¨El firmamento, objeto en un tiempo del miedo y la superstición, es ahora una vasta región abierta al conocimiento […] Pero hay algo que los cielos mantienen en secreto: ¿qué clase de vida, si es que hay alguna, existe en otros planetas?”.
La pregunta continúa provocando fascinación. ¿Qué y quién hay ahí fuera?
Mientras Norteamérica vivía a comienzos de los 50 una época de prosperidad económica y triunfo mundial, habiendo ganado finalmente al enemigo japonés en la guerra, otra se estaba desatando contra el ideal comunista que la U.R.S.S. manejaba en la Europa del Este del plan de reestabilización económica estadounidense; preside en la nación el impopular Harry S. Truman y se investiga a los altos cargos del Gobierno por sospecha de espionaje y comunismo, con un joven Richard Nixon aún congresista y el senador Joseph R. McCarthy como principales figuras de una cruzada polémica y salvaje que se proponía erradicar la amenaza contra el pueblo americano.
Esta Caza de Brujas hizo temblar a la sociedad, y los miedos por la presencia de enemigos comunistas dentro de los organismos más poderosos del país se trasladó a la ficción, siendo las muestras más llamativas dentro del panorama cinematográfico esos films que trataban sobre visitantes del Espacio exterior, originando una tendencia muy lucrativa y provechosa sobre todo en el marco de la serie “B”. En poco tiempo las pantallas se inundaron de fantásticas fábulas con pedigrí extraterrestre, desde “Ultimátum a La Tierra” a la mítica “La Guerra de los Mundos” pasando por “Vinieron del Espacio”, “El Enigma de Otro Mundo”, “El Fantasma del Espacio” o la que aquí nos ocupa, “Invasores de Marte”.
Respaldada por Edward L. Alperson y un modesto presupuesto, esta producción hecha a toda prisa para estrenarse en cines antes que la obra de Byron Haskin (la competencia entre Paramount y 20th Century Fox era importante), se originaría con un relato del autor John T. Battle inspirado, según cuenta la leyenda, en una pesadilla de su esposa, y después adaptado por el guionista de televisión y cine Richard Blake (“The Devil is Driving”, “Counterplot”). Sería el veterano diseñador artístico y de efectos especiales reciclado en cineasta William C. Menzies el encargado del proyecto.
Y esa labor suya que con tanta eficacia manejaba sería un punto importante en esta historia que arranca en la inmensidad del Espacio con un narrador advirtiéndonos de los enigmáticos peligros exteriores que nos acechan a cada momento; esta lectura política de doble sentido tan literal y nada disimulada forma parte también de la propia esencia de la película. El pequeño David, hijo del ingeniero científico George MacLean, observa en plena noche desde su habitación un platillo volante aposentándose tras la colina que hay frente a su casa; momento de expectación sin necesidad de insulsos preámbulos que dispara la duda, el miedo y la fascinación. A partir de ahora observaremos los hechos sólo a través de los ojos del niño.
Y esta idea alberga una arriesgada particularidad: la realidad es la proyectada por David, la que él pisa y por la que se mueve, lo que da al director la oportunidad de desfigurar de vez en cuando las aristas del mundo que le rodea y que entendemos por normales (a través de unos decorados y escenarios de corte surrealista), y que al final tendrá su significado en forma de inesperada sorpresa argumental. Pero lo principal es el modo en que Blake y Menzies transforman la sociedad de un humilde pueblecito norteamericano en un reducto de maldad e hipocresía al poseer los alienígenas la capacidad de controlar a su antojo a los seres humanos.
Todos serán elementos propios del miedo comunista de la época: sabotaje, manipulación, apariencia, engaño y amenaza, lo que impulsa la intriga en la trama con el asustado David intentando convencer a los adultos de su alrededor de la extraña fuerza que posee a los habitantes, empresa en la que le ayudará Patricia, psicóloga de la policía, y el dr. Kelston, astrónomo local y compañero de su padre. Al precipitado y algo torpe desarrollo y la velocidad con que se desguazan los enigmas se une un bastante hábil manejo del suspense, pues Menzies ya había dirigido cine negro con destreza, y el talento de éste en su labor habitual: el diseño y los efectos.
