Ficha La Isla de la Muerte

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Críticas de La Isla de la Muerte (10)




Miguel Arkangel

  • 28 Apr 2020

7


“La Isla De La Muerte”, es una película intrigante y siniestra, dirigida por Mark Robson para la RKO, y narra una sugestiva historia, basada en viejas leyendas griegas e inspirada en el cuadro “La isla de los muertos” del pintor Arnold Böcklin, (por cierto, uno de los pintores más admirados por Adolf Hitler), cuyo nombre aparece en los créditos finales del film.

Es 1912 y una terrible peste pone en cuarentena a un grupo variopinto de personas en una isla del Mar Egeo. Un veterano general griego (Boris Karloff) está a cargo, pero la muerte una por una de las personas y el aislamiento comienzan a carcomerlo y degradarlo mentalmente. ¿Hay una extraña maldición en la isla? Se sospecha de la presencia de la vorvolaka, una especie de vampiro de la mitología griega, y que podría estar en la isla encarnada en una mujer joven y saludable, que parece inmune a la peste.

Quizás una película así ya no cause terror hoy en día, pero tiene buen ritmo y estupendos diálogos sobre la fe, la guerra, las supersticiones, además de una atmosfera oscura y misteriosa bien logradas, con varios de los sets y decorados inspirados en pinturas de Böcklin, lo que eleva su calidad artística.



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TANO

  • 29 Mar 2020

7


Una interesante película sobre plaga y cuarentena que tenemos tan presente en este momento, con un grupo de personas que quedan ¨atrapadas¨ en una pequeña isla-cementerio por decisión propia.
Esta película se centra mucho en el tema psicológico, en la lucha de la superstición contra la ciencia, de la religión contra el sentido común, debido a las diferentes formas de pensar de cada persona que queda en la isla.
Los enfrentamientos entre sus ideas no tardan en salir, se nota la tensión, y el halo de misterio sobre el tema de la Vorvolaka... la verdad, es que sin necesidad de cosas sobrenaturales, consiguieron una película misteriosa y algo tétrica.



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mahotsukai

  • 2 Oct 2019

7



Entretenido film sobre el mito de la Vorvolaka, engendro demoníaco de la tradición griega, dirigida por Mark Robson (“Bedlam”, 1946; “Vidad Borroscosas”, 1957) y protagonizada por el gran Boris Karloff.

En la Guerra de los Balcanes (1912), un grupo de personas, entre civiles y militares, quedan aisladas en una isla del Mar Egeo debido a la explosión de una plaga y la consecuente cuarentena. Sin embargo, el ambiente se volverá mucho más tenso cuando una lugareña acuse a una joven empleada de ser la manifestación humana de una entidad vampírica.

De acuerdo a la tradición griega, el/la Vrykolaka o Vorvolaka es una referencia vampírica fantasmal originada por una muerte violenta y prematura, suicidio, peste o plaga o mala ejecución de ritos fúnebres para un cadáver. Se creía que el alma, debido a estas circunstancias, demoraba en salir del cadáver o quedaba prisionera, revirtiéndose el proceso normal de descomposición del cuerpo y quedando suspendido entre la vida y la muerte.

Como si fuese una maldición, el/la Vrykolaka o Vorvolaka salía de su tumba como una figura fantasmal por calles y caminos, apareciendo en sueños a sus familiares cercanos, a quienes atormentaba, provocándoles enfermedad o muerte. A diferencia del vampiro eslavo, el/la Vrykolaca no buscaba succionar la sangre de sus víctimas, sino que su daño era más bien emocional y psicológico; y respecto al Tympaniaios, engendro similar aceptado por la Iglesia, el/la Vrykolaka tiene uin origen pre-cristiano, pero la Iglesia lo consideraba más bien un cadáver poseído por un demonio, recomendando el exorcismo o la cremación directamente para derrotarlo.

“Isle of the dead” (1945) es una pocas películas que se conocen que tratan sobre la leyenda de el/la Vrykolaka, siendo la cuarta colaboración entre el director Mark Robson y el productor de la RKO Val Lewton, responsable de filmes clásicos del terror de los 40s como “Cat People” (1942) y “I walked with a zombie” (1943) de Jacques Tourneur, “The body snatchers” (1945) de Robert Wise y “Bedlam” (1946) del propio Robson.

