El mismo director Australiano de ¨brujeria¨, ¨lugares tenebrosos¨ y algunas de la serie de Fu-manchu, nos deleita con este film gotico con castillo, vestuario de la epoca, bailes de salon y todo lo que se necesita para hacer disfrutar al espectador de peliculas clasicas.
En la linea de peliculas de la misma epoca, el terror esta diluido en una trama mas inclinada al drama, sin sobresaltos ni estridencias, rodada con suavidad pero nunca cansina, que nos permite disfrutar de los dialogos de los personajes y valorar el esfuerzo de puesta en escena, como en el baile en el castillo, perfectamente ejecutado.
La tematica vampirica tambien aparece de forma atenuada pero suficiente sin que pueda compararse con las cintas actuales, aunque es cierto que cierta perversidad en algunas escenas habrian elevado la apreciacion de la misma en el genero de terror.
Sea como fuere, disfrutable trabajo de la Hammer que despunta en su catalogo por la calidad artistica del mismo.
El vehículo de una pareja de recién casados se queda sin gasolina en las cercanías de un misterioso castillo en Kronenbourg, Alemania. La pareja decide alojarse en una posada, donde recibe la invitación del Dr. Ravna para que visiten el castillo…
“The Kiss of the Vampire” es considerada una “obra menor” dentro de la filmografía de la Hammer, algo totalmente injusto, pues estamos ante un estupendo film gótico, que si bien tiene un guión que es una especie de mashup de ideas de proyectos que no llegaron a realizarse, funciona muy, pero muy bien, dotando a la trama de algunas potentes e ingeniosas escenas.
El vampirismo es enfocado como una especie de secta demoníaca, dirigida por el siniestro Dr. Ravna (un estupendo Noel Willman), insinúa la fría perversidad de la aristocracia, (atención a la escena del baile de máscaras), indaga en ciertas reminiscencias psicológicas de algunos personajes, con un fino y elegante erotismo, que hasta se atreve a insinuar cierta relación incestuosa, y nos regala escenas imperecederas, como cuando el hijo de Ravna hipnotiza a Marianne con una sombría pieza de piano o la fantástica escena del ataque de los murciélagos (toma nota Hitchcock).
Así que no se guíen por las malas críticas, pues estamos ante una película ideal para todo fan de la Hammer vampírica.
Película de terror al más puro estilo de los años 30 (pareja que se mete en casa llena de vampiros = problemas por todos lados) pero con el sello Hammer.
La película la protagonizan el secundario Edward de Souza y la habitual de la Hammer Jennifer Daniel como una pareja que se queda sin gasolina y conoce a una encantadora familia, los Ravna, encabezada por otro secundario del cine británico como Noel Willman, que resultan ser una mezcla entre vampiros y gurús. Lo de encantadora no es ironía: se muestran bastante simpáticos excepto cuando tienen que jugar sus cartas directamente. Por en medio está el Prof. Zimmer, interpretado por Clifford Evans, un cazavampiros antisocial y alcohólico pero muy eficiente y genuinamente dedicado a ayudar al prójimo.
El guion es del habitualmente productor de la Casa del Terror Anthony Hinds, que llegó a escribir 19 películas bajo el pseudónimo John Elder: es una película entretenida, ágil y que va al grano. E incluso cuela algún chistecillo al principio. La conclusión, para la época, la encuentro bastante original.
A nivel técnico, la película contiene esa típica fotografía Eastmancolor hammeriana con una paleta de colores fríos sobre la cual la sangre surge sobrenaturalmente roja, que le da encanto, a cargo del fotógrafo Alan Hume (El retorno del Jedi, Un pez llamado Wanda, varias películas Bond…).
Es rápida y entretenida, si bien no especialmente memorable. He pasado un muy buen rato con ella pese a no destacar en ningún aspecto concreto. Película que bien merece el calificativo de eficiente.
Desconocido filme de vampiros de la hammer, quizas opacada por muchos filmes de la profuctora, pero es muy digna de su epoca pese a algun que otro fallo, la ambientacion impecable, la trama muy bien, quizas el final a mi gusto desentone un poco, pero dentro de todo tiene lo detalles que tanto gustan de la hammer.
