Jorge Molina es sin duda un director peculiar, inclasificable y rotundamente alejado del neorrealismo, realismo social o cualquier otra etiqueta académica del cine cubano. En la obra de Molina las cosas son muy diferentes, es un descenso a los infiernos, del lado más retorcido y sucio de los deseos instintivos del ser humano, y de la violencia, la perversión y el sexo.

Molina Ferozz es una ¨curiosa¨ adaptación del cuento de caperucita roja, pero combinada con magia negra, surrealismo, irracionalismo, ruralismo y misticismo religioso cubano; además de gore y bizarrismo; sin olvidar un erotismo que no se amilana, incluso ante el incesto y la zoofilia.

En los créditos finales encontramos otra sorpresa, una dedicatoria al cineasta polaco Walerian Borowczyk, legendario creador de “Cuentos inmorales” (1973) o “La bestia” (1974), entre otras películas de culto.

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Extraña película cubana un tanto surrealista y bastante cargada al erotismo, que es dificil de clasificar de una forma tajante.

Bajo el alero de una familia disfuncional, cuya abuela pernite la violación, el incesto y la zoofilia, se va armando una historia de mitos y leyendas cubanas, como el Cagüeiro, que se funde con la historia de la caperucita, pero se mezcla con magia negra y deseo sexual.

Ofrece la cinta desnudos gratuitos y sexo enfermizo y un universo de personajes difíciles de encasillar, que se mezclan en esta particular historia que la verdad no se sabe bien de que va, ni cual es la motivación para hacerla.

Sólo para amantes incondicionales del cine friki, en este caso, centroamericano.

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