Es lo que más consigue destacar en el film, y es que su buen hacer en lo artístico superaba con creces su algo más discreta capacidad de director; sobresale la creación de grandes escenarios, como la comisaría de policía o la nave alienígena a partir de extraños decorados y colores vivos que Menzies realzaba con el sistema SuperCinecolor y los efectos especiales caseros a partir de imaginativos trucos, la fotografía de John Seitz y el uso de las luces y la cámara, todo ello muy logrado si tenemos en cuenta el presupuesto con que contaba.
Aun sí es inevitable que hoy día nos resulten ridículo tics tan propios como hacernos creer que unos tipos de cierta altura disfrazados con un traje verde y máscara pueden pasar por mutantes del Espacio; cutre y naïve en extremo, pero hay que entender que estamos en 1.953, que esto es una producción de serie “B” tirando a “C” y que no todo es posible todavía. Para rematar tenemos a un elenco de actores de segunda y tercera clase insípidos y faltos de carisma como Leif Erickson, Helena Carter, Max Wagner, la guapa Hillary Brooke, Morris Ankrum y el pequeño Jim Hunt, empalagosísimo como él solo.
Pero el mayor fallo de Menzies es usar esas imágenes de archivo del ejército americano que denotan un fuerte tono panfletario y destinado a encumbrar la imagen patriótica de la nación; las usará muchas veces como relleno del metraje, y el efecto es tremendamente incómodo.
Por otra parte, perdonando su precariedad, podríamos decir que es una de esas entrañablemente cutres joyitas de culto para los amantes de la ciencia-ficción clásica de lecturas socio-políticas. Muchas obras beberían de ella, como la superior “La Invasión de los Ladrones de Cuerpos”, y a mediados de los 80 Tobe Hooper realizaría para la Cannon una versión más espectacular pero sin duda más mediocre.
Recordada pelicula para todos aquellos que la vimos de niño. De hecho ahora la he visto un par de veces con mi hijo y la hemos disfrutado por igual.
William Cameron Menzies dirige este clásico film de serie B, rodado en la decada del 50, la edad de oro del cine de ciencia ficción.
El pequeño David ( un personaje con el que cualquier niño se podía identificar) un apasionado por la astronomía, ve una noche, desde la ventana de su habitación, el aterrizaje de una nave extraterrestre que luego se oculta bajo tierra. Trata de contarselo a sus padres, que por supuesto no lo toman en serio. Poco despues su papá desaparece misteriosamente para reaparecer totalmente ¨cambiado¨, ojo a la escena en que se lo suena al pobre David! Despues de eso, vecinos o amigos comienzan a desaparecer o cambiar su comportamiento. David deberá desentrañar el misterio.
La trama se adelantó en varios años a ¨Invasion of the Body Snatchers¨ en la idea de humanos ¨cambiados¨ por malignos invasores del espacio. Atención a los extraterrestres: al lider, una gran cabeza metida en una especie de burbuja de vidrio ( me recuerda muchisimo a los extraterrestres de los Simpsons) y a la tropa alienígena, unos pobres extras enfundados en unos ridiculos trajes a los que se les nota el cierre posterior.
La pelicula es maravillosamente ingenua, tan pobre en medios y recursos que muchas escenas se vuelven risibles y talvez por esos mismos motivos se vuelve tan entrañable.
Bastante bien realizada, aún para la época. Cámara que se mueven, cambios de planos, escenas cortas, aparición de nuevos personajes... todos elementos modernos que hacen a un producto entretenido sin importar un argumento irregular.
Tiene una remake de los 80 que pone acento en el horro del niño que sabe no puede confiar en sus padres. Aquí eso se omitió por la premisa política del macartismo. Y aquí está lo flojo es solamente una película más de época en la cual un niño advertía que lo que hacían los adultos no estaba bien, por lo cual corría a decírselo a las autoridades, un elemento que los yankis tomaron del estalinismo.
La particularidad de este film: no es de paranoia a quien nadie le cree al protagonista, es sobre la delación por el bien de un orden dado.
Merece verse, sobre todo por directores que filman con sus amigos, para que aprendan cómo se le puede dar ritmo a los pocos recursos y escenas.
Simpatica pelicula de extraterrestres de los 50¨.
Una historia muy simple de invasion marciana, que a mi parecer pudo haber estado mucho mejor.