La película es muy simplona por un guion básico con una parejita que queda varada en un hotel maldito cercano a un castillo. Lo que además se desarrolla de manera muy lenta. Tiene el merito de introducir la combinación entre brujería o satanismo con vampirismo, algo que de todos modos no es muy original ya que ya se había visto antes en Italia (La mascara del demonio) y en México (La maldición de nostradamus). Deja lo mejor para el final en un gatillazo de imaginación en el que aparece el terror combinado con un poco de erotismo.
Interesante film de vampiros con todos los parámetros habituales de la Hammer, con su castillo aislado, su baile de máscaras y la secta de vampiros intentando perpetuarse buscando nuevos adeptos.
No destaca especialmente en ningún aspecto pero cumple de sobras con su función de entretener y es más sosegada que otras historias vampíricas. Los vampiros entran poco en acción y la trama es más acerca del misterio de lo que sucede en el lugar que otra cosa.
Tiene elementos que recuerdan al ¨ Baile de los Vampiros¨ aunue está muy lejos de aquella.
Estupenda película de la ¨Hammer¨ en su mejor época. Es raro que todavía no se halle catalogada en DVD, al menos aquí en España. ¨El baile de los vampiros¨ de Polanski, posiblemente se inspiró en esta, tal como se ha dicho por aquí, y ello demuestra el aprecio que ese gran cineasta le tenía (y a toda la Hammer en general, pues su película es, entre otras cosas, un claro homenaje a ella).
Otro éxito de la Hammer. Extraña película de vampioros (variante Sectas), que tiene todas la cualidades dela Hammer. Clifforde Evans, que ya había colaborado en ¨The Curse of the Werewolf¨, vuelve a destacar en una actuación profundamente humana. Noel Willman (¨The Reptil¨) le secunda magnificamente en su papel de Vampiro Patriarca. La ambientación está muy bien lograda y el argumento especialmente original. Hay deos versiones, una para T.V. denominadea ¨Kiss of Evil¨, que es un poco más extensa y su final es diferente y ésta, ¨Kiss of the Vampire¨ que termina algo más abruptamente. La Hammer en sus mejores momentos.
De las más redondas y ambiciosas de la Hammer.
Me encantan las variantes introducidas a lo que estamos acostumbrados a ver. El inicio en el cementerio es colosal, de los mejores que recuerdo en una de vampiros.
Queda estupendamente la intriga tipo Hitchcock que introducen, con la ¨desaparición¨ de la esposa. Genial la pieza de piano que representa el hijo-vampiro, que introduce un toque de irrealidad a partir de la música.
Muy lúcida la interpretación del vampirismo como secta.
En el aspecto técnico, muy buenas la fotografía y la música, y también las interpretaciones, exceptuando igual el protagonista, que no me acaba de convencer.
En cuanto al final, quizá sea lo más discutible. Es, sin duda, un salto arriesgado eso de la invasión de murciélagos, que puede quedar espectacular o absurdo según los distintos gustos.
En resumén, de las mejores de la Hammer, de largo.
P.D.: Edito la crítica para incluir un detalle que he leido hace poco, y del cual no me había percatado (cuando es algo obvio).
La excelente ¨El baile de los vampiros¨ de Polanski, está más que inspirada en la película que nos ocupa. De hecho, es una especie de versión libre y cómica de la misma. Polanski tomó literalmente el concepto de vampirismo como secta, las reuniones y las ¨fiestas¨, incluso la importancia de la música en las mismas.
Este dato no hace sino realzar aún más la importancia de un film al que nunca se le ha dado la valoración que realmente merece, seguramente por haberse estrenado en una época en la que todo el mundo ¨exigía¨ a la Hammer un Christopher Lee y/o un Peter Cushing entre los personajes. Una pena.
