Otra de las pequeñas joyitas de Jet Li, rodada a mediados de los 90, bajo la producción de la Golden Harvest, quien aprovechó el tirón de esta joven estrella de las artes marciales para involucrarla en film de trama basada en enfrentamientos entre clanes por un único objetivo que les divide entre ellos.
Mientras el joven Jet Li es desprendido de las artes marciales por haber recibido un golpe, llamado ¨la palma del duende¨ que podría matarle si aprende kung-fu.
Pero en su camino por descubrir la verdad y luchar contra las injusticias, los conflictos que se están llevando a cabo contra las máximas autoridades, acabará por explotar en él gracias a un personaje atrapado y encadenado a una bola de piedra, su talento para derrotar a cualquiera que se interponga en su camino.
Y es gracias a eso que veremos uno de sus mejores enfrentamientos, cuando Jet Li tiene que combatir con uno de los alumnos de Shaolin.
Críticas: 2
TheCrow
4
Pequeño desastre de artes marciales de corte fantástico al más puro estilo de Hong Kong de finales años 80 y principios de los 90, creado para mayor gloria de la por entonces estrella ya consagrada del cine oriental Jet Li.
La cinta nos presenta una historia totalmente deslabazada, contada atropelladamente y que no consigue mantener el interés a lo largo del metraje. La consfusión de nombres y situaciones es constante, gran parte de las escenas irrelevantes, y el desenlace... Bueno, ciertamente lamentable.
No sé si el prolífico y exitoso Jing Wong, que dirigió esta cinta junto con Sammo Hung, es directamente responsable del penoso resultado... Pero lo cierto es que otras películas suyas que he visto, como ¨City Hunter¨, tienen un estilo similar. Torpón y casposo.
Solamente se salvan algunas escenas de lucha a cargo de Jet Li, pero la mayoría están muy deslucidas por el constante uso de cables (que muchas veces son visibles) y los ridículos efectos especiales.
Por lo tanto, sólo puedo recomendar esta cinta a fanáticos de Jet Li que puedan soportar lo soporífero de la historia y la cutre realización. A mí me resultó ciertamente lamentable.
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