Sexplotation argentina con actuaciones decentes y pocos asesinatos. Eso sí, las violaciones, peleas de mujeres en la ducha, Bullying y todo tipo de situaciones de corrupción en un instituto de señoritas están a la orden del día. Tras los crímenes de dos alumnas, al espectador se le irán sumando casi media docena de sospechosos, donde en el final muy pocos acierten quien será el o la culpable. La frutilla del postre es la bizarra escena final de las alumnas versus la patota menos fichada por la policía del mundo. Discreta, algo entretenida pero con algunas flojezas en el guión y demasiados personajes para tan poco desarrollo.
Película argentina de Emilio vieyra que intenta crear un slasher pero de poca monta, la idea del filme no era mala pero saturo la película con demasiadas escenas de sexo y desnudes innecesaria que le quitan fuerza a la idea. la trama no es del todo mala para los ochentas ya que tenemos un colegio ideal para una película de esta índole, actores malos pero que funcionaban para un slasher, aunque creo que metieron muchos personajes de gusto que no supieron exprimirlos, pocas muertes y las escenas de asesinatos son mediocres.
Hay que admitir que es una rareza argentina pero que salio muy mal y que podrían haber hecho algo interesante, pero Vieyra no puede con su genio y prefirio arruinarlo con sus desnudos.
El final del filme es lo mejor que tiene e incluso queriendo improvisar una rape movie, tenemos una acertada venganza, estos dos puntos creo que son lo mas destacable de la película.
Curioso film argentino que mezcla temas como el slasher,las nudie-movies, las comedias-juveniles made-in usa y delincuencia-juvenil. Para pasar un rato entretenido sin mas. .
Críticas: 4
Miguel Arkangel
6
Emilio Vieyra fue un incansable director, guionista y productor de cine argentino. Ignorado por los críticos y por los historiadores del cine, Vieyra merece ser reivindicado por su aporte al cine exploit y de serie B argentino y latinoamericano. Dirigió joyitas como “Extraña invasión” (1965), “La bestia desnuda” (1966), “Sangre de vírgenes” (1968) y “La venganza del sexo” (1969), que con justicia pueden ser consideradas películas de culto de los géneros explotación y bizarro.
En “Sucedió en el internado” (1985), trabajó con un guión coescrito con José Dominiani, y que como era habitual en los trabajos de Vieyra, se inspira más en el cine de serie B norteamericanos que en la tradición cinematográfica argentina; por lo que combina elementos del slasher, del terror teen y del exploitation con un erotismo desembozado que no pierde oportunidad de mostrar escenas de sexo gratuito, aprovechando la belleza de las actrices como Mariana Karr y María Valenzuela.
Tenemos un asesino misterioso que se despacha sin piedad a varias colegialas; una pandilla de violadores (atención a las escenas de las violaciones, muy deudoras de las más crueles escenas del rape and vengance setentero); ambientación en colegio de señoritas de clase alta (con sus escenas de desnudos, sexo, lesbianismo, y otras audacias); e incluso se anima a una crítica a la moralina de las clases altas y al mundillo de drogas, violencia, e inmoralidad en que viven sus hijas.
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