Un peliculon en toda regla.La peli a pesar de entrar en accion bastante tarde no pierde el interes en ningun momento.La fotografia para ser del año 1963 es verdaderamente excelsa.Un detalle que nos introducen en esta peli lo cual es novedad,es,que aqui los vampiros si pueden salir de dia siempre y cuando el sol este tapado por las nubes.El final,soberbio,nunca antes visto en una peli de chupasangres y tampoco nunca despues.Lo dicho,casi una obra maestra
Que don sharp no era un buen director ho habia que ser un gran cinefilo para saberlo. Creo que el director rueda su mejor pelicula dentro de la factoria hammer y muchas mejores que rodo la productora. La ambientacion es igual que en todas las pelis de la hammer. A mi recordo en gran parte a la novia del iablo, pero en vez de tratarse de una secta satanica en este film nos encontramos una secta vampirica. .
Una de las mejores películas de la Hammer que he visto, es un clasicazo con una gran historia muy currada, muy bien ambientada y con buenos actores (aunque se echan en falta a los grandes Lee y Crushing, como dicen más arriba). La parte final es magnífica.
Esta es la tercera pelicula de vampiros de la Hammer, y la primera en que no aparecen ni Christopher Lee ni Peter Cushing. Y la verdad es que todo el rato mientras la veia penseba lo que ganaria la pelicula con alguno de los dos, porque ni el vampiro ni el doctor que lucha contra el me convencen. Por lo demas, buena fotografia, buenos decorados y ambientacion, y una historia que empieza flojilla, va cogiendo interes y se resuelve demasiado rapido... Y una de las cosas por lo que me gustan las pelis de la hammer, que es la belleza de las actrices, en esta pelicula no es algo que destaque... a nivel de vampiros posiblemente sea de las mas flojas de la Hammer junto con Dracula 73, pero pese a todo sigue siendo una buena pelicula muy disfrutable.
Mediocre película de la Hammer,que al menos logra entretener.Nada nuevo sobre la luna...
imprescindible pelicula de la hammer en sus mejores momentos realmente lograda y de atmosfera soberbia yo la he visto en vos porque en españa esta inedita si teneis opurtunidad de verla no os la perdais
Críticas: 16
Mad Warrior
5
Un castillo que oculta un secreto terrible, allá arriba, un poco perdido entre las montañas de Baviera, un lugar en cuyos interiores vuelven a removerse esas criaturas tan conocidas por todos, sedientas de sangre, ansiosas de almas vírgenes...
¡Y lo primero que se les ocurre hacer a Gerald y Marianne es entrar allí por las buenas!
Comprada a granel en una tienda ¨freak¨ de barrio durante el transcurso de un viaje por la capital, así fue como adquirí esta extraña y curiosa película que sólo he visionado dos veces en cinco años, y que remite asimismo a otra época, cuando el vampirismo nunca pudo estar más de moda en el panorama cinematográfico, después de que Hammer lanzara ¨Drácula¨ con el gran Christopher Lee de protagonista, una de las mejores obras de la productora y también de Terence Fisher. Entonces Peter Cushing repite en la siguiente ¨Las Novias de Drácula¨, pura maniobra de explotación sin el conde de protagonista pero de sobrado éxito.
Surgen imitaciones, falsas secuelas, y el productor Tony Hinds prepara una propia, encargándose del guión pero acreditado con otro nombre; por desgracia Fisher no está, así que aquél, en una decisión un tanto confusa, ofrece el trabajo a Don Sharp, un actor australiano reciclado en cineasta que se ha especializado en documentales y a trabajar en televisión...pero aún más raro es saber que lo hizo tras ver su película ¨Los Profesionales¨, interesante y muy desconocida cinta de atracos con pedigrí británico. El pobre Sharp no sabía nada del género de horror y tuvo que hacer un cursillo acelerado, pero quizás era eso lo que necesitaba Hinds: inyectar algo de frescura al proyecto.
