador se ve inmerso en las diferentes emociones de la protagonista.

Un aspecto que me llamo la atención, es que de principio a fin; resalta un aura netamente femenina, y se revelan los sueños, esperanzas, perversiones de los personajes femeninos; y que a diferencia de los hombres -en esta película-, cuando las mujeres buscan la satisfacción sexual, al final se ven reprimididas, humilladas, castigadas, por la sociedad. Cuando el hombre ve realizados sus deseos sexuales (la sociedad no lo juzga), y como el personaje de Yukio (el marido), tiene la posibilidad de crear novelas y ser alabado por eso. Pero ¨la mujer¨ se queda estancada y le quedan muy pocas opciones: la muerte o la prostitución.

En el personaje de la ama de casa, vemos la representación de la educación (de la mujer japonesa, pero que tambien se ve en otras culturas/paices), donde se le educa para amar, obedecer, y se convierte en un objeto al que solo se le admira por sus cualidades (de ama de casa), buenos modales y buenas costumbres.

Sion Sono hace una certera critica (sin llegar a convertirse en un discurso superficial) a la sociedad japonesa (y a la doble moral, que existe en diferentes partes del mundo).

Sí viste Strange circus, esta película no te parecerá ajena. La recomiendo a los fan que siguen el trabajo de Sion Sono.



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Noriko

  • 25 Jan 2012

8


Es una gran película que sin duda no te va a dejar indiferente.

Aunque el título puede dar a pensar que se trata solamente de una película romántica o algo por el estilo, nada mas lejos de la realidad.

La película tiene un poco de todo , desde romance, hasta gore, intriga, etc...

Un matrimonio como millones y milliones que cae en la rutina siempre lo mismo, la mujer de repente conoce a alguien, esta se cansa de la rutina y decide comenzar una nueva vida paralela totalmente diferente a la que tenía, esto le lleva a experimentar el lado mas oscuro y salvaje, conocer nuevos personajes que le llevarán al extremo.

La peli da mucho que pensar, por otro lado está el thriller criminalístico que te hace pensar quién pudo haber cometido tan tremendos crímenes y por otro la aventura de la mujer.

En general la peli no aburre en ningún momento gracias a la variedad de las situaciones, los personajes derrochan carisma, tal vez es lo mejor de la peli, el personaje de los globos es lo mas auténtico que he visto en años, también hay momentos de gore cuando se ven los ¨cuerpos¨ mezclados con maniquí en la sala de autopsia.

El final es tal vez lo mas sorprendente, hilado a la perfección, como no, venido del gran maestro Sion Sono tenía que ser así.

Aconsejo la visión de esta película encarecidamente, no te decepcionará, le pongo un 8,5.



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Críticas: 6


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