Basado en la pintura “Die Toteninsel” (1880) del suizo Arnold Böcklin (1827-1901), el guión fue escrito por otro colaborador de Lewton, Ardel Wray, quien privilegia y logra construir una historia muy interesante y ambigua. En ella, Wray somete a los personajes a una verdadera espiral de misterio y suspenso que dura hasta bien entrada la trama y el clímax, siempre en un clima claustrofóbico -como es una isla perdida en el Egeo- y más aún de total superstición, en donde la razón poco a poco termina asfixiada hasta la contundente evidencia de los hechos.

Así, el espectador verá el enfrentamiento de la razón y la superstición, principalmente a través de sus personajes protagónicos y, luego, los secundarios. El General Nikolas Pherides será quien encabezará el grupo de civiles y militares, que deben permanecer en la isla ante lo que parece ser una plaga de fiebre septicémica, enfermedad que causa escalofrío, náuseas y tambaleo corporal. Boris Karloff interpreta a un tipo disciplinado y brutal, a quien no le importa mandar a la muerte a su mejor amigo en la guerra porque sus tropas fallaron. Su sentido marcial de la vida lo ha hecho acrededor del calificativo de “perro guardian” y, por ende, cree tener el deber y el derecho de tomar el control de la isla, ante la explosión de lo que para él se trata de una plaga. Pherides encontrará en el médico militar Dr. Drossos, un aliado para despejar las supersticiones y creencias locales, e incluso adoptar cierto comportamiento tiránico en la isla.

En contraposición, tenemos a quienes creen en la mitología y supersticiones locales, como el arqueólogo Albretch, quien lleva varios años en la isla, pero principalmente su ama de llaves, Kyra, quien acusa a la joven y bella criada de una pareja de diplomáticos, Thea, de ser una Vrykolaka y estar robando la energía vital de su ama, la Sra. Aubyn, quien se encuentra enferma. El choque entre la ciencia y la lógica y la superstición no se hace esperar y cuando Pherides vea que el propio Dr. Drossos sucumba al mal, comenzará a cuestionarse si en verdad está ante una enfermedad o ante un engendro demoníaco que se los está cargando a todos, uno por uno. Serán los momentos en que más Pherides abusará de su poder y autoridad, volviéndose muy ansioso y paranoico.

El mérito de Robson es saber mantener el ritmo y el suspenso del film, acrecentando la duda sobre si estamos ante una enfermedad o una maldición, a pesar de ciertas incongruencias del guión, en especial en lo referente a cómo tratar la enfermedad, ya que el espectador se preguntará porque el Dr. Drossos sólo viaja a la isla a dar un diagnóstico, mas no ofrece un tratamiento concreto que no sea esperar que el sirocco (viento del Este) circule.

Con un presupuesto de US$246 mil, el más alto presupuesto de las producciones de Lewton, éste encargó el trabajo de decorados a la dupla de Albert Green Wood y Darrell Silvera, quien recrearon la isla principalmente en base a la pintura de Böcklin, otorgándole un acertado aire ambiguo y fantasmal a las calles empedradas y bosques de la isla, por donde se supone transita la Vorvolaka, asediando a parientes y extraños, por igual, y en donde destaca también la fotografía en blanco y negro del británico Jack MacKenzie (“Mary of Scotland”, 1936).

Aparte del gran Karloff, que tiene una actuación bastante correcta en el viaje a la demencia del General Pherides, encontramos en el reparto personajes femeninos interesantes, por sobre los masculinos. Es importante señalar esto, algo bastante poco común en aquellos años, y donde destacan el trío de actrices Helene Thiming (“Strangers in the night”, 1944) como la ama de llaves Kyra, un personaje intrigante y muy supersticioso, que lidea constantemente con la bella Thea, interpretada por Ellen Drew (“The Baron of Arizona”, 1950) y, en menor grado, la Sra. Aubyn, encarnada por Katherine Emery (Eyes in the night”, 1942; “The Maze”, 1953).

El reparto secundario lo completa el galán Marc Cramer (“El primer yanqui en Tokio”, 1945), como el corresponsal estadounidense que corteja a Thea; Alan Napier (“Macbeth”, 1948; “The Twilight Zone”, 1963; Alfred Pennyworth en la Serie “Batman”) como el Señor Aubyn, diplomático británico; Ernest Deutsch (“El Monasterio de Sendomir”, 1919) como el Dr. Drossos y Jason Robards Sr. (“Bedlam”, 1946) como Albrecht, el arqueólogo que se ha quedado a vivir en la isla.

El ganador del Oscar a la mejor banda sonora por “Pinocho” (1940) Leigh Harline (Blancanieves”, 1937) fue el encargado de musicalizar el film, tomando como base el poema sinfónico de Sergei Rachmaninoff, también inspirado en la pintura de Böcklin.