Lo más curioso de todo es que esta ¨El Beso del Vampiro¨ está construida con los pedazos de ¨Las Novias de Drácula¨, que bien se desecharon por falta de presupuesto o diferencia de opiniones; y aunque el esquema se asemeja al del film de Fisher la historia comienza de tal modo que un servidor no pudo evitar recordar a ¨Satanás¨ (rodada tres décadas antes y con influencias más que apreciables), pero ello será precedido por una secuencia en pleno cementerio donde Sharp hace gala de su destreza para crear atmósferas inquietantes y macabras, haciendo también sus concesiones a un alto nivel de violencia.
El primer personaje en aparecer es Zimmer, a quien conoceremos más tarde, no obstante primero nos centramos en una pareja de luna de miel que se pierde en mitad de un lugar situado entre la nada y ninguna parte de Baviera; pareja que están descritos a la manera mojigata y elegante británica y quienes ya desde el principio llevan la palabra ¨víctimas¨ escrita en la frente con letras grandes. Aunque Sharp sepa perfilar muy bien el ambiente de misterio se deja embaucar por el absurdo del guión de Hinds, quien propone introducir a dichos recién casados en la intriga de una forma increíblemente idiota.
Es decir, estos Gerald y Marianne deciden así por las buenas aceptar la invitación de un extraño que mora en un inquietante castillo alejado del resto del pueblo con la buena promesa de que disfrutarán de un banquete gratis; bueno, pues como el horror es un escaparate de fantasía en el cual se debe creer sin cuestionar su lógica, que así sea. Y eso que el dueño, Ravna (genial Noel William en su encarnación ¨draculesca¨), es ya de por sí escalofriante sin la necesidad de presentar a su ¨familia¨; Sharp juega con varios puntos interesantes, como la presentación de los vampiros, aquí dibujados cuales cultos aristócratas capaces de hechizar con su ingenio (el memorable momento de la interpretación al piano, que embelesa a Marianne...).
Mucho después veremos cómo la mitología vampírica también se relaciona con la decadencia social, la desviación sexual, el culto satánico y la supresión de las emociones y el alma humana (igual que en la película de Edgar Ulmer); pero todas estas bazas no sirven demasiado cuando la razón del misterio, que son los vampiros, resulta revelada demasiado pronto por el director (y nada sugerente, sino de manera explícita y gratuita, sin venir a cuento). Esto enlaza con la verdadera presentación de Zimmer (en esa escena donde se cura la mordedura igual que la que protagonizó Helsing en ¨Las Novias...¨).
Pero sin duda éste, con el rostro de un también notable Clifford Evans, parece una variante mucho más oscura del personaje (quien por sus métodos, objetivos y carácter sugiere una prefiguración del mismo interpretado por Anthony Hopkins en la futura versión de Coppola, alejándose así del elegante y caballeroso cazavampiros al que diera vida Cushing en la saga). Lo mejor de ¨El Beso del Vampiro¨ (además de aprovechar bien la violencia y morbo que brinda el guión, la belleza plástica de los colores gracias a la fotografía de Alan Hume y el diseño artístico y los decorados) es el secuestro de la chica.
Será una pequeña parte de esta historia la cual navega entre la fantasía, la provocación y el delirio, que se conduce por el clima desasosegante y la paranoia psicológica inducida al joven marido, y que mucho la acerca a las intrigas de Lang o Hitchcock, a quien se recordará por el espectacular clímax, que envuelve a una bandada de murciélagos atacando ferozmente a Ravna y sus acólitos (sin embargo ¨Los Pájaros¨ aún no se había estrenado cuando este final era el que se iba a utilizar en ¨Las Novias...¨; habría que pensar entonces de dónde surgió la inspiración).
Lo malo es que además de inexplicable también parece inconcluyente, falto de una verdadera resolución y epílogo. No sirve para terminar de redondear este exótico producto, raro de situar incluso dentro de la filmografía vampírica de Hammer.
Más tarde Lee se volvería a colocar el atuendo de su villano en ¨Príncipe de las Tinieblas¨, mientras Sharp se acostumbró bien al terror y la ciencia-ficción, demostrándolo en títulos como ¨Rasputín¨, ¨La Escalera de la Locura¨ o con su incursión en la saga de ¨La Mosca¨ dirigiendo la tercera entrega.
Me gusta (0) Reportar