La pelicula en si no esta mal, tiene mucho suspenso, y despues cuando ya se ve que todos tienen ¨esa marca en la nuca¨ se pone copado la cosa. Pero los ultimos 20 minutos, lo de la nave, los militares y eso, se pone re denso. Flojisimo el desarrollo final.
Y que haya perdido protagonismo el ¨nene¨ del principio eso tambien le baja al film.
Igual no esta nada mal, tiene mucha nostalgia la peli y se deja ver.
Pasable
Película de los 50s sobre invasiones alienigenas,,, debo decir que el filme esta muy bien llevado y mantiene una trama ganchera y con momentos aceptables, ya es un cliché del cine norteamericano de los 50s las invasiones alienigenas y soldados, cuestión que en esta película se repite pero no molesta en absoluto.
Tiene un final muy bueno que te da a entender el comienzo de todo... Lo que si vi un poco cutre fueron los alienigenas, pero es comprensible ya que envejeció un poco la perspectiva de los extraterrestres.
Recomendable a quienes gusten de los filmes de alienigenas de los 50s
Película de culto que saca provecho de sus escasos medios gracias a la dirección del decorador William Cameron Menzies.
Deliciosamente bizarra, logra mantener un ambiente inquietante a pesar de que a los marcianos se les vea la cremallera.
1953, tres años antes que la magnífica: ¨La invasion de los usurpadores de cuerpos¨, en épocas de guerra fría, la idea en común que trata de la invasión paulatina y encubierta que pone en juego el futuro del ¨sueño americano¨. Acá se plantea la intervención por parte de los invasores en el cerebro de la gente común a fin de controlar sus pensamientos y acciones, una especia de caballos de troya de los marcianos.
Tal cual si se tratase de una película por encargo, se mostrará el despliegue armamentístico al son de bandas de guerra, con documentos reales.
Los marcianos no tienen armas de destrucción, sus soldados envueltos en un traje de felpa, ni siquiera llevan armas, y todo el éxito de la operación se basa en simplemente tener gente para poder implantarle un chip... Analizándolo, es una de las invasiones más cutres del cine.
El público ávido de sci-fi de la época, seguramente se emocionó más y hasta se cubrió los ojos para no ver el malvado rostro de aquel jefe cabeza mutante.
Aún así, la suma de todos los aspectos históricos y de época, le hacen valer la pena una revisión.
En la memoria: Aquellos planos de la colina con esa cerca de madera... Espectacular...y que años despues sería el afiche de su remake.
todo un clasico de la ficcion de 1953 pese a sus discretos fx los actores estan muy correctos y la trama esta lograda pese a su ritmo mas bien lentillo dio pie a una version moderna en 1986 con mas fx pero esta la original impacto como por otro lado es normal en su epoca esta entretiene i esque los niños y los borrachos nunca miente
Entre la multitud de versiones antiguas que hay de invasiones alienigenas esta es una de las mas discretas, con efectos visuales pobres a pesar de la epoca en que filmó y algunas escenas incoherentes y exageradas como las de los tanques que quedan totalmente desubicadas en el film.
Tiene cosas buenas sin duda pero la pelicula es floja en su conjunto.
Bastante cutre en cuanto al desarrollo de la cinta y la trama.
La calidad de los efectos visuales brilla por su ausencia, y también lo hace bastante el terror,porque la película provoca más risas involuntarias que otra cosa.
Los extraterrestres no están tampoco muy bien conseguidos,son sucios y diabólicos esbirros que amenazan,cómo no,el modo de vida americano.
Se tiende una metáfora muy poco imaginativa,que comparaba la invasión alienígena con el Régimen Comunista de aquel entones.
La película es cutre como ella sola, y los extraterrestres son de risa (sobre todo el jefe, que es una cabeza en una especie de pecera), pero la historia te engancha. Eso sí, viendo esta película te ríes más que otra cosa.
Mi pelicula preferida sobre extraterrestres, la vi de pequeño y se me metió en la mente y 20 años después se me vino a la cabeza y pude conseguirla, se trata de una de obra clásica sobre extraterrestres y sus metodos de colonización, es cierto que no tiene buenos efectos especiales porque en esa epoca carecían de medios pero tampoco se echan de menos ya que gracias a las interpretaciones y la dinamica de la pelicula hacen de esta emtretenida y entrañable que supera con creces algunas que hacen ahora con efectos por ordenador.