En resumen, una película inclasificable pero entretenida, que mezcla thriller, suspenso, misterio y terror, con cierto gusto a clásico.

https://cineramica.blogspot.com/



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zamenhof

  • 1 Jul 2013

6


Correcta película con Boris Karloff acerca de un supuesto espíritu maligno que va acabando con las vidas de un grupo de personas aisladas en una isla por la plaga.
Tiene el interés de mantener el misterio hasta el final sin que la trama sobresalga especialmente en ningún aspecto. Karloff no brilló de forma interesante en esta película y se limito a cumplir el expediente en su papel de soldado que quiere salvar a los miembros de la isla de una muerte segura.



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ragman

  • 1 Aug 2012

6


pelicula de Boris Karloff donde se sumege en la mitologia griega en temas de supersticion... la pelicula rosa el tema sobrenatural pero en ningun momento lo aborda, pero genera una sugestion tal que por momentos como espectador te hace dudar si en la isla hay o no una vorvalaca.
bueno demas esta decir que para el 45 la pelicula es aceptable y karloff hace un modesto papel, el objetivo del filme a mi parecer es el de ver como se descarrila todo en la isla por las dudas y acusaciones y los ultimos minutos son los mejores.
punto aparte la ambientacion y decorados de la isla estan muy buenos y lo que mas recordara uno es la estatua del cerberus.



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Lowell Freeman

  • 25 Aug 2010

9



Desde luego, representa lo que es el cine de terror psicológico por antonomasia, puramente artístico. Por momentos, parece que estemos viendo una pintura de horror gótico....

Una película de gente atrapada, encerrada...casi condenada por ellos mismos, por sus supersticiones y sus creencias...es increíble como en realidad, sin ocurrir nada sobrenatural, la própia sugestión es capaz de imaginar que cualquier fuerza mística puede ser una amenaza.

El personaje de Boris Karloff, el general Nikolas Pherides, está perfectamente dibujado, como alguien que poco a poco empieza a degenerarse y a perder el norte...hasta acabar prácticamente como un miserable. Un hombre recto y curtido en mil batallas, pierde laabeza y es capaz de agarrarse a un clavo ardiendo cuando la situación se le va de las manos.

Desde la creencia firme en la ciencia, pasando súplicas a los dioses mitológicos, hasta agarrarse al Dios cristiano....todo vale para salvar la vida de forma desesperada.

Cada uno de los personajes, que van muriendo, están muy bien representados en un film que tiene un marcado formato teatral...el periodista Oliver, al que inevitablemente los espectadores toman como representante...la chica Thea...y la odiosa Kyra....que acaba dominando con su poder de sugestión al general...

Quizá, y aunque parezca paradógico, lo más representante del ¨horror¨, sea ese princípio en el que Pherides castiga a su oficial...o ese recorrido en plano secuencia acompañando al periodista Oliver mostrando los cadáveres de la guerra...

Aunque en la parte central del film se aluda a las maldiciones, mitologías, vampiros vorvalakas, dioses, muerte....no olvidemos que en realidad, lo realmente horrible, es lo que ocurre al princípio....y más bien, lo demás sea un homenaje al terror sobrenatural, y a lo que la mente humana puede llegar a imaginar en un estado de shock....

Los decorados, magníficos...



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Bachman

  • 19 Jun 2010

7


Quizá sea esta la mejor película de Robson, con una ambientación oscura y tenebrosa y unas muy buenas interpretaciones. Terror a la antigua que aún se puede ver hoy en día y con el que se puede disfrutar con una película más que entretenida.



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ranchomarrano

  • 25 Mar 2010

6


Buen film de la vieja productora RKO...con el gran Karloff(espléndido como siempre)y una trama que juega con lo sobrenatural...muy buena fotografía en blanco y negro y buenos actores de reparto...en fín un buen film de terror de la vieja escuela.



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the boss

  • 28 Jan 2008

6


excelente peli de suspense ambientada en una isla y con ese pedazo de actor que era boris karlof y es que para ser buen actor hay que tener talento no solo ser guapo volviendo a la pelicula esta bien hecha para su epoca y es bastante entretenida



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Zu

  • 16 Sep 2007

8


Mark Robson nos introduce acompañado de la mano de Karloff dentro de la pintura de Arnold Böcklin: "La isla de los muertos". La escenografía fantástico-gótica comulga a la perfección con una trama de suspense de tintes míticos, que no decae en ningún momento. Todo un clásico que debería ser recodado.



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Críticas: 10


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