Uno de los tres episodios de la serie que dirigió Peter Sasdy, un director bastante consolidado en los films de terror para televisión y que también tuvo sus buenos momentos en la HAMMER (¨Las Manos del Destripador¨, que consta en su filmografía es una magnífica película). Deborah Raffin hace uno de los papeles protagonistas, actriz norteamericana que como ocurre en toda la serie, siempre introducían a un intérprete norteamericanos para que se mezclase en un elenco enteramente británico.

La película no alcanza ni mucho menos el interés de otros capítulos, y avanza de forma un tanto irregular y deslabazada. Da la sensación de tener un guión poco elaborado y en general, muy desaprovechado...así como un rodaje muy desábrido...a pesar del buen hacer de Peter Sasdy en otros films realizados por él.

La trama es algo así como de estilo ¨Hitchckoriana¨...con un triángulo amoroso compuesto por el típico hombre multimillonario y dueño de una gran empresa...su mujer, 25 años más joven que él, y el amante de esta...un hombre de su edad que además de beneficiarse de la mujer del jefe, quiere acceder a un puesto de prestigio en la empresa.

Ambos amantes planean asesinar al marido, provocándole un para cardíaco creándole situaciones de claustrofobia, ya que padece de esta enfermedad...pero no consiguen dar con el momento adecuado.

El argumento va teniendo giros y giros...cuando parece que él ha muerto, resulta que no ha muerto...y en la parte final del episodio, asistimos a una venganza planeada de forma sutil y muy imaginativa por parte del marido, que ha descubierto la infidelidad de su mujer.

Lo cierto es que algunos momentos y situaciones están cogidos con pinzas, como muy forzados...y como que no te lo acabas de creer, aunque todo esté perfectamente explicado. Es curioso como se muestra una y otra vez la tecnología de la época (los años 80)... en el sentido en el que el millonario utiliza una habitación privada repleta de cámaras, alarmas, vídeos, grabadores, micrófonos y efectos sonoros... todo ello podría impresionar en su momento, pero hoy en día resulta de lo más divertido.

Un último testamento tras su supuesta muerte, que este graba en una cinta de vídeo, provoca que la esposa tenga que cumplir una última voluntad...lo que la lleva tanto a ella como a su amante, hasta un letal final.

Para mí lo mejor del episodio lo encontramos en dos escenas vinculadas...en el prólogo, antes de los créditos iniciales...y en el epílogo, después de todo el desenlace: No hay mayor placer que bailar sobre la tumba de alguien que una vez quiso acabar contigo.

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