Eiji Tsurubaya dio al monstruo Manda aspecto de típico dragón asiático porque 1964 iba a ser año del dragón en el horóscopo chino. Pensó que igual daría suerte a la película. Y funcionó.
Dicho lo anterior, quizá no se ejecutó la idea bien del todo: muchos expertos son bastante críticos con la conclusión de la película, que parece contradecir el mensaje general de que la sociedad japonesa debe mirar hacia delante y olvidar su atroz pasado imperialista.
Y es que no hay pocos fans de Honda que resumen la película irónicamente como ¨heroicos ultranacionalistas japoneses vs gamberros nazis submarinos¨.
El director asistente Koji Kajita comentó que se suponía que la idea del Imperio de Mu y sus destructivas ideas de gloria era una sátira de los ultraderechistas nostálgicos de la II G.M. que deseaban volver al antiguo orden y vivían obsesionados con vengarse del ¨enemigo¨.
Curiosidades: 4
bigladiesman
La espectacular destrucción final del imperio Mu se filmó de una manera muy simple: se filmó un tanque de agua poniendo la cámara al revés y se llenó de tinte naranja. Una vez filmado simplemente se giraron los fotogramas, de manera que la tinta iba hacia arriba, dando la impresión que estaba estallando medio Océano Pacífico y las gigantescas llamaradas llenaban el cielo.
Reportar