Esta película es increiblemente cutre los extraterrestres se nota muchísimo que son actores con pijamas verdes,el argumento es bastante absurdo y ay momentos en que el manejo de la cámara es una verdadera chapuza,pese a que fue una de las primeras películas de ciencia ficción en color tb es de lo peor que he visto en el género,no obstante,sigue siendo un pequeño clásico con el que básicamente te romperas la caja viendo lo cutre que resulta hoy en dia.
Con esta clase de peli, te pones en un "compromiso". Es genial, inolvidable y quizas mucho mejor que su remake, aunque esté, tambien sea genial. Aqui claro, los hombrecitos verdes dan que hablar, vamos que no dan ningún respeto, pero como digo, es una de las de ciencia ficción fundamental.
Primero de todo decir que estamos delante de una de los clásicos con más solera de la Sci-fi de serie B. Este es un film de presupuesto muy ajustado y claro se nota y mucho: escenas de archivo militar, repetición de planos y diversos trucos más para alargar el metraje. Estas deficiencias pero ayudan a augmentar lo entrañable de esta imrescindible producción. Entre sus puntos fuertes se encuentra la imaginativa fotografía en color, los originales platos, el diseño de los personajes, buenas interpretaciones y una historia que se ha colocado, por motivos propios, como puntal de referencia en el género del cine de marcianos.
Hace muchos años vi esta película en TVE y sinceramente sé que me dejó marcado aunque luego con el paso de los años apenas recordaba escenas. Ahora la he vuelto a pillar en DVD pero extrañamente no tiene audio español, solo substitulos en español con audio inglés. Es raro porque recuerdo haberla visto en TVE, pero también es cierto que algunos doblajes se perdieron en un incendio que hubo en Televisión Española.
En fin comento la película:
La primera parte de la película es muy tensa, el niño protagonista ve que casi nadie cree en él, y hasta sus padres lo toman por loco. La parte final también es muy tensa. La verdad es que los marcianos (los piltrafillas o sea los secundarios que están a las ordenes de un gran cerebro) se nota que son gente metidos en trajes, no son muy reales. El "gran cerebro" con esos ojos huidizos dan bastante desasosiego y este personaje si está mejor hecho al igual que se podrá ver en el film como "operan" a la gente que capturan. Esta película se adelanta a otra que existió un poco después con una temática muy parecida "La invasión de los ladrones de cuerpos", o sea suplantar humanos (ya siendo el humano operado como aquí o un clon suyo).
Dos cosas no me gustaron: Los marcianos (salvo el jefe) se notan de pega y luego las secuencias donde se ven a los tanques moverse, disparar, llegar al punto de encuentro donde están los marcianos, etc... se nota que los sacaron de reportajes de otros programas de televisión donde aparecieron estos vehículos, porque la tonalidad de la imagen es diferente. Y es una pena otra cosa ya que,además,la película que yo tengo en DVD desde el principio no se ve nitida. Se ve que el material era viejo y ha sido restaurado. El rifle que usaban los marcianos para disparar si que es más realista cada vez que se usa y ahí si tuvieron buenos efectos especiales (por ejemplo como desintegraban paredes)
La historia es buena, en aquellos tiempos fue innovadora, de hecho el final del filme es muy típico de estas historias, pero en aquellos tiempos aquello tuvo que ser muy novedoso... Y como ya dije, si de niño me marcó debió de ser por algo...
Críticas: 17
TANO
7
Los años 50 fueron la década de la ciencia ficción. Fue cuando la ¨moda¨ era pensar en la posibilidad de vida extraterrestrte, y en el cine eso se tradujo en cientos de películas sobre el tema, con bases científicas bastante reguleras, por lo general inventadas, y dando lugar a algunas buenas películas y otras muy olvidables. Esta creo que es de las más recordadas, dentro de la serie b.
Con una trama de invasión oculta descubierta por un niño, con marcianos controlando a humanos, con un malo bastante guay, y con la cosa, que quizá le quita un poco de interés a la película, de que hagan caso al niño casi desde el principio, algo bastante poco realista.
Unos marcianos molones, buenas escenas por los túneles marcianos, bastante metraje prestado de tanques haciendo maniobras y una historia con mucha acción que se hace entretenida. No está nada mal.
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